RAFAEL PÉREZ PEÑA FERNANDO SUÁREZ BILBAO LA SOBERANA ORDEN DE MALTA A TRAVÉS DE DIEZ SIGLOS DE HISTORIA Y SU RELACIÓN CON LA ACCIÓN HUMANITARIA TESIS DOCTORAL UNIVERSIDAD DE MÁLAGA 2009 “MALTA: LA ORDEN MARINERA” La Orden de Malta en España (1113-2013), Javier Alvarado y Jaime Salazar (coordinadores), editorial Sanz y TorresUniversidad Nacional de Educación a Distancia, 2 volúmenes, Madrid, 2015, págs. La Orden de Malta acredita una existencia ininterrumpida de más de novecientos años. Es soberana, por gozar de un estatuto de soberanía reconocido internacionalmente, ostenta condición de Observador Permanente ante Naciones Unidas2 y mantiene Representación Oficial en distintos Organismos Internacionales. La Orden de Malta acredita una existencia ininterrumpida de más de novecientos años. Es soberana, por gozar de un estatuto de soberanía reconocido internacionalmente, y ostenta la condición de Observador Permanente ante Naciones Unidas1. En el origen de las ordenes de San Juan del Hospital de Jerusalén, de San Lázaro de Jerusalén y la del Hospital de Santa María de los Alemanes (Teutones), su carácter hospitalario precede al militar, por lo que antes de órdenes de caballería propiamente dichas fueron ordenes de ayuda a los peregrinos y muy especialmente se puede aplicar este criterio a la que nos ocupa2. Las Órdenes están estrechamente unidas a otro concepto; el de la Caballería, sin el cual carecen de sentido. Se constituían como parte de una hueste guerrera a través del paralelismo entre el esforzado monje y el virtuoso comportamiento del guerrero cristiano, campeón de la justa causa de la Iglesia. Un “ejército de Dios”3 para algunos y “monjes de la guerra”4 para otros5. 2 Resolución de la Asamblea General de la ONU, nº 48/265, el 24 de agosto de 1994. Asunto del día 180, publicado el 30 de agosto de 1994. 7 En el caso contrario tenemos el problema de las órdenes fantásticas a las que no se puede tachar de falsas, pues aparecen legalmente constituidas y como tales realizan públicamente sus cruzamientos y actos, sin que por ello tengan Fons Honorum alguno. Se trata de las denominadas órdenes apócrifas que con carácter lucrativo tratan de explotar la vanidad de las gentes sin razón o base histórica alguna. Se llaman órdenes apócrifas aquellas fruto de la imaginación de algún pseudo pretendiente, quien -en su díase consideró así mismo como titular de los derechos históricos sobre algún reino antiguo o fantástico y logró interesar en sus divagaciones a más de un seguidor de buena fe, junto a otros quienes no reuniendo los meritos o requisitos para ingresar en una institución caballeresca, veían así satisfecha su vanidad. VALERO DE BERNABÉ, L.: “Pasado y presente de las órdenes de Caballería”. Elenco de órdenes de Caballería e instituciones afines. Madrid, 2005, pp. 1921. 8 CHARTRES, F.: Historia Hierosolymitana. En AYALA MARTÍNEZ, C.: Las órdenes militares hispánicas, en la Edad Media, Madrid, 2003, p. 20. 9 SEWARD, D.: Los monjes de la guerra. Barcelona, 2004. 19 Por primera vez encuentro referencia de una orden dada por un monarca a un abad, en este caso el abad de Altaich, rico y poderoso terrateniente, para que se una con sus guerreros al ejército carolingio, con alimentos para tres meses y ropa para seis. En esta carta, enviada por Carlomagno al referido abad, le dice “Cada jinete debe 1 Resolución de la Asamblea General de la ONU, nº 48/265, el 24 de agosto de 1994. Asunto del día 180, publicado el 30 de agosto de 1994. 2 L. VALERO DE BERNABÉ, “Pasado y presente de las órdenes de Caballería”. Elenco de órdenes de Caballería e instituciones afines. Madrid, 2005, pp. 1921. 3 F. CHARTRES, “Historia Hierosolymitana”. En Carlos AYALA MARTÍNEZ, Las órdenes militares hispánicas, en la Edad Media, Madrid, 2003, p. 20. 4 D. SEWARD, Los monjes de la guerra. Barcelona, 2004. 5 Una de las primeras referencias de una orden dada por un monarca a un abad, en este caso el abad de Altaich, rico y poderoso terrateniente, para que se una con sus guerreros al ejército carolingio, con alimentos para tres meses y ropa para seis. En esta carta, enviada por Carlomagno al referido abad, le dice “Cada jinete debe tener un escudo, una lanza, una espada, una daga, un arco y un carcaj”. CAIRNS, T.: Caballeros medievales, Cambridge, 1992. p. 11. tener un escudo, una lanza, una espada, una daga, un arco y un carcaj”. T. CAIRNS, Caballeros medievales, Cambridge, 1992. p. 11. I. Si nos apoyamos estrictamente en documentos históricos, el principio y fundamento cierto de la Orden estuvo en Palestina, en un monasterio de Jerusalén construido hacia 1048, en las inmediaciones del Santo Sepulcro, con licencia del califa fatimita de Egipto, por unos devotos y acomodados mercaderes italianos de Amalfi. Erigido con el fin de celebrar en él los oficios divinos conforme al rito romano, este monasterio se intituló Santa María de la Cruz Latina, monasterio de los Latinos para los musulmanes, siendo atendido por monjes de la Orden de San Benito, benedictinos o monjes negros. Los amalfitanos, primera potencia marítimocomercial europea en la zona, ayudaron a reconstruir el conjunto de edificios de la época de Carlomagno: el hospital con su capilla de San Juan Elemoinitra y la iglesia de Santa María Latina; completándose con la construcción del hospedaje para mujeres, dedicado a Santa María Magdalena. En la puesta en marcha del hospital colaboraron un reducido grupo de monjes benedictinos, que impartían los auxilios espirituales a los enfermos e impregnan el hospital del sentido reformista de Cluny, consiguiendo con ello que su organización se base en la de las abadías cluniacenses130. Por aquellos años131, entre estos mercaderes, como un peregrino más, llegó a Jerusalén un noble caballero provenzal, de Manosque, llamado Gerardo132 de Martigues o Gerardo de Tenque133, que al ver la aflicción en la que se encontraban los cristianos, expuestos al peligro de los infieles, con el fin de auxiliarlos LOS ORÍGENES: EL HOSPITAL Según la documentación que poseemos el origen de la orden estuvo en un monasterio de Jerusalén construido hacia 1048, en las inmediaciones del Santo Sepulcro, con licencia del califa fatimita de Egipto, por unos devotos y acomodados mercaderes italianos de Amalfi, que por entonces monopolizaba el comercio con Egipto y Siria. Erigido con el fin de celebrar en él los oficios divinos conforme al rito romano, este monasterio se intituló Santa María de la Cruz Latina, siendo atendido por monjes de la Orden de San Benito. Con este motivo, algunos amalfitanos tomaron el hábito de la regla benedictina y adoptaron como emblema una cruz blanca de ocho ángulos, en recuerdo quizás de la ciudad de Amalfi6. Como un peregrino más, llegó a Jerusalén un noble caballero provenzal, llamado Gerardo de Martigues o Gerardo de Tenque, o Gerardo de Saxo7, que al ver la aflicción en la que se encontraban los cristianos, expuestos al peligro de los infieles, con el fin de auxiliarlos y acoger a los y acoger a los numerosos peregrinos que de toda Europa iban a visitarla, colaboró en la reedificación del hospital y en la construcción de una hospedería junto al monasterio benedictino. Este hospicio, a elección del abad del monasterio, tuvo como primer administrador, gobernador o rector (fundator, institutor y prepósito, prior, hospitalarius) a Gerardo135, contando enseguida con una serie de personas, principalmente italianos y provenzales, que se ofrecieron como voluntarios para atender dicho hospital; confraternidad que pudo implicar para sus miembros más activos, bajo la regla benedictina y posteriormente la de San Agustín, una vida de plena dedicación consagrada. Seglares llegados de Europa, se dedicaron al cuidado de los enfermos y peregrinos, sin distinción de países. Con el tiempo se desvinculó del cenobio benedictino por haber adquirido el establecimiento hospitalario adjunto extraordinaria importancia136. Por entonces, Gerardo y sus compañeros, ante el Patriarca de Jerusalén, Arnaldo, decidieron pronunciar votos sagrados (castidad, pobreza y obediencia) junto al especial de ser fratres pauperibus serventes numerosos peregrinos que de toda Europa iban en busca del perdón divino a Tierra Santa, con licencia de los Califas Fatimíes de Egipto crea en Jerusalén, en la zona de Muristán, una Iglesia dedicada a Santa María y un Hospital dedicado a San Juan, sobre las ruinas del anterior fundado por Carlomagno; añadió la construcción de una hospedería junto al monasterio benedictino. Este hospicio, a elección del abad del monasterio, tuvo como primer administrador, gobernador (fundator, institutor y prepósito, prior, hospitalarius) a este Gerardo, contando enseguida con una serie de personas, principalmente italianos y provenzales, que se ofrecieron como voluntarios para atender dicho hospital, y con el tiempo se desvinculó del cenobio benedictino por haber adquirido el establecimiento hospitalario adjunto extraordinaria importancia8. Gerardo y sus compañeros, ante el Patriarca de Jerusalén, Arnaldo, decidieron pronunciar votos sagrados (castidad, pobreza y obediencia) junto al voto especial de ser “fratres pauperibus serventes” 6 Jaime SALAZAR y HACHA “Los caballeros de San Juan y las distintas etapas de su actuación naval en la Edad Media” en La Orden de Malta la mar y la Armada (III). XLII Jornadas de Historia Marítima. Madrid, 2011, pp. 25-40. 63 Véase De la buena conducta de los 7 Antonio LINAGE CONDE “Tipificación príncipes, del cisterciense Helinando de de la Orden de Malta” en Actas del primer Froidmont, en LINAGE CONDE, A.: “Tipificación de la Orden de Malta”. Actas simposium de la Orden de San Juan en del Primer simposium de la orden de San España, Toledo, 2003, p. 231. Juan en España, Toledo, 1990. 8 Hugo O’DONNELL, “Jerusalén. Peregrinos, cruzados y Hospitalarios en Tierra Santa” en La Orden de Malta, Mallorca y el Mediterráneo, Palma de Mallorca, 2000. (freires al servicio de los pobres) y vestir un hábito monástico negro con una cruz blanca en el pecho142, dándose en 1104, bajo el reinado Balduino I, las primeras leyes e instituciones que solemnemente profesaron. En las postrimerías del siglo XI, el pontificado inicia su decisiva ofensiva sobre la Caballería medieval74, a través del llamamiento con destino a la cruzada efectuado por el Papa Urbano II (1088-1099), en el concilio de Clermont Ferrant (1095), pidiendo a los soberanos cristianos que tomaran la cruz. Las principales órdenes militares y religiosas nacidas en esta época fueron: en Tierra Santa: los Pobres Soldados de Cristo (el Temple), nacida en 1118; la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén -más tarde de Rodas y Malta- en 1113, convertida en militar en 1136, al otorgarle el Papa Inocencio II la confirmación del cuarto voto de armas; la Orden de Santa María de los Alemanes (Teutones), en 1198110; la Orden de San Lázaro111 compuesta por caballeros leprosos y dedicada al cuidado de enfermos con esta enfermedad, etc. Aquellos generosos místicos estaban dispuestos a combatir según las reglas del arte de la guerra, pero de acuerdo con las convicciones de la religión. No esperaban bienes materiales y estaban preparados para morir por la Fe. Eran monjes-soldados: guardianes de la Fe, guardianes de Tierra Santa y guardianes de los hombres. En ellos se presenta claramente la asociación de la vida militar y la vida monástica; se conjugan dos funciones hasta entonces antinómicas: (freires al servicio de los pobres) y vestir un hábito monástico negro con una cruz blanca en el pecho9. En 1104, bajo el reinado Balduino I, obtuvieron las primeras normas e instituciones. Unos años más tarde tuvo lugar el llamamiento con destino a la cruzada efectuado por el Papa Urbano II (10881099), en el concilio de Clermont Ferrant, de 1095, pidiendo a los soberanos cristianos que tomaran la cruz10. Las principales órdenes militares y religiosas nacieron en esta época en Tierra Santa: los Pobres Soldados de Cristo (el Temple), nacida en 1120; la Orden de San Lázaro11 compuesta por caballeros leprosos y dedicada al cuidado de enfermos con esta enfermedad; la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén en 111312. la oración y el combate. Era una contradicción reunir en un sólo cuerpo a los oratores y los bellatores. Se trataba de una novedad en el seno de la Iglesia; no se había visto nunca y provocó en sus contemporáneos cierta inquietud81. Sus miembros -comúnmente conocidos como freires82- se hallaban, por tanto, sujetos a Eran monjes-soldados, conocidos como disciplina y votos monásticos sin que por ello freires, y sujetos a disciplina y votos renunciasen a lo que constituía lo más monásticos sin que por ello renunciasen a lo característico de su vocación: el servicio que constituía lo más característico de su vocación: el servicio a las armas. a las armas. Una de esas personalidades es el abad Bernard de Clairvaux (1090-1153), San Bernardo de Claraval98, figura señera de su tiempo. Oyendo los ruegos del Maestre, el abad cisterciense escribiría todo un opúsculo, la “Loa a la nueva milicia”, De laude novae militia, con el fin de reaccionar contra las expresiones de desagrado hacia la Orden. San Bernardo, la figura más eximia de San Bernardo en su “De laude novae militia” la Cristiandad responde a su amigo mediante señala que el nuevo caballero el justamente célebre De laude: Algunos autores en desacuerdo con la línea mayoritaria, afirman que la relación establecida entre el origen de los hospitalarios y la fundación amalfitana parece poco convincente. Según esta corriente, como prueba de ello los hospitalarios tuvieron como patrono a San Juan Bautista, mientras que el hospicio amalfitano estaba dedicado a San Juan de Alejandría. Los hospitalarios, además, adoptaron la Regla de San Agustín y su monasterio fue autónomo desde el inicio, mientras que el de los de Amalfi seguía la Regla de San Benito y dependía de un monasterio benedictino. Con las cruzadas, según esta teoría, el hospital italiano vino a menos mientras que el de Gerardo se benefició de la presencia de los cruzados y la gratitud hacia su hospitalidad. 74 HERNÁNDEZ CABOS, R. y RECIO CARDONA, R.: Coord.: Caballeros de la Edad Media. op. cit., 23. 9 Algunos autores en desacuerdo con la línea mayoritaria, afirman que la relación establecida entre el origen de los hospitalarios y la fundación amalfitana parece poco convincente. Según esta corriente, como prueba de ello los hospitalarios tuvieron como patrono a San Juan Bautista, mientras que el hospicio amalfitano estaba dedicado a San Juan de Alejandría. Los hospitalarios, además, adoptaron la Regla de San Agustín y su monasterio fue autónomo desde el inicio, mientras que el de los de Amalfi seguía la Regla de San Benito y dependía de un monasterio benedictino. Con las cruzadas, según esta teoría, el hospital italiano vino a menos mientras que el de Gerardo se benefició de la presencia de los cruzados y la gratitud hacia su hospitalidad. 10 R. HERNÁNDEZ CABOS, y R. RECIO CARDONA, Coord. Caballeros de la Edad Media, Barcelona, 2002, p. 23. M. RIVERA 78 RIVERA GARRETAS, M.: “El origen de la idea de orden militar en la historiografía reciente”. Acta Histórica et Archaeologica, 1 (1980), pp. 77-90. También ver MARTÍN RODÍGUEZ, J.L.: “Orígenes de las Ordenes Militares Hispánicas. La Orden de Santiago, en Alarcos 1195”. Actas del Congreso internacional conmemorativo del VIII centenario de la batalla. 1996, pp. 31-45. 111 Se habla que su origen se hermana con la hospedería que, hacia 1050, es atendida por una hermandad de benedictinos, aprobada por el Patriarca griego ortodoxo de la Ciudad Santa, que tiene como objetivo aliviar la suerte de los peregrinos pobres y enfermos de Jerusalén, que daría lugar a la Orden hospitalaria. Anexa a este hospital y a extramuros de la ciudad se haya o se funda una leprosería que, más tarde, tomaría el nombre de San Lázaro. Reconocida en 1120 por el Papa Calixto II (1119-1124) como orden, adquiere carácter de verdadera orden militar por virtud de la Bula “Cum a nobis”,otorgada por el Papa Alejandro IV, el 11 de abril de 1254, quien le da tal carácter y le cambia a la regla de San Basilio, pues hasta entonces seguía la regla de San Agustín. Respecto de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro de Jerusalén, para saber más de su historia, ver el interesante libro de MONTELLS y GALAN, J.M.: El hospital y la milicia de San Lázaro de Jerusalén. Una historia polémica. Sociedad Heráldica Española. Madrid. 1992. 