INTERPELACIÓN SDDR Buenas tardes, señoría, después de la extensa comparecencia del Secretario anómico de Medio Ambiente y Cambio Climático el pasado jueves en la comisión de su competencia, pocas cosas han cambiado, por no decir ninguna, sobre la cuestión del SDDR. Marco general de la política de residuos de la Generalitat. Uno de las competencias más complicadas, por el asunto en sí y por la situación desastrosa y judicializada que dejaron ustedes. Medidas de inversión (plantas de tratamiento-infraestructuras obsoletas o inexistentes), de gobernanza (constitución y buen funcionamiento de los consorcios) y normativas (principlamente adaptación al nuevo plan estatal de residuos 2015; y el impulso de nuevas medidas para mejorar la cantidad y calidad del reciclaje). Entre estas medidas, necesarias para mejorar la gestión y dar pasos adelante: recogida selectiva, modelos de recogida puerta a puerta, o éste del sistema de depósito. Se trata de avanzar hacia la economía circular (citar UE). Pero sobre todo poner en marcha una de las medidas que más capacidad de concienciación tiene: cada persona puede hacer algo. Cambiando algunos hábitos, pequeños, diarios y cotidianos, podremos obtener -conjuntamente como sociedad- beneficios ambientales. Porque el actual sistema, con todas sus virtudes y reconociendo el papel realizado en las pasadas décadas, ha tocado techo, no aporta mejoras. Y no aporta soluciones a dos cuestiones fundamentales para la Comunitat Valenciana: 1.- El gran volumen de envases que acaban en ríos, carreteras, montes, en acequias también, en los jardines públicos y en las calles (sobre todo después de eventos como maratones o conciertos). Impacto ambiental y paisajístico, problemas de gestión recogida y empobrecimiento de la calidad del reciclaje una ve¡z llega, normalmente mezclado, a planta. 2.- El enorme aumento en la generación de estos residuos siendo una comunidad turística, que multiplica su población en temporada alta y que, al mismo tiempo, quiere ofrecer una imagen de limpieza de calles, playas y montes al visitante (lo que se traduce en un gasto extraordinario de recogida y limpieza que deben asumir los ayuntamientos). En el País Valenciano se generan al año 80.000 toneladas de residuos de estos envases ligeros al año, lo que equivale a millones que no se reciclan y acaban mezclados con el resto de residuos en vertedero o acaban en la cuneta de nuestras carreteras y caminos, en nuestras playas, en nuestras montañas y en el mar... Así lo recuerda el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, cuando señala el problema de la basura de plásticos y microplásticos en mares y océanos como un problema para la humanidad. En esas conclusiones apuntaban al SDDR como la medida eficaz para paliar dicho problema, y que ya comenté en este mismo hemiciclo hace 3 plenos a respuesta de una pregunta de usted sobre este mismo tema que nos ocupa ahora. El actual sistema ha tocado techo también en materia de educación ambiental y concienciación sobre el reciclaje. Por qué? Porque combina dos efectos -permítanme la expresión- perversos: Efecto “desaparición” - efecto psicosocial de que cuando se tira la bolsa a un contenedor el residuo “desaparece” (por cierto cuántos de ustedes saben que los envases deberían tirarse sin bolsa?). El residuo de envase NO desaparece: hay que transportarlo, tratarlo, separarlo, triturarlo, y en gran proporción, acaba enterrado. Efecto “frustración” - cuántos de ustedes han oido eso de “para qué separar si luego lo juntan todo...” sin entrar a discutir si eso pasa o no; el sistema actual no garantiza al ciudadano concienciado un retorno por su buen comportamiento, ni siquiera la satisfacción de tener la certeza de que lo que ha hecho sirve. Y tampoco garantiza a la administración, con total certitud, los volúmenes ni resultados, más allá de las cifras globales que porporciona el sistema de gestión actual. Señorías, estarán de acuerdo conmigo, en que tenemos un serio problema con los millones de envases que no se reciclan. Y tenemos la obligación de cumplir la Ley Nacional de Residuos de 2011, en cumplimiento a su vez de las Directivas comunitarias, que establece que, antes de 2020, hay que alcanzar un 50% de reciclaje respecto de la totalidad de residuos producidos, cuando en el País Valenciano, apenas estamos entre un 20 y un 30%. La buena gestión consiste en buscar, valorar y aplicar soluciones cuando se encuentra un problema. Para los millones de envases diarios que no se reciclan en el País Valenciano, el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno es una buena solución, como lo afirma Naciones Unidas. El sistema también forma parte de la estrategia “Una Europa eficiente en el uso de los recursos” (que promueve la economía circular, con el fin de reducir la generación de residuos y usar el residuo como recurso). Y en este punto, caeb recordar la jerarquía de residuos que establece la directiva marco: - primero: prevenir para reducir la generación de residuos - segundo: reutilizar - tercero: reciclar (el actual sistema empieza por el tercero...) - cuarto: recuperar con otros fines (como valorización energética) - y quinto: eliminar (vertedero). El SDDR es reconocido por instancias europeas y muchos países y expertos (DJB, visita pasaod lunes) como un sistema eficaz (con el que se puede alcanzar más del 90% reciclaje + reutilización). Y comporta la posibilidad, futura, de introducir y extender el uso de envases reutilizables. ¿En qué consiste el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno? Puede que usted ya lo sepa, porque ésta es la tercera intervención parlamentaria sobre SDDR en tres semanas, las tres a petición suya, aparte de la pregunta de hace unas semanas. Pero es