121 Probablemente, la obra más importante, respecto a sus orígenes, es la de RILEY-SMITH, J.: The Knights of St. John in Jerusalem and Chipre, ca. 1050-1310, Londres, 1967. Del mismo autor: The Knights of St. John. En español, quizás la mejor obra que se ha escrito sobre ella en los últimos tiempos, haya sido el libro del doctor PAU ARRIAGA, A.: La Soberana Orden de Malta. Un milenio de fidelidad. Madrid, 1996, op. cit., sin olvidar el concienzudo estudio realizado por CEBALLOS-ESCALERA, A., SÁNCHEZ DE LEÓN, A. y PALMERO PÉREZ, D.: GARRETAS, “El origen de la idea de orden militar en la historiografía reciente”, en Acta Histórica et Archaeologica, 1 (1980), pp. 7790. También ver J. L. MARTÍN RODÍGUEZ, “Orígenes de las Ordenes Militares Hispánicas. La Orden de Santiago, en Alarcos 1195”, en Actas del Congreso internacional conmemorativo del VIII centenario de la batalla. 1996, pp. 31-45. 11 Respecto de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro de Jerusalén, para saber más de su historia, ver el interesante libro de J. M. MONTELLS y GALAN, El hospital y la milicia de San Lázaro de Jerusalén. Una historia polémica, Sociedad Heráldica Española, Madrid, 1992. 12 Probablemente, la obra más importante, respecto a sus orígenes, es la de J. RILEY-SMITH, The Knights of St. John in Jerusalem and Chipre, ca. 1050-1310, Londres, 1967. Del mismo autor: The Knights of St. John. En español, quizás la mejor obra que se ha escrito sobre ella en los últimos tiempos, haya sido el libro del doctor A. PAU ARRIAGA, La Soberana Orden de Malta. Un milenio de fidelidad, Madrid, 1996, op. cit.; sin olvidar el concienzudo estudio realizado por A. CEBALLOS-ESCALERA, A. SÁNCHEZ DE LEÓN, A. y D. PALMERO PÉREZ, La Orden de La Orden de Malta en España (1802-2002). Madrid, 2002, y la tesis doctoral de GONZÁLEZ CARBALLO, J.: La Orden de San Juan en Andalucía, siglos XIII-XVI. Universidad de Sevilla, 2002. Malta en España (1802-2002), Madrid, 2002, y la tesis doctoral de J. GONZÁLEZ CARBALLO, La Orden de San Juan en Andalucía, siglos XIII-XVI, Universidad de Sevilla, 2002. El nuevo caballero -cuyo cuerpo se recubre de una armadura de hierro, y su alma de una armadura de fe- no teme a nada, ni a la vida ni a la muerte, porque “Cristo es su vida; Cristo es la recompensa de su muerte”. Y les tranquiliza así: “Id, pues, con toda seguridad caballeros y afrontad, sin miedo, a los enemigos de la cruz de Cristo”... ¡Regocíjate, valeroso atleta, si sobrevives y eres vencedor en el Señor; regocíjate y glorifícate, más aún, si mueres y te reúnes con el Señor!100. cuyo cuerpo se recubre de una armadura de hierro, y su alma de una armadura de fe -no teme a nada, ni a la vida ni a la muerte, porque “Cristo es su vida; Cristo es la recompensa de su muerte”13. Y les tranquiliza así: “Id, pues, con toda seguridad caballeros y afrontad, sin miedo, a los enemigos de la cruz de Cristo”14. El Hospital, como orden exenta, precedió al Temple, puesto que, en 1113, el Papa Pascual II (1099-1118) emancipó a la Orden de San Juan de Jerusalén de toda tutela que no fuese la del Sumo Pontifice. En 1139, el Papa Inocencio II (1130-1148), a petición del II Maestre templario frey Roberto de Craon (1137-1149)103, concede la primera de más de cien disposiciones con las que distintos papas privilegian al Temple. Las principales órdenes militares y religiosas nacidas en esta época fueron: en Tierra Santa: los Pobres Soldados de Cristo (el Temple), nacida en 1118; la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén -más tarde de Rodas y Malta- en 1113, convertida en militar en 1136, al otorgarle el Papa Inocencio II la El Hospital, como orden autónoma, precedió al Temple, puesto que, en 1113, el Papa Pascual II (1099-1118) emancipó a la Orden de San Juan de Jerusalén de toda tutela que no fuese la del Sumo Pontífice15. En 1136, el Papa Inocencio II (1130-1143) otorga la confirmación 13 E. De SOLMS, Saint Bernard, Textes choisis et présentes par Dom J. Leclercq, Namur, 1958. También, A. DEMURGER, Auge y caída de los templarios, op. cit., p. 48. Es evidente que la militarización de la Orden corresponde a San Bernardo y por eso no es hasta la década de los 60 cuando los documentos pontificios empiezan a 100 CLAIRVAUX, B.: Liber ad Milites Templis De Laude Novae Militiae, c. 1128, en LECLERCQ, J. y ROCHAIS, H.M.: S. Bernardi Opera, vol. III, Roma, 1963, en SEWARD, D.: Los monjes de la guerra. Barcelona, 2004, p. 25. Como escribe LECLERCQ101, “San Bernardo ha compuesto una guía para los viajeros de Tierra Santa: más que animar a los guerreros, dirige a los peregrinos”. 101 LECLERCQ, J.: “Saint Bernard’s Attitude toward war”, Studies in Medieval Cistercian History, 2, Cistercian Studies, 24, 1976. considerar al Hospital como una institución propiamente militar. 14 Bernando de CLAIRVAUX, Liber ad Milites Templis De Laude Novae Militiae, c. 1128, en J. LECLERCQ, y H. M. ROCHAIS, S. Bernardi Opera, vol. III, Roma, 1963, en D. SEWARD, Los monjes de la guerra. Barcelona, 2004, p. 25. “San Bernardo ha compuesto una guía para los viajeros de Tierra Santa: más que animar a los guerreros, dirige a los peregrinos” J. LECLERCQ, “Saint Bernard’s Attitude toward war”, Studies in Medieval Cistercian History, 2, Cistercian Studies, 24, 1976. 15 Desde el punto de vista historiográfico, y prescindiendo de libros sensacionalistas o mal intencionados como el de Roger PEYREFITTE, Les Chevaliers de Malte. París, 1957, y de algunas de las clásicas como la de Agustín COY COTONAT, Historia de la ínclita y Soberana Orden Militar de San Juan de Jerusalém o de Malta. Madrid, 1913, poca bibliografía queda por delante para el tema que nos ocupa. Quizá el densísimo libro del erudito coronel de Intendencia de la Armada don Jaime Salvá escrito en la década de los cuarenta pueda servir de señalero pero, a pesar de sus cerca de quinientas páginas de apretujada letra, su propio título, Jaime SALVA La orden de Malta y las acciones navales contra turcos y berberiscos en los siglos XVI y XVII, Madrid, 1944. Limita el campo de acción a esos dos siglos donde, efectivamente, a las acciones militares por tierra sucederán en el tiempo las operaciones navales en el Mediterráneo, en las que, codo a codo con las fuerzas españolas, lucharán las escuadras de la Religión en sus campañas contra turcos y berberiscos, con todo el mar Mediterráneo de escenario histórico José CERVERA PERY, “La orden de Malta y la Armada: una vinculación histórica”, en Cuadernos monográficos del Instituto de Historia y Cultura Naval, Madrid, 23 (1994), pp. 9-18. Para el estudio de la primera época de la 118 Para el estudio de la primera época de la Orden de San Juan de Jerusalén, hasta la salida de Rodas, además de las obras citadas ver: ACTAS DEL PRIMER SIMPOSIO HISTÓRICO DE LA ORDEN DE SAN JUAN EN ESPAÑA (1990). Diputación Provincial de Toledo. Toledo. ATTARD, J.: The knights of Malta. (1992). Malta. ORCARIZ, M.: Epitome cronológico de todos los Grandes Maestres de la Sagrada Religión de San Juan jerosimilitana (1766). Antonio Castilla. Pamplona. PAU ARRIAGA, A.: La Soberana Orden de Malta. Un milenio de fidelidad. (1996). Prensa y Ediciones Iberoamericanas, S.L. Madrid. PAVLIDIS, V.: Rhodes a Story 1306-1522. (1999). Rodos Image. Rodas. PETIET. C.: Au temps des Chevaliers de Rhodes. (2000). París. RILEY SMITH, J.: Hospitallers. The history of the Order of St. John. (1999). Londres. SIRE, H.J.A.: The knights of Malta. (1996). New Haven. X JORNADAS DE HISTORIA MARÍTIMA. La Orden de Malta, la mar y la armada. (1994). Cuadernos monográficos del Instituto de Historia y Cultura Naval. Madrid. XXI JORNADAS DE HISTORIA MARÍTIMA. La Orden de Malta, la mar y la armada. (2000). Cuadernos monográficos del Instituto de Historia y Cultura Naval. Madrid. DE NARDELLI, M.: Le origini dei Cavalieri di Malta, Roma 1991. Barcelona. CIERBIDE MARTINENA, R.: Estatutos antiguos de la Orden de San Juan de Jerusalén. (1999). Pamplona. CONNELL, E.S.: Una crónica de las cruzadas. (2001). Barcelona. Orden de San Juan de Jerusalén, hasta la salida de Rodas, además de las obras citadas ver: J. ATTARD, The knights of Malta, Malta, 1992. M. ORCARIZ, Epitome cronológico de todos los Grandes Maestres de la Sagrada Religión de San Juan jerosimilitana, (1766). Antonio Castilla. Pamplona. A. PAU ARRIAGA, La Soberana Orden de Malta. Un milenio de fidelidad, Madrid, 1996. V. PAVLIDIS, Rhodes a Story 1306-1522, Rodos Image, Rodas, 1999. C. PETIET. Au temps des Chevaliers de Rhodes, París, 2000. J. RILEY SMITH, Hospitallers. The history of the Order of St. John, Londres, 1999. H. J. A. SIRE, The knights of Malta. New Haven, 1996. M. DE NARDELLI, Le origini dei Cavalieri di Malta, Roma, 1991. R. CIERBIDE MARTINENA, Estatutos antiguos de la Orden de San Juan de Jerusalén, Pamplona, 1999. E. S. CONNELL, Una crónica de las cruzadas, Barcelona, 2001. G. D'AU- confirmación del cuarto voto de armas. del cuarto voto de armas a la Orden del En 1138, ante la petición de Raimundo de Hospital. Puy, el Papa Inocencio II (1130-1143), aprueba que la Orden tenga como pabellón una bandera roja con la cruz blanca de San Jorge169. Del mismo modo el obispo de Roma, Celestino II (1143-1144) había despachado bula en San Juan de Letrán por la que se recibía bajo la inmediata protección de la Silla Apostólica a los caballeros y bienes del Hospital170. Una bula del Papa Alejandro III (1159-1181)171, en 1178, establece que, “de acuerdo con la costumbre de Raimundo”, los hermanos podían portar armas sólo mientras el estandarte de la cruz estuviese expuesto172. La Santa Sede173, reconoce “de iure” a la Orden el derecho a la actividad militar, por medio de la bula “Cum Ordine Vestrum”, en 1258. De este modo la orden hospitalaria adquirió el carácter de orden de caballería, y con ello se convirtió en un ente mixto, una orden militar y religiosa, que designa a su rector como “Maestre”. 206 Hasta el Capítulo de 1201, las únicas clases en las que se dividían los miembros de la Orden, eran hermanos de Convento y hermanos sirvientes o de oficio. La Santa Sede, reconoce “de iure” a la Orden el derecho a la actividad militar, por medio de la bula “Cum Ordine Vestrum”, en 1258. De este modo la orden hospitalaria adquirió el carácter definitivo de orden de caballería, y que designa a su rector como “Maestre”. Hasta ese momento las únicas clases en las que se dividían los miembros de la Orden eran hermanos de convento y hermanos de oficios. 3 En 1136, el Papa Inocencio II (1130-1143) otorga la confirmación del cuarto voto de armas a la Orden del Hospital. Su estructura militar se establece, “de iure”, en 1201. Hasta ese momento las únicas clases en las que se dividían los miembros de la Orden eran hermanos de convento y hermanos de oficios. A partir de ese año los hermanos A partir de ese año los hermanos caballeros caballeros constituyen una clase separada constituyen una clase separada de de capellanes y hermanos de oficios. capellanes y hermanos de oficios16. Finalmente, por la bula -datada durante el concilio de Benevento, el 15 de febrero de 1113, -intitulada Pie postulatio voluntatis143-, el Papa Pascual II (10991118) accedía a la demanda del venerable hijo Gerardo, de recibir bajo la protección de la Santa Sede, el Hospital y la iglesia de San Juan Bautista, de Jerusalén, quedando los mismos sustraídos de los avatares del Reino Latino de Jerusalén y sometiendo a todos sus miembros a una sola autoridad, mandando además que, después de los días de Gerardo (+1120), nadie pudiese tener la administración del Hospital, sino el que fuese elegido por los propios religiosos profesos presentes en la elección, con autonomía e independencia de los El 15 de febrero de 1113 el Santo Padre Pascual II, desde Benevento, dirigió al hermano Gerardo Tunc la Bula “Pie postulatio voluntatis”, que se considera la carta fundacional de la Orden, que concedía diversos privilegios a aquella “verdadera Casa de Dios” -como la llama accedía a la demanda del venerable hijo Gerardo, de recibir bajo la protección de la Santa Sede, el Hospital y la iglesia de San Juan Bautista, de Jerusalén. obispos144. De ello podemos deducir la existencia de una Regla, que no ha llegado hasta nosotros, y la de una comunidad dividida en dos categorías, profesos y no profesos. Del mismo modo ordena también que la Orden fuese exenta de pagar diezmos y que ninguna persona fuese osada de ocupar violentamente aquel Sacro Hospital de San Juan145. Del mismo modo decretaba la confirmación pontificia de los bienes recibidos e imponía la exención -al menos desde el punto de vista jurídico- respecto de los titulares de las sedes episcopales donde se hallan asentamientos de la Orden. La bula amplía y confirma los privilegios ya recibidos por parte de los príncipes y de los Patriarcas de Jerusalén, sancionando de un modo solemne un estado de hecho. La bula se refiere a las posesiones de la Orden “en Asia y en Europa”. También confirmaba la dependencia respecto al prepósito, de las casas fundadas en Occidente: Saint Gilles, en Francia y Asti, Pisa, Bari, Otranto, Tarento y Mesina, en Italia. En resumen, del análisis de esta bula, podemos afirmar que en ella se encuentran, por primera vez, los tres rasgos característicos de la Orden a lo largo de su historia: D'AUBIGNY, G.: Les Hospitaliers de Malte (1999). París. DORE, G.: Las Cruzadas. (2000). Barcelona. JAMES RESTON, Jr.: Guerreros de Dios. (2001). Barcelona. KOLLIAS, E.: The Knights of Rhodes. (1998). Atenas. LA ORDEN DE MALTA EN MALLORCA y EL MEDITERRÁNEO. (2000). Mallorca. LUPE DU GARRANE, J.B. de: Mémoires d’un chevalier de Malte. (2001). París. MÁRQUEZ DE CASTRO, M.: La jurisdicción de San Juan de Acre en Sevilla. (1998). Sevilla. MARROCCO TRISCHITTA, M.M.: Knights of Malta. A Legend Malta, la mar y la armada. (2000). Cuadernos monográficos del Instituto de Historia y Cultura Naval. Madrid. DE Del mismo modo ordena también que “la Orden fuese exenta de pagar diezmos y que ninguna persona fuese osada de ocupar violentamente aquel Sacro Hospital de San Juan”. En ella se mencionan los bienes que los hermanos poseían en diversos lugares, como Asti, Bari, Tarento y Messina, así como en la misma ciudad de Jerusalén, lo que nos pone en evidencia que la congregación ya estaba extendida por el occidente cristiano17. De aquella fecha es también la primera donación a la Orden de un monarca castellano, realizada por la reina doña Urraca, de la aldea de Paradinas, entre Salamanca y Arévalo18. BIGNY, Les Hospitaliers de Malte, París, 1999. G. DORE, Las Cruzadas, Barcelona, 2000. J. RESTON, Guerreros de Dios, Barcelona, 2001. E. KOLLIAS, The Knights of Rhodes, Atenas, 1998. J. B. DE LUPE DU GARRANE, Mémoires d’un chevalier de Malte, París, 2001. M. M. MARROCCO TRISCHITTA, “Knights of Malta. A Legend” Malta, la mar y la armada. (2000). Cuadernos monográficos del Instituto de Historia y Cultura Naval. Madrid. M. DE NARDELLI, Le origini dei Cavalieri di Malta, Roma, 1991. C. MORENES y MARIATEGUI, Historia resumida de la Soberana Orden de Malta, Madrid, 1995. D. NICOLLE, “Crusader Castles in the NARDELLI, M.: Le origini dei Cavalieri di Malta, Roma 1991. Barcelona. CIERBIDE MARTINENA, R.: Estatutos antiguos de la Orden de San Juan de Jerusalén. (1999). Pamplona. CONNELL, E.S.: Una crónica de las cruzadas. (2001). Barcelona. D'AUBIGNY, G.: Les Hospitaliers de Malte (1999). París. DORE, G.: Las Cruzadas. (2000). Barcelona. JAMES RESTON, Jr.: Guerreros de Dios. (2001). Barcelona. KOLLIAS, E.: The Knights of Rhodes. (1998). Atenas. LA ORDEN DE MALTA EN MALLORCA y EL MEDITERRÁNEO. (2000). Mallorca. LUPE DU GARRANE, J.B. de: Mémoires d’un chevalier de Malte. (2001). París. MÁRQUEZ DE CASTRO, M.: La jurisdicción de San Juan de Acre en Sevilla. (1998). Sevilla. MARROCCO TRISCHITTA, M.M.: Knights of Malta. A Legend Towards the Future. (1995). Roma. MORENES y MARIATEGUI, C.: Historia resumida de la Soberana Orden de Malta. (1995). Madrid. NICOLLE, D.: Crusader Castles in the Holy Land 1097-1192. (2004). Northants. NICOLLE, D.: Knight Hospitaller 1306-1565. (2001). Northants. NICOLLE, D.: Knight Hospiteller 1100-1306. (2001). Northants. OLDENBOURG, Z.: Las Cruzadas. París.1968 81 ARROYO DURÁN, F.: Codex Templi. Madrid, 2005, pp. 77-78. Holy Land 1097-1192”. Northants, 2004. D. NICOLLE, “Knight Hospitaller 1306-1565”, Northants, 2001. D. NICOLLE, “Knight Hospiteller 1100-1306”, Northants, 2001. Z. OLDENBOURG, Las Cruzadas, París, 1968. 16 F. ARROYO DURÁN, Codex Templi, Madrid, 2005, pp. 77-78. G. DUBY Le Dimanche de Bouvines, Paris, 1973, pp. 128137. D. SEWARD, Los monjes de la guerra, op. cit., pp. 176-177. 17 Hugo O’DONELL “La Soberana Orden de Malta y el mar” en Actas del primer simposium de la Orden de San Juan en España, Toledo, 2003, p. 237-245. 