oportuno volver a explicarlo al resto de la cámara. El SDDR es un sistema de gestión de residuos de envases, que asocia un valor a cada envase para que éste sea devuelto por el consumidor para su reciclaje. Es un sistema paralelo y complementario a los SIG, y sólo destinado a los envases de bebidas (zumos, agua, cervezas y refrescos en formato vidrio, pet, latas y tetrabrik). Los sistemas integrados de gestión que funcionan actualmente seguirán existiendo para multitud de envases que no están incluidos en el SDDR (latas de conservas, envases de productos lácteos, licores y vinos, bandejas de plásticos y un largo etcétera). El sistema funciona de este modo: - Los productores (embotelladores, importadores o distribuidores) pagan el depósito al operador del sistema por cada envase que ponen en el mercado. - Los comercios (hiper y supermercados, tiendas medianas y pequeñas, gasolineras, etc.) compran los productos, en sus envases, a los productores. Pagan el precio del producto más el depósito por cada envase. También cobran a los consumidores por el envase a la hora de la compra, y devuelven su importe cuando éstos lo devuelven. El comerciante puede elegir libremente entre un sistema manual o automático y cobra una retribución de 2 céntimos por envase gestionado en concepto de prestación de servicios y ocupación de espacio. Lo único que tiene que hacer es adecuar un cierto espacio y destinar algunos recursos para gestionar los envases. - Los consumidores compran el producto envasado y pagan el depósito por cada envase al comercio. Cuando han consumido el producto, si entregan el envase vacío en cualquier comercio, se los devuelve íntegramente el depósito pagado. Si el consumidor no quiere devolver el envase, la cantidad queda en el circuito y ayuda a financiar el sistema. Importante señalar en este punto que la venta de bebidas con depósito no afectará al precio del producto, ya que si el consumidor devuelve el envase, recuperará el depósito. Por lo que el impacto económico es neutro. - El operador del sistema devuelve a los comercios lo que han pagado a los consumidores, según recibe los datos. Realiza la compensación entre los agentes que intervienen en ciclo. Además se encarga de gestionar la logística de los envases, la correcta recuperación de los materiales y controlar el flujo económico entre los diferentes agentes que intervienen. - La Administración Pública se encarga de controlar la transparencia de las estadísticas y datos de la gestión del operador y auditar las cuentas de todo el sistema. ¿Cómo lo estamos poniendo en marcha?  Presentación de la idea en el CAPMA (abril??)  Fase de estudio y recopilación de experiencias de otros países, ciudades y CCAA.  Redacción del primer borrador.  Una primera ronda de encuentros (hasta 62 agentes, entidades, empresas y asociaciones – ayer mismo hubo reunión con dos grandes empresas de distribución, con el objeto tanto de explicar el sistema, como de recabar información muy importante para detallar el diseño legal y de implantación).  Habrá una segunda ronda, una vez esté avanzado el borrador  Previsto proyecto de norma durante 2016  Adaptación al sistema durante 2017 (durante el cual se formalizará el modelo de gestión, probablemente mixto público-privado).  Entrada en funcionamiento en 2018. OBJETIVOS ¿Qué esperamos conseguir, qué beneficios se esperan? Aparte de mejorar el grado de cumplimiento de la Directiva (mejora en cantidad y calidad los números del reciclaje de residuos de envases) y de ir concretando y aplicando medidas de economía circular: 1.- El principal objetivo del SDDR, combinado con otras estrategias de mejora de la gestión de residuos, es lograr que el territorio del País Valenciano esté libre de latas, botellas y brics, reduciendo los daños ambientales y pasajísticos que el abandono de estos residuos genera. 2.- Una mayor concienciación de la ciudadanía. Es un sistema que coloca a las personas en el centro, porque participaremos de manera activa y responsable en un sistema más transparente que consigue que su esfuerzo sea eficaz. El ciudadano como consumidor elige. Elige cómo consumir, elige cómo reciclar. 3.- Entre diversos efectos socio-económicos estimados  Estimación de creación de unos 1.400 empleos, de calidad, entre el gestor, logistas, distribución etc.  Una mayor rotación de visitas en los comercios por consumidores que van a devolver envases; posible aumento de la fidelidad del consumidor y nuevas ventas “de paso”.  Los envasadores, con muy poca inversión, se estima que pdorían triplicar las tasas de recogida selectiva de los envases que se recuperarán en materia prima de alta calidad.  Los recicladores y recuperadores obtendrán un incremento previsto de unas 60.000 toneladas anuales adicionales de materiales recuperados de calidad, que hoy en día acaban en vertederos, incineradas o, en el peor de los casos, dispersas en el medio ambiente. Estos materiales son de alta calidad y tienen un valor de mercado de millones de euros porque los envases no se mezclan con basura. 4.- También beneficia a la Administración Pública, puesto que faculta el ejercicio de un mayor control (y conocimiento) por parte de la administración, permite un ahorro potencial de unos 40 millones de euros anuales a los ayuntamientos valencianos y adoptar las prácticas de las regiones más avanzadas de Europa. Convierte al Gobierno de la GVA en un referente en materia de en materia de innovación para la sostenibilidad, en la apuesta por la economía circular. Demuestra que la acción de gobierno tiene un impacto real y positivo en el territorio. Queremos dejar atrás la imagen de opacidad, mala gestión y corrupción en residuos que caracterizó al gobierno popular durante tantos años en nuestra comunidad.