18 Jaime SALAZAR y ACHA “Los caballeros de San Juan y las distintas etapas desu actuación naval en la Edad Media” en La Orden de Malta la mar y la Armada (III). XLII Jornadas de Historia Marítima. Madrid, 2011, pp. 25-40, p. 27. Después de la muerte del hoy Beato Gerardo, fundador de la Orden, acaecida en el año 1120, le sucede en el gobierno de la Casa del Hospital Raimond de Puy (11201158/60)156, -Raimundo de Podio o Despuig, Raimundo Dupui, Raimundo del Puy o del Poggio-, de origen incierto, posiblemente francés, y compañero de armas de Godofredo de Bouillon, siendo el primero en llevar el título de Maestre. Durante su magisterio, de casi cuarenta años157, realizará la gran reforma del sistema reglar de la Orden sanjuanista. La colección de normas conocidas como “Regla de Raimundo de Podio”158 se ha conservado en numerosos manuscritos, siendo tres los fundamentales: una versión latina de 1253, otra promulgada por el Papa Bonifacio VIII (1294-1303), en 1300, para reemplazar a la que la Orden perdió en 1291 a raíz de la evacuación de Acre y una versión francesa de finales del XIII159. Este reconocimiento a los hospitalarios como una orden religiosa independiente, al servicio de los enfermos y pobres, vino acompañado posteriormente de la conformidad a su dedicación -dada por el Papa Gelasio II (1118-1119), en 1118146- y de la confirmación por el Papa Calixto II (1119-1124), en 1120, de sus especiales privilegios de exención eclesiástica147, a los que se sumaron otros muchos matices por numerosos pontífices148. Bajo la dirección del Beato Gerardo, se convirtió en una nueva orden religiosa que -teniendo como patrono a San Juan el Bautista- adquiere en breve tiempo tanta notoriedad como para ser llamada la “Sacra Religión”149. Más tarde se le reconocería por la Santa Sede el privilegio de no reconocer más autoridad que la del Papa150. En un principio su hábito es Pocos años después, en 1118 o 1120, moría el Beato Gerardo, y era elegido su sucesor Raimundo de Puy (1120-1158/60) 19, compañero de armas de Godofredo de Bouillon, quien, siendo el primero en llamarse Maestre y “siervo de los pobres de Cristo y Guardián del hospital de San Juan de Jerusalén” 20, estableció la Primera Regla de la Orden que fue aprobada por el Papa Calixto II en 1120 y que se inspiraba en San Agustín y abandonaba la obediencia benedictina. Según la Regla, todos los frailes debían pronunciar los tres votos de castidad, pobreza y obediencia y el especial de “ser siervo y esclavo de nuestros señores los enfermos”21. La colección de normas conocidas como “Regla de Raimundo de Podio” se ha conservado en numerosos manuscritos, una versión latina de 1253, otra promulgada por el Papa Bonifacio VIII (1294-1303), en 1300, para reemplazar a la que la Orden perdió en 1291 a raíz de la evacuación de Acre y una versión francesa de finales del XIII22. Este reconocimiento a los hospitalarios como una orden religiosa independiente, al servicio de los enfermos y pobres, vino acompañado posteriormente de la conformidad a su dedicación -dada por el Papa Gelasio II (1118-1119), en de la confirmación por el Papa Calixto II (11191124), en 1120, de sus especiales privilegios de exención eclesiástica23, a los que se sumaron otros muchos matices por numerosos pontífices. Más tarde se le reconocería por la Santa Sede el privilegio de no reconocer más autoridad que la del Papa. En un principio su hábito es 156 El jesuita Miguel de Oscariz incluye entre ambos rectores del Hospital a F.D. Rugerio, como segundo rector del susodicho Hospital de Jerusalén, atribuyéndole a él, la implantación de subsedes en las ciudades de Bethelem, Antioquia, Crac, Margat y Acre. DE OSCARIZ, M.: Epitome cronológico de todos los Grandes Maestres de la sagrada religión de San Juan Jerosimilitano, que ahora se llaman de Malta. Pamplona, 1766, pp. 4 y 5. 157 PARDO DE TERÁN, F. y BOVER, J.M.: op. cit., p. 82. 34 SAN AGUSTÍN, Ep. 220, II, en BUENO PIMIENTA, F.: “Carisma y espiritualidad de la Orden de San Juan”. Archivo Hispalense, 2003-2004, p. 365. 146 CALVO y JULIÁN, V.: op. cit., p. 256. Véase también, GUERRERO VENTAS, P.: El Gran Priorato de San Juan en el Campo de La Mancha, p. 35. 19 M. DE OSCARIZ, Epitome cronológico de todos los Grandes Maestres de la sagrada religión de San Juan Jerosimilitano, que ahora se llaman de Malta. Pamplona, 1766, pp. 4 y 5. 20 F. PARDO DE TERÁN, y J. M. BOVER, Memoria de la Orden de San Juan de Jerusalén. Madrid, 1853, p. 82. La consideración de Gran Maestre comenzó algo después y en todo caso Fray Raimundo de Podio inauguro la nómina de Grandes Maestres del Hospital. Ver Julián RODERO CARRASCO “Grandes Maestres de la Orden de Malta” en Actas del primer simposium de la Orden de San Juan en España, Toledo, 2003, pp. 547-550. 21 Sobre la promulgación de la Regla Primitiva, así como de su naturaleza no hay una opinión unánime entre la historiografía. El trabajo más importante es el de E. NASALLI ROCA “Origine et evolution de la Regle et des Status” en Annales de l’OSM de Malte, nº 3 (1961) y 4 (1962). Anterior es el trabajo de J. DELAVILLE LE ROULX, “Les status de l’Orden de Saint Jean de Jerusalem” en Bibliotheque de l’Ecole des Chartes, 48 (1887), pp. 341-356. La polémica está recogida en Antonio LINAGE CONDE, “Tipologia de la vida religiosa en las Ordenes Militares” en Anuario de Estudios Medievales, 11 (1981), pp. 43 y 44. 22 F. BUENO PIMIENTA, “Carisma y espiritualidad de la Orden de San Juan”. Archivo Hispalense, op. cit., p. 356. 23 V. CALVO y JULIÁN, Ilustración canónica e Historial de los Privilegios de la Orden de San Juan, Madrid, 1777, p. 256. negro y sobre él, en la parte izquierda del negro y sobre él, en la parte izquierda del pecho, llevan una sencilla cruz griega de pecho, llevan una sencilla cruz griega de color blanca. color blanca. Gran parte de los privilegios papales concedidos al Temple -y posteriormente a las distintas órdenes militares de Tierra Santa, especialmente a la Orden de San Juan del Hospital de Jerusalén- los comparte con los que previamente el papado había concedido al Cister. Más tarde las demás órdenes militares también son eximidas de pagar impuestos. El Papa Adrián IV (11541159), confirmó a templarios y hospitalarios en sus privilegios, concediéndoles inmunidad de impuestos y contribuciones, incluso los que el papado percibe del clero (anatas, décimas). Esta fiscalidad se justifica por las necesidades de la cruzada, por tanto es normal que las órdenes escapen a ella. Estos privilegios ocasionan numerosos conflictos con los seculares, a veces violentos. A mediados del siglo XII, los principales caracteres internos de las órdenes militares, especialmente templarios y hospitalarios, están fijados. Las reglas y los privilegios han sido codificados; se ha definido su doble vocación militar y religiosa; y el pueblo cristiano lo ha comprendido, como testimonia la oleada de donaciones. Es tal el peso específico que las órdenes tienen en el mundo cristiano y más específicamente en Ultramar, que las tres llaves del tesoro real del Reino de Jerusalén, fueron confiadas al Patriarca y a los maestres del Temple y del Hospital; un buen símbolo de su poder. Del mismo modo, la mayor parte de los tesoros reales de Europa son confiados a caballeros de ambas órdenes109 Posteriormente fue fundamental la influencia del cister. El Papa Adrián IV (11541159), confirmó a los hospitalarios en sus privilegios, concediéndoles inmunidad de impuestos y contribuciones, incluso los que el papado percibe del clero (anatas, décimas) en razón de la cruzada. Estos privilegios les ocasionaron numerosos conflictos con los seculares, a veces violentos. A mediados del siglo XII, los principales caracteres internos de las órdenes militares, están fijados. Las reglas y los privilegios han sido codificados; se ha definido su doble vocación militar y religiosa; y recibieron una oleada de donaciones24. Es tal el peso específico que las órdenes tienen en el mundo cristiano y más específicamente en Ultramar, que las tres llaves del tesoro real del Reino de Jerusalén, fueron confiadas al Patriarca y a los maestres del Temple y del Hospital; un claro símbolo de su poder. II. EL HOSPITAL DE SAN JUAN ES “LA RELIGIÓN” La inestable situación política y los continuos episodios bélicos en Tierra Santa, a los que se le sumó la desastrosa derrota y aniquilamiento de la caballería normanda -el más prestigioso de los contingentes cristianos en Ultramar- en la batalla de los Campos de Sangre167, obligó a la Orden, ya bajo su segundo titular frey Raymundo de Puy (1120-1158/60), a asumir funciones militares168, para laprotección de los enfermos y peregrinos. Fue la inestable situación política lo que obligó a la Orden, ya bajo su segundo titular frey Raymundo de Puy, a asumir funciones militares25, para la protección de los enfermos y peregrinos. En 1138, ante la petición de Raimundo de Puy, el Papa Inocencio II (1130-1143), aprueba que la Orden tenga como pabellón una bandera roja con la cruz blanca de San Jorge169. Del mismo modo el obispo de Roma, Celestino II (1143-1144) había despachado bula en San Juan de Letrán por la que se recibía bajo la inmediata protección de la Silla Apostólica a los caballeros y bienes del Hospital170. Una bula del Papa Alejandro III (1159-1181)171, en En 1138, ante la petición de Frey Raimundo fija estatutariamente como emblema, la cruz blanca de ocho puntas26 sobre el hábito negro de la Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, el Papa Inocencio II (1130-1143), aprueba que la Orden tenga como pabellón una bandera roja con la cruz blanca de San Jorge27. Del mismo modo Celestino II (11431144) había despachado bula en San Juan de Letrán por la que se recibía bajo la inmediata protección de la Silla Apostólica a los caballeros y bienes del Hospital. Una bula del Papa Alejandro III (1159-1181), en 24 Antonio CABRERA Y DELGADO, “Espiritualidad y religiosidad de la Orden de San Juan” en Actas del primer simposium de la Orden de San Juan en España, Toledo, 2003, pp. 179-200. 168 FOREY, A.: “The militarization of the 25 A. FOREY, “The militarization of the HOSPITAL of St. John” en Studia Monástica Hospital of St. John” en Studia Monástica XXVII (1984), pp. 75-89. Ver sobre este XXVII (1984), pp. 75-89. asunto la obra de GARCÍA-GUIJARRO RAMOS, L.: Papado, Cruzadas…, pp. 142-148, en BUENO PIMIENTA, F.: “Carisma y espiritualidad de la Orden de San Juan”. Archivo Hispalense, op. cit., p. 369. 163 Esta cruz, llamada posteriormente Cruz 26 Gaceta de la Fundación hospitalaria de Malta, es en España el emblema de la de la Orden de Malta en España. nº 26, junio Sanidad Militar. CARRERO BLANCO, L.: 2001, p. 19. L. CARRERO BLANCO, Lepanto, Lepanto. Navarra, 1971, p. 23. Navarra, 1971, p. 23. 169 GALIMARD FLAVIGNY, B.: Les Chevaliers 27 B. GALIMARD FLAVIGNY, Les de Malte. Des homes de fer et de foi. Chevaliers de Malte. Des homes de fer et de Gallimard. Francia. 2005, p. 18. foi. Gallimard. Francia. 2005, p. 18. 1178, establece que, “de acuerdo con la costumbre de Raimundo”, los hermanos podían portar armas sólo mientras el estandarte de la cruz estuviese expuesto172. La Santa Sede173, reconoce “de iure” a la Orden el derecho a la actividad militar, por medio de la bula “Cum Ordine Vestrum”, en 1258. 1178, establece que, “de acuerdo con la costumbre de Raimundo”, los hermanos podían portar armas sólo mientras el estandarte de la cruz estuviese expuesto28. El ejercicio de las armas para la defensa de las Casas de la Orden, de los cristianos y de los peregrinos, tenía dos importantes restricciones: no rehuir el combate y no levantarse contra ningún rey cristiano29. El Rey Fulco de Jerusalén, en 1137, donó al Hospital la estratégica fortaleza de Beit Jibelin en la ruta de Ascalón a Hebrón. Con su defensa en la frontera de Egipto, comenzó el Hospital a tomar un papel decisivo en las empresas militares de Palestina. En 1142, el conde Raimundo de Trípoli cede a la Orden de San Juan la fortaleza del Crak, en Siria central. Los hospitalarios, gracias a su espíritu constructor, añadieron inexpugnables fortificaciones al original baluarte. Poco más tarde, en 1153, veremos por ello a los hospitalarios participar en el asedio de Ascalón, hasta su definitiva conquista. Ahora bien, no será hasta el siglo XIII donde encontremos la mención a “la defensa de la fe” inserta como punto primero de la Regla; hecho acaecido, probablemente, durante el magisterio de Alfonso de Portugal (12031206) al frente del Hospital. Será en los Estatutos de 1206, donde ya queda perfectamente definida la militarización de la Orden183. En 1203184, No será, sin embargo, hasta el siglo XIII cuando encontremos la mención a “la defensa de la fe” inserta como punto primero de la Regla; hecho acaecido, probablemente, durante el magisterio de Alfonso de Portugal (1203-1206) al frente del Hospital. el Maestre Alfonso de Portugal (1203-1206) ordena una traducción de la legislación sanjuanista a las lenguas vulgares; y en los Estatutos redactados entre 1204-1206, surgidos a raíz de la crisis que supuso en el seno de la Orden la pérdida de Jerusalén, se definen la estructura de los órganos centrales de gobierno de la Orden, haciendo especial hincapié en el aspecto militar de los religiosos del Hospital. En ellos se recoge la exigencia de la condición de noble para la admisión a la Orden con el rango de caballero185. Los aspirantes al hábito de la “Sagrada Religión”, término por el que también era conocida en aquellos tiempos la Orden, debían someterse a una serie de “pruebas”. En los Estatutos redactados entre 1204120630, surgidos a raíz de la crisis que supuso en el seno de la Orden la pérdida de Jerusalén, se definen la estructura de los órganos centrales de gobierno de la Orden, haciendo especial hincapié en el aspecto militar de los religiosos del Hospital31. En ellos se recoge la exigencia de la condición de noble para la admisión a la Orden con el rango de caballero32. Los aspirantes al hábito de la “Sagrada Religión”, término por el que también era conocida en aquellos tiempos la Orden, debían someterse a una serie de “pruebas” de carácter nobiliario religioso y social. 172 SEWARD, D.: Los monjes de la guerra, 28 D. SEWARD, Los monjes de la guerra, op. cit., p. 50. Barcelona, 2004, p. 50. 29 Hugo O’DONNELL, “La Orden de Malta Milicia y servicio” en Revista de Historia militar, año XLIV, Madrid, 2000, pp. 8398, p. 86. 183 GARCÍA-GUIJARRO RAMOS, L.: Papado, 30 Luis GARCÍA-GUIJARRO RAMOS, Papado, Cruzadas…, p. 147, en BUENO PIMIENTA, F.: Cruzadas…, p. 147, en F. BUENO PIMIENTA, “Carisma y espiritualidad de la Orden de San “Carisma y espiritualidad de la Orden de San Juan”. Archivo Hispalense, op. cit., p. 370. Juan”. Archivo Hispalense, op. cit., p. 370. DELAVILLE LE ROULX, J.: op. cit., pp. 107-108, pièce nº 130 ; et t. II,PIERRENDON, M.: op. cit.,p. XXIII. 184 Este año, en julio, se produce el primer 31 A. J. FOREY, “The Militarisation of the ataque de los cruzados, componentes de la Hospital of St. John” en Studia Monastica, 26 cuarta cruzada, para tomar Constantinopla. (1984) pp. 75-89. Hecho que se producirla al año siguiente, el 12 de abril de 1204, luego de una cruel matanza de sus habitantes y el saqueo de sus tesoros. A partir de éste momento la gran mayoría de cristianos que viajaban a Oriente, se establecía en los territorios del antiguo Imperio Bizantino, por ser tierra con más oportunidades, en perjuicio de Tierra Santa, que veía como el número de cruzados descendía alarmantemente y con ello sus efectivos militares. READ, P.P.: op. cit., pp. 276 y ss. 185 DELAVILLE LE ROULX, J.: op. cit., t. I, pp. 32 J. DELAVILLE LE ROULX, Cartulaire 107-108, pièce nº 130 ; et. t. II, pp. 31-40. Generale de l’Orden des Hospitaliers de PIERRENDON, M.: op. cit., p. XXIII. Saint Jean de Jerusalem, 4 vol., Paris, 18941906, t. I, pp. 107-108, pièce nº 130; et. t. II, pp. 31-40. Tanto la Regla como los Estatutos conformarán el “corpus legislativo” por el que se regirá la Orden del Hospital. Los Estatutos serán fruto de las decisiones y acuerdos tomados en los Capítulos Generales, por el Maestre y los miembros capitulares. Con el Maestre Jobert (11721177) comienzan estas disposiciones que afectan solamente al buen gobierno de la Casa Madre. En 1182180, durante el magisterio de Roger de Les Moulins (11771187) tiene lugar la convocatoria y celebración de un Capítulo General, donde se adoptarán nuevas disposiciones relativas a la centralización del poder y a la dependencia económica entre los distintos prioratos de la Orden y la Casa del Hospital. Tanto la Regla como los Estatutos conformarán el “corpus legislativo” por el que se regirá la Orden del Hospital. Los Estatutos serán fruto de las decisiones y acuerdos tomados en los Capítulos Generales, por el Maestre y los miembros capitulares. Con el Maestre Jobert (11721177) comienzan estas disposiciones que afectan solamente al buen gobierno de la Casa Madre. En 118233, siendo Maestre Roger de Les Moulins (1177-1187) tiene lugar la convocatoria y celebración de un Capítulo General, donde se adoptarán nuevas disposiciones relativas a la centralización del poder y a la dependencia económica entre los distintos prioratos de la Orden y la Casa del Hospital. El primero de mayo de 1187, el Maestre hospitalario frey Roger de Moulins (11771187) se había enfrentado en batalla a Saladino34, en el combate de Cresson, en el que alcanzo la muerte de una lanzada en el pecho junto a una cincuentena de sus caballeros. A esta derrota se siguió la de los Cuernos de Hattin, el 4 de julio de 118735. En ella el sultán Saladino, toma prisionero al rey de Jerusalén, Guido de Lusignan, y a los principales barones, dando la orden expresa de la ejecución de todos los caballeros de las órdenes del Hospital y del Temple que habían caído prisioneros. El maestre del Hospital, Guarner de Nablus, recién elegido, pudo huir a caballo de la batalla con un puñado de los suyos, refugiándose en la ciudad de Ascalón. Esta terrible derrota supuso para la Orden un auténtico descalabro. Pese a la resistencia, la Ciudad Santa fue conquistada el 2 de octubre por los musulmanes. El maestre hospitalario frey Godofredo de Duison (1193-1202), con Acre ya designada capital del Reino de Jerusalén, traslada el Convento desde Margat. Esto motiva la construcción de una iglesia dedicada a San Juan Bautista, tan grandiosa, que la ciudad comenzó a llamarse San Juan de Acre204. 203 RESTON, J.: op. cit., pp. 57-61. 204 Sería muy interesante analizar en otro momento si la extraterritorialidad de los barrios que las distintas potencias de la época tenían en Acre, alcanzaba a los sectores adscritos a las órdenes militares, y más concretamente a la de San Juan de Jerusalén. 201 Salah al-Din Yusuf, Saladino para los francos, era rey de Damasco desde 1174 y de Alepo desde 1181. OLDENBURG, Z.: Las cruzadas. op. cit., pp. 318 y ss. Ver también, ALI, T.: El libro de Saladino. (2002). Barcelona. AMIN MAALUF: Las cruzadas vistas por los árabes. (1968). Madrid. JAIME SALAZAR ACHA LOS CABALLEROS DE SAN JUAN Y LAS DISTINTAS ETAPAS DE SU ACTUACIÓN NAVAL EN LA EDAD MEDIA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL La Religión, se mantuvo algunos años en Palestina gracias a su extraordinaria red de castillos y fortalezas: Margat, el Crac, etc. y luego, tras la conquista de Acre por Ricardo Corazón de León, en 1191, se estableció en esta ciudad, donde residió el Maestre sanjuanista hasta la caída de este último bastión del Reino Latino en 1291. El Maestre hospitalario frey Godofredo de Duison (1193-1202), con Acre ya designada capital del Reino de Jerusalén, traslada el Convento desde Margat. La Orden, durante este período, construyó allí un importante hospital y una magnífica iglesia dedicada a San Juan Bautista que dio el nuevo nombre de la ciudad: San Juan de Acre. 33 34 P. P. READ, op. cit., p. 276. J. RESTON, op. cit., pp. 57-61. 35 Z. OLDENBURG, Las cruzadas. op. cit., pp. 318 y ss. Ver también, T. ALI, El libro de Saladino. Barcelona, 2002. AMIN MAALUF, Las cruzadas vistas por los árabes, Madrid, 1968. 63, 2011, PÁGS. 25-40 III. Pero este asentamiento de la Orden en Acre, la antigua Ptolomaida, que era el puerto más importante de Tierra Santa, supuso además para la Orden del Hospital la causa originaria de su futura reconversión, pues con ello se sentaron las bases de su ulterior actividad naval militar, cuya primera operación fue en 1219, el cerco de la plaza de Damieta, en Egipto, por una escuadra cristiana enviada por las ciudades de Génova y Pisa, y en la que participaron activamente los caballeros hospitalarios. Naturalmente, la participación de los caballeros de la Orden en esta expedición naval no supone, de ningún modo, su implicación en actividades marineras; pero, ciertamente, no es disparatado pensar que este primer contacto con la marina pudo muy bien abrir los ojos a los caballeros sobre las enormes posibilidades y ventajas de esta otra forma de actuación en materia militar. LA ORDEN SE HACE MARINERA Acre la antigua Ptolomaida, que era el puerto más importante de Tierra Santa, supuso además para la Orden del Hospital la causa originaria de su futura reconversión, pues con ello se sentaron las bases de su ulterior actividad naval, cuya primera operación fue en la Quinta Cruzada, en 1219, en el cerco de la plaza de Damieta, en Egipto, por una escuadra cristiana enviada por las ciudades de Génova y Pisa, y en la que participaron activamente los caballeros hospitalarios. Naturalmente, la participación de los caballeros de la Orden en esta expedición naval no supone su inmediata conversión en una Orden marinera pero sirvió para mostrar a los caballeros las enormes posibilidades de esta otra forma de actuación militar. Los hospitalarios poseían encomiendas y hospicios además de en los puertos de Palestina, en los puertos de grandes ciudades europeas como Mesina, Barí, Pisa, Nápoles, Génova, Barcelona, Londres, Lisboa, Arles, Marsella, etc. El tráfico entre estos puertos fue efectuado inicialmente por naves de la República de Venecia, después por naves fletadas por los caballeros de la Orden y más tarde por navíos de su propiedad. Al propio tiempo navíos de carga y para el transporte de pasajeros eran escoltados por los caballeros. Un tiempo después los caballeros de San Juan, en 1124, se integran en una poderosa flota cristiana que ocupaba el puerto y la ciudad de Tiro36. La Orden, sin poseer naves propias, se venía ocupando durante todo este siglo, eficazmente, del transporte de peregrinos y enseres a Tierra Santa, para lo que existía un Ciertamente que la Orden, sin poseer naves propias, se venía ocupando durante todo este siglo XII, eficazmente, del transporte de peregrinos y enseres a Tierra Santa, para lo caballero responsable que ostentaba el título de «comendator navium». Se realizaban al año dos expediciones, en primavera y otoño, y se hacían en naves arrendadas que solían partir de Marsella, Valencia o Messina. Por ello, sabemos que el emperador alemán Federico Barbarroja, en 1158, había eximido a la Orden de todos los impuestos de puertos y puentes en el imperio. que existía un caballero responsable que ostentaba el título de comendator navium. Se realizaban al año dos expediciones, en primavera y otoño, y se hacían en naves arrendadas que solían partir de Marsella, Valencia o Messina. El Emperador alemán Federico Barbarroja, en 1158, había eximido a la Orden de todos los impuestos de puertos y puentes en el Imperio. JOSÉ CERVERA PERY LA ORDEN DE MALTA Y LA ARMADA; UNA VINCULACIÓN HISTÓRICA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 9-18 En 1158 Federico Barbarroja eximía a la Orden de toda clase de tasas para el uso de puertos, puentes y navíos del Imperio. En la cruzada de Amalrico de Jerusalén contra Egipto en 1163 numerosas naves y caballeros sanjuanistas constituían una parte muy importante de la armada real que tuvo pérdidas muy graves. Las tropas de la Orden (AL TRATARSE DE UNA CONFERENCIA NO INCLUYE NOTAS) En la cruzada de Amalrico de Jerusalén contra Egipto en 1163 numerosas naves y caballeros sanjuanistas constituían una parte muy importante de la armada real que tuvo pérdidas muy graves. Las tropas de la Orden 36 José CERVERA PERY, “La orden de Malta y la Armada: una vinculación histórica”, en Cuadernos monográficos del Instituto de Historia y Cultura Naval, Madrid, 23 (1994), p. 11. (EL FIRMANTE SE LIMITA A REFERIR DE DONDE TOMA LOS PÁRRAFOS, PERO SIN RESPETAR EL DERECHO DE CITA AL NO ENTRECOMILLAR TODO LO QUE REPRODUCE LITERALMENTE DE LA CONFERENCIA DE JOSÉ CERVERA) participaron también en la campaña naval y participaron también en la campaña naval y anfibia de 1164 a 1169. Pero la primera anfibia de 1164 a 1169. Pero la primera presencia de las naves militares de la Orden data de 1165 cuando una galera militar transportó al Papa Alejandro III y a su curia a Montpellier desafiando la presencia de las galeras enemigas de Pisa. presencia de las naves militares de la Orden data de 1165 cuando una galera militar transportó al Papa Alejandro III y a su curia a Montpellier desafiando la presencia de las galeras enemigas de Pisa, al servicio del Emperador, entonces en guerra contra el Pontífice37. JAIME SALAZAR ACHA lOS CABALLEROS DE SAN JUAN Y LAS DISTINTAS ETAPAS DE SU ACTUACIÓN NAVAL EN LA EDAD MEDIA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 25-40 Otro documento de 1233 nos refiere el Un documento de 1233 nos refiere el acuerdo de la Orden en aquel año, con el acuerdo de la Orden en aquel año, con el concejo de Marsella, para regular el concejo de Marsella, para regular el transporte de viajeros. transporte de viajeros, permitiéndoles cargar y descargar dos veces al año una nave de la propiedad de Orden dentro del puerto de Marsella. De otra parte los sanjuanistas podían entrar en el puerto con otra nave de la Orden pero sin transportar mercancías ni peregrinos. Y sabemos que en 1246, la Orden contrató en Marsella el arriendo de 20 naves con objeto de trasladar a San Luis, rey de Francia, y a sus caballeros a oriente. Su nave más grande, llamada la Condesa, podía transportar cómodamente a 1.500 personas. Dos años después, con esta misma flota, la Orden participaría en la cruzada de San Luis contra Egipto. Similares contratos eran estipulados también con los puertos de Italia y España. Y sabemos que en agosto de 1246 la Orden contrató en Marsella el arriendo de veinte naves con objeto de trasladar a San Luis, rey de Francia, y a sus caballeros a Oriente. Su nave más grande, llamada “La Condesa”, podía transportar cómodamente a 1.500 personas. Pero la Orden no solo actuaba en Tierra Santa. Así por ejemplo fue muy importante la participación de los hospitalarios en la lucha por el Estrecho de Gibraltar, en tiempos del rey Alfonso XI de Castilla, poniendo de manifiesto el apoyo de los hospitalarios a la Monarquía castellana, cuando sus intereses eran convergentes38. RAFAEL PÉREZ PEÑA LA SOBERANA ORDEN DE MALTA A TRAVÉS DE DIEZ SIGLOS DE HISTORIA Y SU RELACIÓN CON LA ACCIÓN HUMANITARIA TESIS DOCTORAL UNIVERSIDAD DE MÁLAGA 2009 Más tarde a éstos ingresos se le unieron los producidos por el transporte de mercancías y peregrinos a bordo de las naves de la Orden que, dos veces al año, hacían el viaje a Ultramar, partiendo de los puertos del levante español, sur de Francia o Italia. De manera regular, al ritmo de los barcos de Marsella o de Bari, los templarios transferían al Oriente hombres, caballos, víveres, armas y dinero. Según MARTÍNEZ ESTERUELAS, el origen de la flota hospitalaria estuvo basado en el transporte de peregrinos, más seguro y a un precio menor que el de los italianos1254, dato verosímil por las exenciones que las órdenes militares obtuvieron Fueron muy importantes los ingresos producidos por el transporte de mercancías y peregrinos a bordo de las naves de la Orden que, dos veces al año, hacían el viaje a Ultramar, partiendo de los puertos del levante español, sur de Francia o Italia. De manera regular, al ritmo de los barcos de Marsella o de Bari, los templarios transferían al Oriente hombres, caballos, víveres, armas y dinero. Según Martínez Esteruelas, el origen de la flota hospitalaria estuvo basado en el transporte de peregrinos, más seguro y a un precio menor que el de los italianos39, dato verosímil por las exenciones que las órdenes militares obtuvieron 37 Jaime SALAZAR y ACHA, “Los caballeros de San Juan y las distintas etapas de su actuación naval en la Edad Media” en La Orden de Malta la mar y la Armada (III). XLII Jornadas de Historia Marítima. Madrid, 2011, p. 28. 38 Salvador de MOXO, “Relaciones entre la Corona y las Ordenes Militares en el reinado de Alfonso XI” en VII Centenario del Infante D. Fernando de la Cerda1275-1975, Madrid, 1976, pp. 117-158. 254 MARTÍNEZ ESTERUELAS, C.: Los 39 C. MARTÍNEZ ESTERUELAS, Los Caballeros del Templo de Salomón, Caballeros del Templo de Salomón, Barcelona, 1994, p. 110. Barcelona, 1994, p. 110. de las ciudades portuarias, como fue el caso de Marsella1255 o más tarde la propia corona de Aragón1256. El mismo autor señala que la flota hospitalaria era más poderosa que la templaría, ya que, según él, el Hospital alcanzó veintidós grupos navales1257. Esta afirmación se ve confirmada documentalmente por TORRES MUÑOZ1258. de las ciudades portuarias, como fue el caso de Marsella40 o más tarde la propia corona de Aragón41. El mismo autor señala que la flota hospitalaria era más poderosa que la templaría, ya que, según él, el Hospital alcanzó veintidós grupos navales. Esta afirmación se ve confirmada documentalmente por Torres Muñoz42. Es de suponer que la ida y venida de peregrinos y mercancías a Ultramar originaba un flujo que consistía en traspaso de viajeros y suministros a Tierra Santa, beneficios acorde a los riesgos, inversión en infraestructuras, gastos corrientes y retornos de capitales, para lo cual, o bien se hacían prestamos reembolsables en París o Londres, o bien se compraban materias primas en Ultramar. Es de suponer que la ida y venida de peregrinos y mercancías a Ultramar originaba un flujo que consistía en traspaso de viajeros y suministros a Tierra Santa, beneficios acorde a los riesgos, inversión en infraestructuras, gastos corrientes y retornos de capitales, para lo cual, o bien se hacían préstamos reembolsables en París o Londres, o bien se compraban materias primas en Ultramar. En 1248, durante el magisterio de frey De Chateauneuf (1243-1258), el Papa Inocencio IV (1243-1254) autorizó a los caballeros hospitalarios en servicio activo que llevaran, en lugar de la túnica, una cota de armas negra por encima de la armadura; en 1259, el Papa Alejandro IV (1254-1261) cambió el negro por rojo187, color que ha mantenido el uniforme de la Orden hasta nuestros días. El hábito de iglesia, sin embargo, es de color negro. La bandera de la Orden, roja con cruz blanca, ya se usaba desde el siglo XII188. En 1248, durante el magisterio de frey De Chateauneuf (12431258), el Papa Inocencio IV (1243-1254) autorizó a los caballeros hospitalarios en servicio activo que llevaran, en lugar de la túnica, una cota de armas negra por encima de la armadura; en 1259, el Papa Alejandro IV (1254-1261) cambió el negro por rojo, color que ha mantenido el uniforme de la Orden hasta nuestros días. El hábito de iglesia, sin embargo, es de color negro. La bandera de la Orden, roja con cruz blanca, ya se usaba desde el siglo XII43. En 1265, Baybars, sultán mameluco de Egipto, toma el castillo de Arzuf. La pérdida fue catastrófica para el Hospital, más de la mitad de los caballeros hospitalarios que luchaban en Tierra Santa fueron apresados o muertos. Cinco años después caía la fortaleza del Krak, tras una fiera resistencia. En 1285 Margat fue arrasada. En una lucha épica de cinco semanas, los vigorosos y constantes asaltos infieles, agravados por minas y catapultas, obligaron a la capitulación de los últimos caballeros hospitalarios que, con sus armas y En 1265, Baybars, sultán mameluco de Egipto, toma el castillo de Arzuf. La pérdida fue catastrófica para el Hospital, más de la mitad de los caballeros hospitalarios que luchaban en Tierra Santa fueron apresados o muertos. En 1271 caía en poder de los musulmanes el Krak de los caballeros, la fortaleza más emblemática de los hospitalarios en Tierra Santa, y unos años después, en 1285, el castillo de Margat. Más tarde, a pesar de la muerte heroica de muchos templarios y hospitalarios, en mayo de 1289, luego de un mes de furiosos pertenencias, se retiraron a Tortosa. Más tarde, a pesar de la muerte heroica de muchos templarios y hospitalarios, en mayo de 1289, luego de un mes de furiosos combates, sucumbe Trípoli… Ante las incontenibles acometidas musulmanas, la Orden se prepara para lo peor, en el último baluarte de Tierra Santa: San Juan de Acre. En 1291, las últimas posiciones cristianas también fueron conquistadas por el Islam, después de una épica defensa de San Juan de Acre207. combates, sucumbe Trípoli… Ante las incontenibles acometidas musulmanas, la Orden se prepara para lo peor, en el último baluarte de Tierra Santa: San Juan de Acre. 1255 En 1234, el Hospital arrancó a la municipalidad de Marsella la autorización para realizar dos viajes al año con navíos partiendo de este puerto sin pagar derechos de exportación. DELAVILLE, Cartulaire II, op. cit., p. 2067 1256 El Rey Jaime I, en 1262, otorgó a los hospitalarios de la Corona de Aragón, poder para despachar dos barcos al año libres de derechos. TORRES MUÑOZ DE MORALES, I.: op. cit., p. 190. 1258 TORRES MUÑOZ DE MORALES, I.: op. cit., p. 189. 169 GALIMARD FLAVIGNY, B.: Les Chevaliers de Malte. Des homes de fer et de foi. Gallimard. Francia. 2005, p. 18. 40 En 1234, el Hospital arrancó a la municipalidad de Marsella la autorización para realizar dos viajes al año con navíos partiendo de este puerto sin pagar derechos de exportación. DELAVILLE, Cartulaire II, op. cit., p. 2067. 41 I. TORRES MUÑOZ DE MORALES, Los templarios y el origen de la banca, Madrid, 2004, p. 190. En ella, a pesar de la heroica muerte de la casi totalidad de los miembros de las órdenes en Ultramar, la última ciudad cristiana en Tierra Santa se pierde. El Maestre templario Guillermo de Beaujeu (1273-1291), muere durante la batalla, y el Maestre hospitalario Jean de Villiers (12851293), fallece algún tiempo después, a consecuencia de las heridas sufridas en la lucha. Sólo sobrevivieron diez templarios y siete hospitalarios, ningún teutón o lazarista se salvó208 siendo el maestre Jean de Villiers, uno de los últimos en abandonarla. Los escasos caballeros supervivientes se embarcaron con él en el gran puerto, dirigiendo sus velas a la isla de Chipre, regida por entonces por los reyes cristianos de la casa de Lusignan. El Maestre hospitalario Jean de Villiers (12851293), falleció algún tiempo después, a consecuencia de las heridas sufridas en la lucha. Sólo sobrevivieron diez templarios y siete hospitalarios, ningún teutón o lazarista se salvó44. Por fin, el 18 de mayo de 1291, el sultán de Egipto conquistaba la ciudad de San Juan de Acre, 42 I. TORRES MUÑOZ DE MORALES, op. cit., p. 189. 43 B. GALIMARD FLAVIGNY, Les Chevaliers de Malte. Des homes de fer et de foi. Gallimard, Francia, 2005, p. 18. JOSÉ CERVERA PERY LA ORDEN DE MALTA Y LA ARMADA; UNA VINCULACIÓN HISTÓRICA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 9-18 Las naves de la Orden después de la caída de la ciudad, transportaron importantes contingentes de huidos, y un grupo de supervivien tes llegaron a la isla de Chipre, donde los caballeros fundaron un convento, un hospital y se entregaron a las labores de la recreación de una pequeña flota. Las naves de la Orden transportaron importantes contingentes de huidos, y un grupo de supervivientes que llegaron a la isla de Chipre, donde los caballeros se asientan en Limassol y Nicosia y en la fortaleza de Colos, fundaron un convento, un hospital y se entregaron a las labores de la reconstrucción de una pequeña flota45. El cuartel general hospitalario se instaló en Limasol, bajo la protección de los soberanos de esta isla, al ser una excelente base para los pasajes hospitalarios, que se efectuaban, en marzo y en agosto, en naves que partían de Marsella y San Guilles y donde tenía la encomienda más rica de Oriente. Al caer Acre, la Orden de San Juan pierde todos sus archivos46. JAIME SALAZAR ACHA lOS CABALLEROS DE SAN JUAN Y LAS DISTINTAS ETAPAS DE SU ACTUACIÓN NAVAL EN LA EDAD MEDIA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 25-40 La Orden se encontraba en ese momento en la más absoluta decadencia, la mayor parte de sus caballeros muertos y todas sus posesiones en Tierra Santa perdidas, aunque se mantenían incólumes sus rentas y posesiones en el occidente cristiano. Lo Lo primero que hizo el maestre Jean de primero que hizo el maestre Jean de Villiers, Villiers, calificado acertadamente por calificado acertadamente por muchos como muchos como el segundo fundador de la el segundo fundador de la Orden, fue convocar a los caballeros supervivientes a capítulo general en Limassol, que se reunió en septiembre de 1292. Los caballeros se asientan en Limassol, y Nicosiay en la fortaleza de Colos. Por entonces, toda Europa critica a las órdenes militares y discute su futuro papel en la cristiandad, e incluso se proyecta la fusión de todas ellas en una sola. Orden, fue convocar a los caballeros supervivientes a Capítulo General en Limassol, que se reunió en septiembre de 1292. La Orden se encontraba por entonces en la más absoluta decadencia, aunque se mantenían incólumes sus rentas y posesiones en el occidente cristiano. RAFAEL PÉREZ PEÑA LA SOBERANA ORDEN DE MALTA A TRAVÉS DE DIEZ SIGLOS DE HISTORIA Y SU RELACIÓN CON LA ACCIÓN HUMANITARIA TESIS DOCTORAL UNIVERSIDAD DE MÁLAGA 2009 En 1297 y en 1300, el Gran Maestre Guillermo de Villaret212 convoca Capítulo General de la Orden en Francia, con la idea de fijar allí la En 1297 y en 1300, el Gran Maestre Guillermo de Villaret convoca Capítulo General de la Orden en Francia, con la idea de fijar allí la 208 PÉREZ PEÑA, R. y ALCÁNTARA, E.: op. 44 R. PÉREZ PEÑA, y E. ALCÁNTARA cit., pp. 44-45. ALCAIDE, La soberana Orden de Malta. La historia, Vol. I, Málaga, 2005, pp. 44-45. 45 José CERVERA PERY, “La orden de Malta y la Armada: una vinculación histórica”, en Cuadernos monográficos del Instituto de Historia y Cultura Naval, 23 (1994), Madrid, p. 12. Por ello, en 1296, frey Guillermo de San 46 Por ello, en 1296, frey Guillermo de Esteban hace una recopilación de los San Esteban hace una recopilación de los Estatutos, Usos y Costumbres de la Orden, Estatutos, Usos y Costumbres de la Orden, relatando además su historia210. relatando además su historia G. SAINT210 SAINT-ESTENE, G.: Exordium Hospitalis, ESTENE, “Exordium Hospitalis”, ap. I, en L. ap. J, en DELAVILLE, L.: De prima Origine DELAVILLE, De prima Origine Hospitalariorum Hieroslymitanorum, París, Hospitalariorum Hieroslymitanorum, París, 1885, pp. 119-123 del apéndice; y en Les 1885, pp. 119-123 del apéndice; y en Les Hospitaliers en Terre Sainte et a Chypre Hospitaliers en Terre Sainte et a Chypre (1100-1310), París, 1904, pp. 24-25. También (1100-1310), París, 1904, pp. 24-25. También en PIERRENDON, M.: op. cit., p. XVIII. en M. PIERRENDON, Les Ouvres hospitalières françaises de l’ordre de Malte (1927-1998), Société de l´Histoire e du En 1299 el Papa Bonifacio VIII (1294-1303) Patrimoine de l’Ordre de Malte, París, 1999, confirma por segunda vez la Regla del p. XVIII. En 1299 el Papa Bonifacio VIII (1294Hospital. La documentación recopilada es la 1303) confirma por segunda vez la Regla del siguiente: Hospital. sede del Hospital. Por dos veces el Capítulo rechaza categóricamente la propuesta213. Así, mientras los caballeros templarios y teutónicos abandonaban el Este y las potencias del Oeste tendían a olvidar el ideal que habían producido las Cruzadas, la Orden de San Juan se encontró a la cabeza de la defensa de Oriente en aquella guerra interminable, como elemento único, permanente e internacional de tal defensa214. En este momento crítico, el campo de batalla entre los pueblos cristianos y el Islám se había trasladado del Oriente Próximo a las aguas del Mediterráneo Oriental, obligando a la Orden a iniciar una nueva fase en su historia: la naval. Hacia 1300, la Orden empieza a desarrollar una fuerza naval propiamente dicha, apareciendo por primera vez el título de almirante en el futuro Maestre Folcus de Villaret. Efectivamente, tras haber ampliado su flota de galeras para reforzar el bloqueo a Egipto, como había ordenado el II Concilio de Lyon, los hospitalarios buscaban una base libre de la jurisdicción del Rey de Chipre. Pues para combatir en forma eficaz a los musulmanes, era necesario ser independientes, característica comprometida mientras la Orden gozaba de la hospitalidad del rey Enrique II de Chipre. JAIME SALAZAR ACHA lOS CABALLEROS DE SAN JUAN Y LAS DISTINTAS ETAPAS DE SU ACTUACIÓN NAVAL EN LA EDAD MEDIA sede del Hospital. Por dos veces el Capítulo rechaza categóricamente la propuesta. Así la Orden de San Juan se encontró a la cabeza de la defensa de Oriente en aquella guerra interminable, como elemento único, permanente e internacional de tal defensa. Efectivamente, tras haber ampliado su flota de galeras para reforzar el bloqueo a Egipto, como había ordenado el II Concilio de Lyon, los hospitalarios buscaban una base libre de la jurisdicción del Rey de Chipre. Pues para combatir en forma eficaz a los musulmanes, era necesario ser independientes, característica comprometida mientras la Orden estuviese sometida a la hospitalidad del rey Enrique II de Chipre. CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 25-40 Poco tiempo después de su elevación al maestrazgo, el mencionado fray Foulques de Villaret «de sutilísimo ingenio y gran corazón», va a dar un paso más en este definitivo maridaje de la Orden con el mar. Poco tiempo después de su elevación al maestrazgo, el mencionado frey Foulques de Villaret, va a dar un paso más en este definitivo maridaje de la Orden con el mar. RAFAEL PÉREZ PEÑA LA SOBERANA ORDEN DE MALTA A TRAVÉS DE DIEZ SIGLOS DE HISTORIA Y SU RELACIÓN CON LA ACCIÓN HUMANITARIA TESIS DOCTORAL UNIVERSIDAD DE MÁLAGA 2009 En 1306, los venecianos toman Creta y se fijan en Rodas -nominalmente bizantina pero gobernada los últimos lustros por filibusteros genoveses- por ser clave en las rutas marítimas. El sobrino de Guillermo, el Maestre Folcus de Villaret (1305-1319)215 toma para la Orden una orientación distinta a la de su tío. Quiere hacer del Hospital una gran potencia naval en el Mediterráneo, él había sido el primer almirante de la Orden, y darle una base sólida en las islas griegas del Dodecaneso. En 1306, los venecianos tomaron Creta y se fijaron en Rodas por ser clave en las rutas marítimas. El sobrino de Guillermo, el Maestre Folcus de Villaret (1305-1319) toma para la Orden una orientación distinta a la de su tío. Quiere hacer del Hospital una gran potencia naval en el Mediterráneo con una base sólida en las islas griegas del Dodecaneso47. JAIME SALAZAR ACHA lOS CABALLEROS DE SAN JUAN Y LAS DISTINTAS ETAPAS DE SU ACTUACIÓN NAVAL EN LA EDAD MEDIA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 25-40 En efecto, durante estos tiempos, ya que nunca habían sido buenas las relaciones del hospital con los reyes chipriotas de la Casa de Lusignan, la Orden se plantea abandonar La Orden se plantea abandonar Chipre e Chipre e instalarse en otro territorio donde instalarse en otro territorio donde pueda pueda desarrollar con total libertad la consecución de sus objetivos hospitalarios y militares. Este territorio elegido va a ser la isla de Rodas, clave estratégica en el Egeo y refugio de corsarios y piratas, nominalmente sometida al emperador bizantino Andrónico II. desarrollar con total libertad la consecución de sus objetivos hospitalarios y militares. El territorio elegido va a ser la isla de Rodas, clave estratégica en el Egeo y refugio de piratas musulmanes y genoveses, nominalmente sometida al emperador bizantino Andrónico II. IV . RODAS Los caballeros y religiosos embarcaron en Limasol, con todas sus pertenencias, y se presentaron por sorpresa en la isla, tomando posesión de la fortaleza de Fílermo, tras ligera resistencia. Con ayuda del papa Clemente V, de la república de Génova y del rey de Nápoles, Carlos II de Anjou se aparejó una fuerza naval de 25 galeras y otros navíos, que salió de Brindisi hacia Chipre. Los caballeros y religiosos embarcaron en Limasol, con todas sus pertenencias, y se presentaron por sorpresa en la isla, tomando posesión de la fortaleza de Fílermo, tras ligera resistencia. Los caballeros y religiosos embarcaron en Limasol con todas sus pertenencias y se presentaron por sorpresa en la isla, con la ayuda del Papa Clemente V (1305-1314), quien envió a su almirante, frey Sancho de Aragón, que ayudado por marinos genoveses, y del rey de Nápoles, Carlos II de Anjou, con una flota de 25 galeras y otros navíos partieron de Brindisi hacia Chipre para incorporarse a la flota de la Orden y desembarca finalmente en la isla de Rodas, tomando en noviembre de 47 Hugo O´DONNELL DUQUE DE ESTRADA, “La Soberana Orden de Malta y el mar”, en Actas del I Simposio histórico de la Orden de San Juan en España (1999), Toledo, 2003, p. 238. Tres años después, el 15 de agosto de 1310, caía por fin la ciudad de Rodas. Esta conquista fue seguida inmediatamente por la de otras pequeñas islas vecinas del Dodecaneso: Calchi, Limonia, Simi, Piscopi, Nisiro, Kos, Candino, Lero y Castelrosso. RAFAEL PÉREZ PEÑA 130848, la fortaleza bizantina de Philermo, tras ligera resistencia. Tres años después, el 15 de agosto de 1310, caía por fin la ciudad de Rodas49. Esta conquista fue seguida inmediatamente por la de otras pequeñas islas vecinas del Dodecaneso: Calchi, Limonia, Simi, Piscopi, Nisiro, Kos, Candino, Lero y Castelrosso. LA SOBERANA ORDEN DE MALTA A TRAVÉS DE DIEZ SIGLOS DE HISTORIA Y SU RELACIÓN CON LA ACCIÓN HUMANITARIA TESIS DOCTORAL UNIVERSIDAD DE MÁLAGA 2009 La conquista supuso una bendición para el Hospital, como apunta el templario de Tiro219 “De esta manera, Dios envió su gracia al noble Maestre del Hospital y a los hombres buenos de la casa. Porque en este lugar se encuentran en gran libertad y en gran franquicia, en su señoría y fuera de la sujeción a toda otra señoría”. La conquista supuso una bendición para el Hospital, como apunta el templario de Tiro “De esta manera, Dios envió su gracia al noble Maestre del Hospital y a los hombres buenos de la casa. Porque en este lugar se encuentran en gran libertad y en gran franquicia, en su señoría y fuera de la sujeción a toda otra señoría”50; JAIME SALAZAR ACHA lOS CABALLEROS DE SAN JUAN Y LAS DISTINTAS ETAPAS DE SU ACTUACIÓN NAVAL EN LA EDAD MEDIA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 25-40 porque, como nos dice un autor de aquellos días, «fortificándose allí esta sacra Religión y, armando galeras, bajeles y otras fustas, no solamente tuvo los mares de Oriente limpios de corsarios, dando libre y seguro pasaje a los peregrinos cristianos que iban a Jerusalén con salvoconducto, sino que puso miedo con su armada a los sarracenos y turcos, que con el felicísimo curso de sus victorias, por muchos años habían infestado todos aquellos mares». RAFAEL PÉREZ PEÑA LA SOBERANA ORDEN DE MALTA A TRAVÉS DE DIEZ SIGLOS DE HISTORIA Y SU RELACIÓN CON LA ACCIÓN HUMANITARIA TESIS DOCTORAL UNIVERSIDAD DE MÁLAGA 2009 y otro texto señala su carácter naval: “fortificándose allí esta sacra Religión y, armando galeras y otros bajeles, no solamente tuvo los mares de Oriente limpios de corsarios, dando libre y seguro pasaje a los peregrinos cristianos que iban a Jerusalén con salvoconducto, sino que puso miedo con su armada a los sarracenos y turcos, que por muchos años habían infestado todos aquellos mares”51. El Papa Clemente V, aún antes de ultimada la conquista de Rodas, el 5 de septiembre de 1307, declaró que “prædictam insulam, cum omnibus iuribus ac pertinentiis suis, vobis, et per vos Hospitali S. Ioannis Hierosolymitani, in perpetuum apostólica auctoritate concedimus ac confirmamos” (a vos y por vuestro medio al Hospital de San Juan de Jerusalén os concedemos y confirmamos con autoridad apostólica la mencionada isla con todos sus derechos y pertenencias a perpetuidad)223. El Papa Clemente V, aún antes de ultimada la conquista de Rodas, el 5 de septiembre de 1307, declaró que “prædictam insulam, cum omnibus iuribus ac pertinentiis suis, vobis, et per vos Hospitali S. Ioannis Hierosolymitani, in perpetuum apostólica auctoritate concedimus ac confirmamos”52, invistiendo al Gran Maestre con el nuevo carácter de Príncipe de Rodas. JOSÉ CERVERA PERY LA ORDEN DE MALTA Y LA ARMADA; UNA VINCULACIÓN HISTÓRICA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 9-18 En los dos siglos siguientes la Orden de San Juan y su flota, constituían un baluarte avanzado de la civilización cristiana frente al progreso militar de los musulmanes en Europa. Después de rechazar con éxito el contraataque musulmán contra la isla y expulsar a los corsarios en acecho, la flota de la Orden perseguía en 1319 a una escuadra turca refugiada en la isla de Amorgos Después de rechazar con éxito el contraataque musulmán contra la isla y expulsar a los corsarios en acecho, la flota de la Orden perseguía en 1319 a una escuadra turca refugiada en la isla de Amorgos 218 En 1309, los hospitalarios toman Rodas, una vez que el Papa confirmó estas posesiones al Maestre en persona. Dice la leyenda que, gracias a una estratagema, en la que los Caballeros hospitalarios usaron pieles de corderos para camuflarse entre el ganado que entraba en la ciudad, lograron franquear la entrada de Rodas. PAVLIDIS, V.: Rhodes : a Story, 1306-1522. Rodas, 1999. p. s/n. 219 CHRONIQUE DU TEMPLIER DE TYR, 1242-1309, publicada por RAYNAUD, G.: Les gestes des Chiprois, Recueil de chroniques françaises écrites en Orient aux XIII-XIV siècles, Ginevra, 1887, em DEMURGER, A.: op. cit., p. 267. 48 En 1309, los hospitalarios toman Rodas, una vez que el Papa confirmó estas posesiones al Maestre en persona. Dice la leyenda que, gracias a una estratagema, en la que los Caballeros hospitalarios usaron pieles de corderos para camuflarse entre el ganado que entraba en la ciudad, lograron franquear la entrada de Rodas. V. PAVLIDIS, Rhodes: a Story, 1306-1522, Rodas, 1999. p. s/n. 49 A. DEMURGER, Chevaliers du Christ, les ordres religieux-militaires au Moyen Âge, XIeXVIe siécle, París, 2002. pp. 266-267. 50 CHRONIQUE DU TEMPLIER DE TYR, 1242-1309, publicada por G. RAY-NAUD, Les gestes des Chiprois, Recueil de chroniques françaises écrites en Orient aux XIII-XIV siècles, Ginevra, 1887, en DEMURGER, A., op. cit., p. 267. 51 Jaime SALAZAR y ACHA, “Los caballeros de San Juan y las distintas etapas de su actuación naval en la Edad Media” en La Orden de Malta la mar y la Armada (III). XLII Jornadas de Historia Marítima. Madrid, 2011, p. 31. 52 “a vos y por vuestro medio al Hospital de San Juan de Jerusalén os concedemos y confirmamos con autoridad apostólica la mencionada isla con todos sus derechos y pertenencias a perpetuidad”. causándole grandes estragos. La gran actividad bélica de los corsarios musulmanes de Anatolia determinó una alianza naval entre 1332 y 1334 entre Bizancio, Venecia, Genova, Chipre y los caballeros sanjuanistas con operaciones navales en el mar Egeo. causándole grandes estragos53. La gran actividad bélica de los corsarios musulmanes de Anatolia determinó una alianza naval entre 1332 y 1334 entre Bizancio, Venecia, Génova, Chipre y los caballeros sanjuanistas con operaciones navales en el mar Egeo. Con independencia de estas importantes operaciones, la escuadra de la Orden prestaba constantemente servicios contra los corsarios y piratas de los ma res de levante. La flota se componía de no menos cuatro galeras y de alguna nave a vela complementada con algunos barquitos de menor cuantía. Con independencia de estas importantes operaciones, la escuadra de la Orden prestaba constantemente servicios contra los corsarios y piratas de los mares de levante. La flota se componía de unas cuatro galeras y de alguna nave a vela complementada con algunos barquitos de menor cuantía. No obstante su escaso número, las galeras de la Orden estaban perfectamente armadas y equipadas, y se decía que podían enfrentarse cada una de ellas en igualdad de condiciones a cuatro naves enemigas de su tamaño. RAFAEL PÉREZ PEÑA LA SOBERANA ORDEN DE MALTA A TRAVÉS DE DIEZ SIGLOS DE HISTORIA Y SU RELACIÓN CON LA ACCIÓN HUMANITARIA TESIS DOCTORAL UNIVERSIDAD DE MÁLAGA 2009 De 1377 a 1381, la Orden de San Juan mantuvo el Principado Latino de Acaia en Grecia. De 1397 a 1404, Corinto y otros territorios del Peloponeso bizantino le fueron otorgados, constituyendo así una base territorial de suma importancia para el control del Mediterráneo Oriental, asentándose como una potencia considerable en el área. En Rodas y en las pequeñas islas adyacentes de Cos, Nisaria, Episcopia, Castelroso y otras, los ahora llamados “Caballeros de Rodas”, organizaron una forma de gobierno completamente atípica para la época, pues mientras florecían las monarquías personales en Europa, al haber palidecido el poder del Papado y el Imperio, allí, con el progresivo abandono de los poderes absolutos por parte del Gran Maestre, se estableció una República aristocrática y electiva mucho antes de que una forma similar a ésta se instaurase en los Estados Generales de Holanda, en 1573225. De 1377 a 1381, la Orden de San Juan mantuvo el Principado Latino de Acaia en Grecia. De 1397 a 1404, Corinto y otros territorios del Peloponeso bizantino le fueron otorgados, constituyendo así una base territorial de suma importancia para el control del Mediterráneo Oriental. Bajo el Gran Maestre y el Consejo, la Orden reinó por más de doscientos años sobre los griegos autóctonos y sobre otras colonias, acuñando moneda propia226, manteniendo relaciones diplomáticas con otros Estados y, navegando bajo su propia bandera, combatieron sin tregua contra los enemigos de la fe cristiana, patrullando los mares orientales en defensa del Cristiandad. Bajo el Gran Maestre y el Consejo, la Orden gobernó por más de doscientos años sobre los griegos autóctonos y sobre otras colonias, acuñando moneda propia, manteniendo relaciones diplomáticas con otros Estados y, navegando bajo su propia bandera, combatieron sin tregua contra los enemigos de la fe cristiana y patrullando los mares orientales en defensa del Cristiandad. JAIME SALAZAR ACHA lOS CABALLEROS DE SAN JUAN Y LAS DISTINTAS ETAPAS DE SU ACTUACIÓN NAVAL EN LA EDAD MEDIA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 25-40 En Rodas y en las pequeñas islas adyacentes, los ahora llamados “Caballeros de Rodas”, organizaron una forma de gobierno completamente atípica para la época, con el progresivo abandono de los poderes absolutos por parte del Gran Maestre, se estableció una República aristocrática y electiva54. Se inicia, así, la soberanía de la Orden, asentada ya en territorio propio y con nuevos súbditos territoriales que fueron principalmente griegos. Luego llegaron otros francos, armenios y judíos; siendo éstos últimos obligados por ordenanza de 9 de enero de 1502 al bautismo o al exilio. La Orden adaptó sin dificultades sus estructuras de gobierno a estas circunstancias. Se acuñó moneda propia de oro, plata y bronce, se amuralló la ciudad, se construyó la fortaleza más grande del Mediterráneo, así como las defensas del gran puerto, los palacios de las diversas lenguas y de los dignatarios que todavía podemos contemplar hoy en la llamada calle de los Caballeros; igualmente la catedral de San Juan Bautista y, naturalmente, el hospital que, en su segundo emplazamiento, está hoy destinado a museo. Se inicia, así, la soberanía de la Orden, asentada ya en territorio propio y con nuevos súbditos territoriales que fueron principalmente griegos. Luego llegaron otros francos, armenios y judíos; siendo éstos últimos obligados por Ordenanza de 9 de enero de 1502 al bautismo o al exilio. Se acuñó moneda propia de oro, plata y bronce, se amuralló la ciudad, se construyó la fortaleza más grande del Mediterráneo, así como las defensas del gran puerto. Al comienzo del dominio de la isla por 53 José CERVERA PERY, “La orden de Malta y la Armada: una vinculación histórica”, en Cuadernos monográficos del Instituto de Historia y Cultura Naval, 23 (1994), Madrid, p. 13. 218 En 1309, los hospitalarios toman Rodas, una vez que el Papa confirmó estas posesiones al Maestre en persona. Dice la leyenda que, gracias a una estratagema, en la que los Caballeros hospitalarios usaron pieles de corderos para camuflarse entre el ganado que entraba en la ciudad, lograron franquear la entrada de Rodas. PAVLIDIS, V.: 54 V. PAVLIDIS, Rhodes: a Story, 1306Rhodes : a Story, 1306-1522. Rodas, 1999. p. 1522, Rodas, 1999. s/n. JAIME SALAZAR ACHA lOS CABALLEROS DE SAN JUAN Y LAS DISTINTAS ETAPAS DE SU ACTUACIÓN NAVAL EN LA EDAD MEDIA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 25-40 Al comienzo del dominio de la isla por la Orden, acompañaban al maestre unos 65 caballeros y 15 sirvjentes. En 1459 alcanzarían la cifra de 180 caballeros en la guarnición, además de otros 50 en los distintos castillos y otros tantos en la flota, sin alcanzar el total de 300. El peligro turco hizo ascender esta cifra en 1478, a 480 caballeros, y en 1513, a 550, de los que sabemos que 88 eran castellanos y portugueses, y 66 aragoneses, catalanes y navarros. la Orden, acompañaban al maestre unos 65 caballeros y 15 sirvientes. En 1459 alcanzarían la cifra de 180 caballeros en la guarnición, además de otros 50 en los distintos castillos y otros tantos en la flota, sin alcanzar el total de 300. El peligro turco hizo ascender esta cifra en 1478, a 480 caballeros, y en 1513, a 550, de los que sabemos que 88 eran castellanos y portugueses, y 66 aragoneses, catalanes y navarros55. RAFAEL PÉREZ PEÑA LA SOBERANA ORDEN DE MALTA A TRAVÉS DE DIEZ SIGLOS DE HISTORIA Y SU RELACIÓN CON LA ACCIÓN HUMANITARIA TESIS DOCTORAL UNIVERSIDAD DE MÁLAGA 2009 Con el crecimiento de las donaciones, la Orden se planteaba el problema del gobierno de todas las posesiones, siendo de mayor dificultad en las más lejanas. El Convento de la Orden, que es considerado como el consejo particular del Gran Maestre, se encontraba compuesto en principio de cinco Bailíos Conventuales: el Gran Comendador, el Mariscal, el Hospitalario, el Tesorero y el Drapero. Número que fue ampliado en dos más durante el XIV: el Almirante y el Turcopolier194. JAIME SALAZAR ACHA lOS CABALLEROS DE SAN JUAN Y LAS DISTINTAS ETAPAS DE SU ACTUACIÓN NAVAL EN LA EDAD MEDIA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 25-40 Con el crecimiento de las donaciones, la Orden se planteaba el problema del gobierno de todas las posesiones, siendo de mayor dificultad en las más lejanas. El Convento de la Orden, que es considerado como el consejo particular del Gran Maestre, se encontraba compuesto en principio de cinco Bailíos Conventuales: el Gran Comendador, el Mariscal, el Hospitalario, el Tesorero y el Drapero. Número que fue ampliado en dos más durante el XIV: el Almirante y el Turcopolier56. No sabemos con certeza cuándo se va a asumir por parte de la Orden esta actividad militar en el mar, pero sí nos consta que en el capítulo general convocado por el maestre fray Guillaume de Villaret, celebrado en Limasol, el S de noviembre de 1300, se dispone «que sea creado y legislado el cargo de almirante con autoridad sobre las galeras y las gentes de armas, con una asignación personal de cien besantes». Vemos por tanto que, pese a la parquedad de los datos, éstos nos ofrecen la clara evidencia de que la Orden, durante esos años, ya contaba con una fuerza naval lo suficientemente importante como para tener un almirante, que en 1300 lo era fray Foulques de Villaret, que cuatro años después sería elegido nuevo maestre de la Orden. Sabemos también que en 1306 ostentaba el almirantazgo don Sancho de Aragón, hijo bastardo del rey Pedro III, habido en doña Inés Zapata, y que luego llegaría a ser castellán de Amposta, es decir, la máxima dignidad de la Orden en la Corona de Aragón. 194 SANGRO GÓMEZ-ACEBO, C.: “La estructura de la Orden de San Juan de Jerusalén en la Edad Moderna”. Archivo. Hispalense, 2003-2004, Sevilla, pp. 631-634. 213 El sobrino de Guillermo, Fulco, elegido Gran Maestre, en 1305, tomaría orientación distinta. Durante su maestrazgo se conquistaría la isla de Rodas. Cesado por el Convento y repuesto por el Papa Juan XXII, En el Capítulo General convocado por el maestre fray Guillaume de Villaret, celebrado en Limasol, el 5 de noviembre de 1300, se dispone que sea creado el cargo de Almirante con autoridad sobre “las galeras y las gentes de armas y con una asignación personal de cien besantes”57. La Orden, durante esos años, ya contaba con una fuerza naval lo suficientemente importante como para tener un Almirante, que en 1300 lo era frey Foulques de Villaret, quien cuatro años después sería elegido nuevo Maestre de la Orden58. Dicho cargo unos años más tarde en 1306, será ostentado por don Sancho de Aragón, hijo bastardo del rey Pedro III, habido en doña Inés Zapata, y que luego llegaría a ser Castellán de Amposta, es decir, la máxima dignidad de la Orden en la Co55 Jaime SALAZAR y ACHA, “Los caballeros de San Juan y las distintas etapas de su actuación naval en la Edad Media” en La Orden de Malta la mar y la Armada (III). XLII Jornadas de Historia Marítima. Madrid, 2011, p. 32. 56 C. SANGRO GÓMEZ-ACEBO, “La estructura de la Orden de San Juan de Jerusalén en la Edad Moderna”. Archivo. Hispalense, Sevilla, 2003-2004, pp. 631-634. 57 Jaime SALAZAR y ACHA, “Los caballeros de San Juan y las distintas etapas de su actuación naval en la Edad Media” en La Orden de Malta la mar y la Armada (III). XLII Jornadas de Historia Marítima. Madrid, 2011, p. 29. 58 El sobrino de Guillermo, Fulco, elegido Gran Maestre, en 1305, tomaría orientación distinta. Durante su maestrazgo se conquistaría la isla de Rodas. Cesado por el Convento y repuesto por el Papa Juan XXII, moriría en Montpelier, como caballero particular. DEMURGER, A.: op. cit., p. 267. RODERO CARRASCO, J.: op. cit., p. 547. PAVLIDIS, V.: op. cit., s/n. moriría en Montpelier, como caballero particular. A. DEMURGER, Auge y caída de los templarios. Barcelona, 2000. p. 267. J. RODERO CARRASCO, “Grandes Maestres de la Orden de Malta”, en Actas del I Simposio histórico de la Orden de San Juan en España, Toledo 2003, pp. 547-550, p. 547. V. PAVLIDIS, Rhodes: a Story, 1306-1522, Rodas, 1999. p. s/n. ero éste sería el último personaje no italiano que desempeñó este cometido, pues por el reparto de los altos cargos entre las distintas lenguas de la Orden, a partir de entonces siempre correspondería el de almirante, como ya hemos dicho, a la lengua de Italia. rona de Aragón59. Este sería el último Almirante no italiano que accedió a este cargo en virtud del reparto de cargos entre las lenguas, al menos con carácter general. Igualmente los capítulos generales celebrados en Montpellier, el 24 de octubre de 1330, donde se cita como almirante al italiano Emanuele del Carreto, son verdaderamente explícitos a estos efectos. El estatuto tercero, según el resumen que publica Funes en su historia de la Orden, dice así: «Que el Almirante de la Religión, el qual es cabeza de la lengua de Italia, tenga autoridad sobre todas las galeras y bajeles armados y pueda retener los forzados y galeotes con la gente de guerra y les haga la paga en el Tesoro y, así, en mar como en tierra, le tengan por superior los soldados marítimos. Si en el armamento no estuviese presente el Mariscal, en tal caso, ordenó que le obedeciesen así los soldados como el Almirante». Así los capítulos generales celebrados en Montpellier el 24 de octubre y el 5 de noviembre de 1330, donde se cita como Almirante al italiano Emanuele del Carreto, son verdaderamente explícitos a estos efectos60. El estatuto tercero, según el resumen que publica Funes en su historia de la Orden, dice así: “Que el Almirante de la Religión, el qual es cabeza de la lengua de Italia, tenga autoridad sobre todas las galeras y bajeles armados y pueda retener los forzados y galeotes con la gente de guerra y les haga la paga en el Tesoro y así, en mar como en tierra, le tengan por superior los soldados marítimos. Si en el armamento no estuviese presente el Mariscal, en tal caso ordenó que le obedeciesen así los soldados como el Almirante”61. RAFAEL PÉREZ PEÑA LA SOBERANA ORDEN DE MALTA A TRAVÉS DE DIEZ SIGLOS DE HISTORIA Y SU RELACIÓN CON LA ACCIÓN HUMANITARIA TESIS DOCTORAL UNIVERSIDAD DE MÁLAGA 2009 El cargo de Almirante respondía a la necesidad de la Orden de controlar las posesiones de Oriente y Occidente, al haberse visto obligada por ello a crear un sistema de transporte marítimo, que posibilitara las relaciones entre la Casa del Hospital y los Prioratos. Tenía autoridad sobre las galeras hospitalarias y cuantos barcos se armaran, así como sobre las gentes de armas que estuviesen a bordo. En tiempos de guerra dependía del Mariscal. Este cargo fue adquiriendo mayor importancia cada vez, debido al desarrollo que tuvo la marina de guerra de la Orden en el Mediterráneo. El cargo de Almirante respondía a la necesidad de la Orden de controlar las posesiones de Oriente y Occidente, al haberse visto obligada por ello a crear un sistema de transporte marítimo, que posibilitara las relaciones entre la Casa del Hospital y los Prioratos. Este cargo fue adquiriendo mayor importancia cada vez, debido al desarrollo que tuvo la marina de guerra de la Orden en el Mediterráneo62. JAIME SALAZAR ACHA LOS CABALLEROS DE SAN JUAN Y LAS DISTINTAS ETAPAS DE SU ACTUACIÓN NAVAL EN LA EDAD MEDIA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 25-40 El almirante formaba parte del Sacro Consejo, su bandera ondeaba en las galeras junto a la de la religión y era quien daba posesión de] mando de cada nave a sus capitanes o patrones; pero sus funciones, (TRATÁNDOSE DE UNA CONFERENCIA QUE E NO LLEVA NOTAS, SE LIMITA LA REPRODUCCIÓN A INDICAR EL TRABAJO DE DONDE TOMA EL TEXTO LITERAL. PERO VULNERANDO EL DERECHO DE CITA. LO REPRODUCIDO NO FIGURA ENTRECOMILLADO) El Almirante formaba parte del Sacro Consejo, su bandera ondeaba en las galeras junto a la de la Religión y era quien daba posesión del mando de cada nave a sus capitanes o patrones, pero sus funciones, 59 Jaime SALAZAR y ACHA, “Los caballeros de San Juan y las distintas etapas de su actuación naval en la Edad Media” en La Orden de Malta la mar y la Armada (III). XLII Jornadas de Historia Marítima. Madrid, 2011, p.29. 60 Jaime SALAZAR y ACHA, “Los caballeros de San Juan y las distintas etapas de su actuación naval en la Edad Media”, en op. cit., p. 29. 61 Esta condición de ser de la lengua Italiana se consolido en el acurdo de la cesión de Malta, porque hasta entonces y a pesar de lo establecido en capítulos precedentes como este de 1330, fue en ocasiones de la lengua provenzal o francesa inclusive. Hugo O’DONNELL, “La cesión de Malta a los Caballeros de San Juan (1530)” en Revista de las Ordenes militares nº 1, (2001) pp. 107-128. p. 125. Frey Agustin de FUNES, Crónica de la Ilustrissima milicia y Sagrada religión de San Iuan Bautista de Ierusalem. Por Fray Don Ivan Avgvstin de Funes Cavallero de la dicha Religion en la Castellania de Amposta, del Reyno de Aragon. Al Serenissimo Principe Fray Antonio de Paula, Gran Maestre de la Mesma Religion, y de la Orden Militar del Santo Sepulchro de Ierusalem, Principe de Malta, de Rodas y el Gozo, Valencia, 1626. 62 Hugo O´DONNELL DUQUE DE ESTRADA, “La Soberana Orden de Malta y el mar”, en Actas del I Simposio histórico de la Orden de San Juan en España (1999), Toledo, 2003, págs. 237-245. sin embargo, debían de tener un carácter más bien administrativo u organizativo pues no se explicaría si no, en caso contrario, la existencia por los mismos años del cargo de capitán general de galeras, que desempeñaba el mando supremo efectivo de cada flota. Para este cargo se nombraba en cada ocasión o empresa concreta a un caballero, cuyo mando cesaba al terminar la operación para la que había sido designado. Veremos a varios españoles, a lo largo del siglo XIV, con esta alta responsabilidad: fray Arnaldo Pérez Tortes, en 1347; fray Raimundo Berenguer, en 1357, y fray Juan Fernández de Heredia, en 1376. No obstante, aunque ostentara esta supremacía el capitán general cuando se embarcaba el maestre en la flota, él era quien desempeñaba el mando supremo y, en todo sin embargo, debían de tener un carácter más bien administrativo u organizativo pues no se explicaría si no, en caso contrario, la existencia por los mismos años del cargo de Capitán General de Galeras, que desempeñaba el mando supremo efectivo de cada flota63. Para este cargo se nombraba en cada ocasión o empresa concreta a un caballero, cuyo mando cesaba al terminar la operación para la que había sido designado. Veremos a varios españoles, a lo largo del siglo XIV, con esta alta responsabilidad: fray Arnaldo Pérez Tortes en 1347; fray Raimundo Berenguer en 1357; y fray Juan Fernández de Heredia en 1376. No obstante, aunque ostentara esta supremacía el capitán general, cuando se embarcaba el Maestre en la flota, él era quien ostentaba el mando supremo y, en momento, además, percibía un tercio de todo momento, además, percibía un tercio todas las presas capturadas al enemigo. de todas las presas capturadas al enemigo. RAFAEL PÉREZ PEÑA LA SOBERANA ORDEN DE MALTA A TRAVÉS DE DIEZ SIGLOS DE HISTORIA Y SU RELACIÓN CON LA ACCIÓN HUMANITARIA TESIS DOCTORAL UNIVERSIDAD DE MÁLAGA 2009 El cargo de Almirante respondía a la necesidad de la Orden de controlar las posesiones de Oriente y Occidente, al haberse visto obligada por ello a crear un sistema de transporte marítimo, que posibilitara las relaciones entre la Casa del Hospital y los Prioratos. Tenía autoridad sobre las galeras hospitalarias y cuantos barcos se armaran, así como sobre las gentes de armas que estuviesen a bordo. El Almirante, también denominado Gran Almirante, dirigía toda la marina de la Orden, con el mando general y la administración de justicia. Tenía autoridad sobre las galeras hospitalarias y cuantos barcos se armaran, así como sobre las gentes de armas que estuviesen a bordo. Contando con un Lugarteniente y sucesor natural en el mando de la Escuadra, pero los bajeles de cualquier tipo estaban bajo el mando del General de las Galeras, cuya denominación se refiere a la nave principal de los Hospitalarios64. Aunque cada buque tenía su capitán cuando uno de estos cargos embarcaba se convertía en la nave capitana si era el Almirante y Patrona si era un Lugarteniente. El Turcopelier era el encargado de la protección frente a la invasión, levas y planes de defensa costera, era el responsable nos solo de las unidades de caballería para repeler un desembarco sino también de las pequeñas barcazas de guardacostas. Era quien gestionaba las atalayas y torres, que daban la alarma con "ahumadas", y de las unidades marinas cercanas. Su función fue asumida desde el siglo XVI y en concreto en Malta por el Gran Bailío, de legua alemana, que se coordinaba con el Capitán de Armas y el Gran Almirante65. El Drapero o Drapier 63 Jaime SALAZAR y ACHA, “Los caballeros de San Juan y las distintas etapas de su actuación naval en la Edad Media” en La Orden de Malta la mar y la Armada (III). XLII Jornadas de Historia Marítima. Madrid, 2011, p. 30. 64 Hugo O´DONNELL DUQUE DE ESTRADA, “La Soberana Orden de Malta y el mar”, en Actas del I Simposio histórico de la Orden de San Juan en España, Toledo, 2003, p. 239. 65 Hugo O´DONNELL DUQUE DE ESTRADA, “La Soberana Orden de Malta y el mar”, op. cit., p. 239 es el jefe de apoyo logístico, encargado del vestuario y equipo de la gente de mar y guerra, y era ya en Rodas de la nación aragonesa. RAFAEL PÉREZ PEÑA LA SOBERANA ORDEN DE MALTA A TRAVÉS DE DIEZ SIGLOS DE HISTORIA Y SU RELACIÓN CON LA ACCIÓN HUMANITARIA TESIS DOCTORAL UNIVERSIDAD DE MÁLAGA 2009 El Mediterráneo Oriental, a mediados del siglo XIV, era un lugar divisorio de dos grandes civilizaciones, dos culturas y dos religiones: el Islam y el Cristianismo. Desde la caída de Tierra Santa, en 1291, la hegemonía musulmana (turcos y egipcios) en la zona levantina fue prácticamente absoluta. El nuevo medio geográfico obligó a modificar la organización militar de la Orden. Del combate en tierra, habitual en los reinos latinos de Oriente, pasaron a la guerra naval. La adaptación fue rápida y los hospitalarios llegaron a convertirse en los más expertos marinos del Mediterráneo Oriental. Con verdadera audacia, persiguieron y acosaron al enemigo en sus propias aguas -el mar Egeo-, que acabaron dominando como sus predecesores lo hicieran en los desiertos de Tierra Santa. Este proceso de conocimiento del Egeo, de sus costas, sus islas, sus fondeaderos, vientos y corrientes, junto a su valor en el combate, fue fundamental para lograr la supremacía militar en la zona, a pesar de su enorme inferioridad numérica237. Desde Rodas, la Orden no cesó de hostigar a egipcios y turcos, de proteger a los peregrinos que marchaban a los Santos Lugares, así como de escoltar a las naves occidentales que surcaban aquellas aguas. La adaptación a combatir en la mar, fue rápida y los hospitalarios llegaron a convertirse en los más expertos marinos del Mediterráneo Oriental. Con verdadera audacia, persiguieron y acosaron al enemigo en sus propias aguas -el mar Egeo-, que acabaron dominando, obteniendo éxitos y capturas navales considerables, en especial de corsarios musulmanes. Este proceso de conocimiento del Egeo, de sus costas, sus islas, sus fondeaderos, vientos y corrientes, junto a su valor en el combate, fue fundamental para lograr la supremacía militar en la zona, a pesar de su enorme inferioridad numérica66. Desde Rodas, la Orden no cesó de hostigar a egipcios y turcos, de proteger a los peregrinos que marchaban a los Santos Lugares, así como de escoltar a las naves occidentales que surcaban aquellas aguas. JOSÉ CERVERA PERY LA ORDEN DE MALTA Y LA ARMADA; UNA VINCULACIÓN HISTÓRICA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 9-18 El puerto de Rodas, a pesar de la presión otomana, era uno de los más importantes de levante, regularmente visitado por las naves de los peregrinos, mercaderes y corsarios cristianos. La Orden con el estatuto citado reglamentó de modo detallado el tráfico en el archipiélago, la sanidad y la cuarentena naval. El puerto de Rodas, a pesar de la presión otomana, era uno de los más importantes de levante, regularmente visitado por las naves de los peregrinos, mercaderes y corsarios cristianos. La Orden con el estatuto citado reglamentó de modo detallado el tráfico en el archipiélago, la sanidad y la cuarentena naval. Así se recoge en los estatutos de 2 de marzo de 1352, donde podemos leer en su estatuto tercero: “Que, armando la Religión galeras o bajeles, el almirante mande a los hombres de remo y marineros que vayan en las galeras y bajeles y, a los que él señalare, tiren los sueldos del Tesoro, para que se paguen las buenas boyas y marineros”67. RAFAEL PÉREZ PEÑA LA SOBERANA ORDEN DE MALTA A TRAVÉS DE DIEZ SIGLOS DE HISTORIA Y SU RELACIÓN CON LA ACCIÓN HUMANITARIA TESIS DOCTORAL UNIVERSIDAD DE MÁLAGA 2009 Ya en el siglo XIV, un inicio de nacionalismo tocó a la Orden. Este proceso finalizó en 1327 con la división de la misma en siete Lenguas240 que terminaron por manifestar corrientes nacionalistas. Cada una de éstas estaba compuesta por Grandes Prioratos y Prioratos y estos por Encomiendas. Ya en el siglo XIV, un inicio de nacionalismo tocó a la Orden. Este proceso finalizó en 1327 con la división de la misma en siete Lenguas68 que terminaron por manifestar corrientes nacionalistas. Cada una de éstas estaba compuesta por Grandes Prioratos y Prioratos y es- 237 MORENES y MARIATEGUI, C.: “Antecedentes y consecuencias del Sitio de Rodas de 1480”. El Sitio de Rodas, facsímil, Valencia, 2006, p. 11. CAORSIN, G.: Obsidionis Rhodie Urbis Descripti. Biblioteca Nacional de Francia. Ms. 6067, París. 66 C. MORENES y MARIATEGUI, “Antecedentes y consecuencias del Sitio de Rodas de 1480”. El Sitio de Rodas, facsímil, Valencia, 2006, p. 11. G. CAORSIN, Obsidionis Rhodie Urbis Descripti, Biblioteca Nacional de Francia, Ms. 6067, París. 67 Jaime SALAZAR y ACHA, “Los caballeros de San Juan y las distintas etapas de su actuación naval en la Edad Media” en La Orden de Malta la mar y la Armada (III). XLII Jornadas de Historia Marítima. Madrid, 2011, p. 29. 68 C. PETIET, Au temps des Chevaliers de Rodes, París, 2000, p. 165. Lengua era la denominación que se le daba a la agrupación de un colectivo de miembros de la Orden, originarios de una misma demarcación o territorio geográfico. 240 PETIET, C.: Au temps des Chevaliers de Rodes. París. 2000. p. 165. Lengua era la denominación que se le daba a la agrupación de un colectivo de miembros de la Orden, originarios de una misma demarcación o territorio geográfico. Estas Lenguas fueron las de Provenza (con tos por Encomiendas69. Estas Lenguas los Prioratos de Saint-Gilles y Tolosa); fueron las de Provenza (con los Prioratos de Auvernia; Francia (con Aquitania y Saint-Gilles y Tolosa); Auvernia; Francia (con Champagne); Italia (con Lombardía, Roma, Venecia, Pisa, Barletta y Messina); Aragón (con Aragón, Compostela, Cataluña y Navarra); Inglaterra (con Irlanda y Escocia); Alemania (con Heitersheim, Bohemia, Austria, Hungría, Escandinavia o Dacia y Polonia); y en 1462, tras su separación de la Lengua de Aragón, también Castilla y Portugal (con Castilla, León y Lusitania)241. Cada Priorato estaba compuesto por Encomiendas y también por Bailiatos Capitulares (como los de Armenia, Brandemburgo, Mallorca, Turín, etc.), que aunque más pequeños, eran menos numerosos que los Prioratos. Cada Lengua estaba a cargo de un Pilier (Pilar) en Rodas. Con el fin de eliminar cualquier desavenencia entre los grupos nacionales, se estableció para el jefe de cada grupo llamado “Bailío Conventual”que monopolizara uno de los altos cargos de la Orden (Dignidades). Así, el Bailío Conventual de Provenza se convirtió “ex officio” en Gran Comendador, siguiendo en grado al Gran Maestre, con el poder, en caso de necesidad, de sustituirlo en el comando de las fuerzas armadas; el de Auvernia se volvió Mariscal; el de Francia, Gran Hospitalario; el de Italia obtuvo el cargo de Almirante; el de Aragón fue el Gran Conservador con la obligación de guarnecer el equipo militar, las municiones y provisiones… Aquitania y Champagne); Italia (con Lombardía, Roma, Venecia, Pisa, Barletta y Messina); Aragón (con Aragón, Compostela, Cataluña y Navarra); Inglaterra (con Irlanda y Escocia); Alemania (con Heitersheim, Bohemia, Austria, Hungría, Escandinavia o Dacia y Polonia); y en 1462, tras su separación de la Lengua de Aragón, también Castilla y Portugal (con Castilla, León y Lusitania)70. Cada Priorato estaba compuesto por Encomiendas y también por Bailiatos Capitulares (como los de Armenia, Brandemburgo, Mallorca, Turín, etc.), que aunque más pequeños, eran menos numerosos que los Prioratos. Cada Lengua estaba a cargo de un Pilier (Pilar) en Rodas. Con el fin de eliminar cualquier desavenencia entre los grupos nacionales, se estableció un jefe de cada grupo -llamado “Bailío Conventual” que monopolizara uno de los altos cargos de la Orden (Dignidades). Así el de Italia obtuvo el cargo de Almirante y el de Inglaterra se convirtió en el Turcopoliere, se encontraba ahora a la cabeza de pequeñas flotas que patrullaban las costas71. González-Aller Hierro A la mitad del siglo XIV la Marina de la Orden había cambiado por completo de fisonomía. Su almirante y lugarteniente eran siempre caballeros de la Lengua italiana, nación hegemónica entre las grandes marinas mediterráneas del Medievo, aunque a los cargos de capitanes de galeras pudieran aspirar los caballeros de todas las lenguas así El almirante y lugarteniente eran siempre caballeros de la Lengua italiana, nación hegemónica entre las grandes marinas mediterráneas del Medievo, aunque a los cargos de capitanes de galeras pudieran aspirar los caballeros de todas las lenguas así como al mando de la gran galera "patrona" y como al mando de la gran galera “patrona” y a los altos empleos de oficiales. a los altos empleos de oficiales72. JAIME SALAZAR ACHA lOS CABALLEROS DE SAN JUAN Y LAS DISTINTAS ETAPAS DE SU ACTUACIÓN NAVAL EN LA EDAD MEDIA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 25-40 No obstante, en el capítulo general que se En el capítulo general que se hizo en tiempos hizo en tiempos del maestre Zacosta, en del maestre Zacosta, en 1467, se acordó que 1467, se acordó que «si en la lengua de Italia “si en la lengua de Italia a 241 Códice del Sacro Militare Ordine Gerosolimitano Riordinato Per Comandamento del Sacro Generale Capitolo Celebrato Nell´Anno MDCCLXXVI. Sotto gli Auspicj di Sua Altezza Eminentissima il Gran Maestro Fra Emmanuele de Rohan, Malte, 1782, Titre X, art. V des Statuts, pp. 288-290 y art. 3 des Ordonnances Capitulaires, pp. 291-292, en PIERRENDON, M.: op. cit., p. 1. 242 Sobre el gobierno, la organización, espiritualidad, economía y la administración de la Orden en el período de Rodas, ver la obra de KOLLIAS, E.: The Knights of Rhodes. Atenas, 1988, pp. 14-36. 69 Santos GARCIA LARRAGUETA, “El régimen de encomiendas en documentos sanjuanistas del siglo XIV” en Actas del I Simposio histórico de la Orden de San Juan en España, Toledo, 2003, pp. 477-483. 70 Carlos BARQUERO GOÑI, “La Orden de San Juan en Castilla según la cronística medieval siglos XII-XIV”, en Actas del I Simposio histórico de la Orden de San Juan en España, Toledo, 2003, pp. 57-64. Códice del Sacro Militare Ordine Gerosolimitano Riordinato Per Comandamento del Sacro Generale Capitolo Celebrato Nell´Anno MDCCLXXVI. Sotto gli Auspicj di Sua Altezza Eminentissima il Gran Maestro Fra Emmanuele de Rohan, Malte, 1782, Titre X, art. V des Statuts, pp. 288-290 y art. 3 des Ordonnances Capitulaires, pp. 291-292, en M. PIERRENDON, Les Ouvres hospitalières françaises de l’ordre de Malte (1927-1998), Société de l´Histoire e du Patrimoine de l’Ordre de Malte, París, 1999, p. 1. 71 Sobre el gobierno, la organización, espiritualidad, economía y la administración de la Orden en el período de Rodas, ver la obra de E. KOLLIAS, The Knights of Rhodes, Atenas, 1988, pp. 14-36. 72 José CERVERA PERY, “La orden de Malta y la Armada: una vinculación histórica”, en Cuadernos monográficos del Instituto de Historia y Cultura Naval, 23 (1994), p. 14. a quien toca el oficio de Almirante no hubiese alguno suficiente para su administración, se elija sin perjuicio a otro de cualquiera lengua». quien toca el oficio de Almirante, no hubiese alguno suficiente para su administración, se elija sin perjuicio a otro de cualquiera lengua”73. JAIME SALAZAR ACHA lOS CABALLEROS DE SAN JUAN Y LAS DISTINTAS ETAPAS DE SU ACTUACIÓN NAVAL EN LA EDAD MEDIA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 25-40 Pero, al poco tiempo de la conquista, en 1310, la isla fue ya atacada por el sultan Otmán, que debió sin embargo retirarse gracias a la ayuda prestada a los hospitalarios por el conde Amadeo V de Saboya, y años después, en 1322, el sultán Orcán, hijo del anterior, volvió a intentar su conquista con 80 bajeles y sabernos que la flota sanjuanista, formada por cuatro galeras y otros 20 bajeles, entre galeotas, fustas y bergantines, y con la ayuda de seis galeras genovesas que se hallaban en su puerto, salió a su encuentro y, tomándola desprevenida, la derrotó por completo, pese a la desigualdad numérica. Al poco tiempo de la conquista de Rodas, en 1310, la isla fue ya atacada por el Sultán Otmán, que fue rechazado, así como los ataques de fuerzas navales egipcias74 en 131475, 1319, 1320 y 1321. Años después, en 1322, el sultán Orcán, hijo del anterior, volvió a intentar su conquista con ochenta bajeles y sabemos que la flota sanjuanista, formada por cuatro galeras y otros veinte bajeles, entre galeotas, fustas y bergantines, y con la ayuda de seis galeras genovesas que se hallaban en su puerto, salió a su encuentro y, tomándola desprevenida, la derrotó por completo, pese a la desigualdad numérica76. Sabemos también que, en 1343, viendo que los turcos no cesaban de asaltar con sus bajeles las costas de Chipre y Creta, se acordó una liga entre la Sede Apostólica, el rey de Chipre, el gran maestre de Rodas y la República de Venecia para mantener una flota permanente que pusiera freno a los otomanos. Esta flota estaba compuesta por 20 galeras bien armadas: cuatro del En 1343, viendo que los turcos no cesaban de asaltar con sus bajeles las costas de Chipre y Creta, se acordó una liga entre la Sede Apostólica, el Rey de Chipre, el Gran Maestre de Rodas y la República de Venecia para mantener una flota permanente que pusiera freno a los otomanos. Esta flota estaba compuesta por veinte galeras bien armadas: cuatro del Pontífice, cinco de pontífice, cínco de Venecia, cuatro del rey de Chipre, seis de la Orden sanjuanista y una de Nicoló Senucio, señor de las islas de Milos y Paros en el archipiélago. Curiosamente el papa Clemente VI, al comunicárselo al gran maestre,el 8 de agosto de 1343, le advierte de que «algunos hermanos nuestros, Cardenales de la Santa Romana Iglesia, nos han persuadido algunas veces de que el gasto de las cuatro galeras [papales] debería estar a cargo del dicho Hospital, pues, a costa de vuestro Religión se podría tener una armada entera cómodamente, afirmando muchos que tenéis mayor tesoro que toda la Iglesia de Dios». Esta flota, comandada por el almirante genovés, Martino Zacearía y por el almirante hospitalario fray Giovanni de Biandrate, prior de Lombardía, llevó a cabo el año siguiente la conquista de la ciudad Venecia, cuatro del Rey de Chipre, seis de la Orden sanjuanista y una de Nicoló Senucio, señor de las islas de Milos y Paros en el Archipiélago77. Curiosamente el Papa Clemente VI, al comunicárselo al Gran Maestre, el 8 de agosto de 1343, le advierte que “algunos hermanos nuestros, Cardenales de la Santa Romana Iglesia, nos han persuadido algunas veces de que el gasto de las cuatro galeras (papales) debería estar a cargo del dicho Hospital, pues, a costa de vuestro Religión se podría tener una armada entera cómodamente, afirmando muchos que tenéis mayor tesoro que toda la Iglesia de Dios”. Esta flota, comandada por el almirante genovés, Martino Zaccaría y por el almirante hospitalario fray Giovanni de Biandrate, prior de Lombardía, llevó a cabo el año siguiente, 1344, la conquista de la ciu- 73 Betsabe CAUNEDO DEL POTRO, “La Orden de San Juan en el Archivo Histórico Nacional. Documentación relativa al siglo XV”, en Actas del I Simposio histórico de la Orden de San Juan en España, Toledo, 2003, pp. 109-120. 239 PICENARDI, S.: Itinéraire d´un Chevalier 74 S. PICENARDI, Itinéraire d´un de Saint Jean de Jerusalem dans l´ile de Chevalier de Saint Jean de Jerusalem dans Rhodes. París, 1900. l´ile de Rhodes, París, 1900. 238 Este ataque fracasa por la oportuna llegada de la flota del duque de Saboya. Como consecuencia de esa ayuda, la Orden concedió al duque de Saboya ostentar en su escudo de armas la cruz de la Orden. MORENES y MARIATEGUI, C.: “Antecedentes 75 C. MORENES y MARIATEGUI, y consecuencias del Sitio de Rodas de 1480”, “Antecedentes y consecuencias del Sitio de op. cit.,p. 3. Rodas de 1480”, op. cit., p. 3. 285 PLAVIDIS, V.: Rhodes 1306-1522, a 76 V. PLAVIDIS, Rhodes 1306-1522, a Story, op. cit., s/n. Story, op. cit., s/n. 77 Jaime SALAZAR y ACHA, “Los caballeros de San Juan y las distintas etapas de su actuación naval en la Edad Media” en La Orden de Malta la mar y la Armada (III). XLII Jornadas de Historia Marítima. Madrid, 2011, p. 32. y puerto de Esmirna, en Anatolia, que se mantendrá durante más de cincuenta años en poder de la Orden. Por aquellos tiempos el poder naval de la Orden siguió creciendo y, así, en 1361 vemos como una armada compuesta por naves hospitalarias, chipriotas y venecianas posibilitaban la conquista de Satalia y, cuatro años después, en agosto de 1365, la religión de San Juan, en liga con el rey de Chipre, juntaba una armada de cien velas, entre grandes y pequeñas, embarcándose en ella gran número de caballeros con sus armas y caballos y desembarcando de improviso en Alejandría de Egipto, asaltado las murallas y pasando a cuchillo a todos sus defensores. La victoria resultó pírrica, pues murieron en esta empresa, más de 100 caballeros de la Orden y, por ello, dada la escasez de fuerzas, tuvieron los cristianos que abandonar la ciudad tres días después, luego de pegarla fuego, aunque con un rico botín. Las bajas de la religión en esta empresa, y el temor a las represalias provocaron que el gran maestre tuviera que hacer un llamamiento a los caballeros de occidente para ir a defender la isla. Se tomó, por entonces, el acuerdo de que Rodas contara con una defensa permanente de 100 caballeros con sus caballos, armas y criados; que esta cifra se compusiera de 73 caballeros de las lenguas de España y Francia, y 37 de las de Italia y Alemania. dad y puerto de Esmirna, en Anatolia y llevó socorro al reino cristiano de Armenia78. Es de justicia destacar en este período la figura extraordinaria del gran maestre aragonés frey don Juan Fernández de Heredia, que rigió la Orden desde 1377 hasta 1396. Durante su tiempo de maestrazgo, la isla de Rodas fue perfeccionando sus fortificaciones Es de justicia destacar en este período la figura extraordinaria del Gran Maestre aragonés frey don Juan Fernández de Heredia, que rigió la Orden desde 1377 hasta 1396. Durante su tiempo de maestrazgo, la isla de Rodas fue perfeccionando sus fortificaciones Por aquellos tiempos el poder naval de la Orden siguió creciendo, y así, en 1361 vemos cómo una armada compuesta por naves hospitalarias, chipriotas y venecianas posibilitaban la conquista de Satalia y, cuatro años después, en agosto de 1365 la Religión de San Juan en liga con el Rey de Chipre, juntaba una armada de cien velas, entre grandes y pequeñas, sus caballeros participan con 16 galeras, embarcándose en ella gran número de caballeros con sus armas y caballos y desembarcando de improviso en Alejandría de Egipto, asaltando las murallas y pasando a cuchillo a todos sus defensores. La victoria resultó pírrica, pues murieron en esta empresa, más de 100 caballeros de la Orden y, por ello, dada la escasez de fuerzas, tuvieron los cristianos que abandonar la ciudad tres días después, luego de prenderla fuego, aunque con un rico botín. Las bajas de la religión en esta empresa, y el temor a las represalias provocaron que el gran maestre tuviera que hacer un llamamiento a los caballeros de occidente para ir a defender la isla. Se tomó, por entonces, el acuerdo de que Rodas contara con una defensa permanente de 100 caballeros con sus caballos, armas y criados; que esta cifra se compusiera de 73 caballeros de las lenguas de España y Francia, y 37 de las de Italia y Alemania79. En 1367 intervienen en las operaciones contra diversas ciudades costeras de Siria. y su gran puerto, con el arsenal que proveía a la Orden de sus nuevas y modernas naves. La muerte del gran maestre Heredia coincidió con uno de los momentos más nefastos para la cristiandad, provocado por el cisma de occidente y la subida al trono otomano del sultán Bayaceto I, implacable enemigo de los cristianos de oriente. y su gran puerto, con el arsenal que proveía a la Orden de sus nuevas y modernas naves. La muerte del gran maestre Heredia coincidió con uno de los momentos más nefastos para la cristiandad, provocado por el cisma de occidente y la subida al trono otomano del sultán Bayaceto I, implacable enemigo de los cristianos de oriente. JAIME SALAZAR ACHA lOS CABALLEROS DE SAN JUAN Y LAS DISTINTAS ETAPAS DE SU ACTUACIÓN NAVAL EN LA EDAD MEDIA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 25-40 En 1396, la flota sanjuanjsta, mandada por el propio gran maestre, fray Philibert de Nailllac, cruzó los Dardanelos, el Bósforo y el Mar En 1396, la flota sanjuanista, mandada por el propio Gran Maestre, fray Philibert de Nailllac, cruzó los Dardanelos, el Bósforo y el Mar 227 OLVERA AYES, D.: Historia de la Soberana Orden de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta. Ciudad de Méjico, 1995, p. 6. 78 D. OLVERA AYES, Historia de la Soberana Orden de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, Ciudad de Méjico, 1995, p. 6. 79 Jaime SALAZAR y ACHA, “Los caballeros de San Juan y las distintas etapas de su actuación naval en la Edad Media” en La Orden de Malta la mar y la Armada (III). XLII Jornadas de Historia Marítima. Madrid, 2011, p. 34. Negro para remontar el Danubio, asistiendo a la gran derrota de Nicópolis, en la que fue totalmente destruido el ejército cruzado, mandado por Segismundo, rey de Hungría, y por el duque de Borgoña Juan sin miedo. La galera del maestre pudo recoger al rey de Hungría y trasladarlo a Rodas. Pero estos desastres, cuando ya nadie esperaba la salvación del oriente cristiano, con la subsiguiente caída de Constantinopla y de la isla de Rodas, los vino a frenar la Negro para remontar el Danubio, asistiendo a la gran derrota de Nicópolis, en la que fue totalmente destruido el ejército cruzado, mandado por Segismundo, Rey de Hungría, y por el Duque de Borgoña Juan sin miedo80. La galera del Maestre pudo recoger al rey de Hungría, y trasladarlo a Rodas. aparición en oriente del caudillo mongol Tamerlán y de sus hordas, que acabaron en 1401 con el propio Bayaceto en la batalla de Angora. Allí quedó destruido lo mejor del ejército turco y cayó prisionero el propio Bayaceto, que fue largo tiempo exhibido por toda Asia en una jaula, siendo tratado de forma ultrajante por el mongol, que lo mantenía atado a una pata de su mesa con una cadena, durante sus comidas, como si se tratara de un perro. Estos hechos concluyeron con la conquista por el propio Tamerlán, en 1402, de la ciudad de Esmima, ocupada por la religión de San Juan desde cincuenta años antes. En el año 1402, veremos al gran maestre fray Philíbert de Naillac navegar con una poderosa aimada por la costa de Anatolia, donde fundó una fortaleza inexpugnable, sobre las ruinas de la antigua Halicarnaso, llamada el castillo de San Pedro -la moderna Bodrum-, y que sirvió de avanzadilla a la Orden y de refugio para los cristianos perseguidos. Pero diez años después, el poderío turco había vuelto a resurgir y la Orden tenía que llegar a un pacto con Alfonso el Magnánimo, rey de Aragón, para poner freno a las incursiones otomanas. Se acordó que en caso de ataque a Rodas, el propio rey aragonés la socorrería personalmente con 20 galeras y otras 12 naves menores, y que se obligaría a permanecer con ellas durante tres meses, para socorro y defensa de la religión. Que cuatro de estas galeras llevarían el estandarte de la Orden y que se armarían además siete fustas, bajo el mando directo de un caballero sanjuanista. La Orden se comprometía a dar por esta ayuda la cantidad de 100 .000 florines de oro. RAFAEL PÉREZ PEÑA Estos hechos concluyeron con la conquista por el propio Tamerlán, en 1402, de la ciudad de Esmirna, ocupada por la Religión de San Juan desde cincuenta años antes. Pero la Orden no se quedó quieta, ese mismo año 1402, Gran Maestre fray Philibert de Naillac, con una poderosa armada navegar por la costa de Anatolia, donde fundó sobre las ruinas de la antigua Halicarnaso una fortaleza inexpugnable, llamada el castillo de San Pedro -la moderna Bodrumy que sirvió de avanzadilla de la Orden y de refugio para los cristianos perseguidos. Diez años después se acordó con Alfonso el Magnanimo, rey de Aragón, que en caso de ataque a Rodas, el propio rey aragonés la socorrería personalmente con veinte galeras y otras doce naves menores, y que se obligaría a permanecer con ellas durante tres meses para socorro y defensa de la Religión. Que cuatro de estas galeras llevarían el estandarte de la Orden y que se armarían además siete fustas, bajo el mando directo de un caballero sanjuanista. La Orden se comprometía a dar por esta ayuda la cantidad de cien mil florines de oro. LA SOBERANA ORDEN DE MALTA A TRAVÉS DE DIEZ SIGLOS DE HISTORIA Y SU RELACIÓN CON LA ACCIÓN HUMANITARIA TESIS DOCTORAL UNIVERSIDAD DE MÁLAGA 2009 En 1403, un tratado oficial establece estas relaciones, bajo las cuales los hospitalarios asumen el rol de protectores de los Santos Lugares en Palestina, y abren de nuevo su primigenio hospital en Jerusalén. Del mismo modo es aperturado un consulado hospitalario en Ramla, para asistir a los peregrinos. También se les permite rehabilitar la iglesia del Santo Sepulcro y cruzar territorio mameluco a caballo, siendo esto último un raro privilegio en la sociedad egipcia. No obstante, este acuerdo fue periódicamente enturbiado por los piratas cristianos con base en Rodas257. En 1403, un tratado oficial establece que los hospitalarios eran los protectores de los Santos Lugares en Palestina, y abrieron de nuevo su primigenio hospital en Jerusalén. Del mismo modo es abierto un consulado hospitalario en Ramla, para asistir a los peregrinos. También se les permite rehabilitar la iglesia del Santo Sepulcro y cruzar territorio mameluco a caballo, siendo esto último un raro privilegio de la autoridad egipcia. La protección y hospitalización de peregrinos, en esta época implicaba una cada vez menor parte de la actividad de la Orden en sus diversas posesiones, pues las grandes ciudades empezaron a disponer de sus propios hospicios, para alojar a los viajeros y de hospitales para atenderlos. Del mismo modo el número de peregrinos que emprendían La protección y hospitalización de peregrinos, en esta época implicaba una cada vez menor parte de la actividad de la Orden en sus diversas posesiones, pues las grandes ciudades empezaron a disponer de sus propios hospicios, para alojar a los viajeros y de hospitales para atenderlos81. Del mismo modo el número de peregrinos que emprend80 Jaime SALAZAR y ACHA, “Los caballeros de San Juan y las distintas etapas de su actuación naval en la Edad Media” en op. cit., p. 35. 81 Manuel GRACIA Y RIVAS, “La asistencia sanitaria en las galeras y navíos de la Religión”; La Orden de Malta, la mar y la Armada. XXI Jornadas de historia marítima, Madrid, 2000, pp. 15-28. el largo viaje a Tierra Santa, disminuyó considerablemente en el siglo XV, y el mayor tonelaje de los navíos hacía innecesaria la parada en Rodas260. ían el largo viaje a Tierra Santa, disminuyó considerablemente en el siglo XV, y el mayor tonelaje de los navíos hacía innecesaria la parada en Rodas82. JAIME SALAZAR ACHA lOS CABALLEROS DE SAN JUAN Y LAS DISTINTAS ETAPAS DE SU ACTUACIÓN NAVAL EN LA EDAD MEDIA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 25-40 Pero los ataques de turcos y egipcios continuaron durante todo el siglo XV. En septiembre de 1440, el sultán mameluco, Jakmak az Zabir, mandó a la isla de Rodas una flota egipcia de 18 galeras, a la que rechazó la flota sanjuanista, compuesta por sólo ocho. Esta constante diferencia numérica, si las cifras son realmente exactas, nos ponen en evidencia de que la superioridad militar de las naves de la Orden era incontestable y que no resultaría exagerada la afirmación que se hacía, por entonces, de que cada nave sanjuanista era capaz de enfrentarse en cada combate con cuatro turcas. Pero en julio de 1444, el mismo sultán desembarcaba en la isla de Rodas con un ejército de 18.000 hombres y durante cuarenta días ponía en peligro la continuidad de la Orden con grandes pérdidas de los sanjuanistas. Al final, se acordaba una tregua, con el reembarque de los invasores y el intercambio de prisioneros. Un año después, sin embargo, cuatro galeras de la Orden, mandadas por el futuro gran maestre fray Pedro Ramón de Zacosta, hostigaron de tal modo la costa de Anatolia que el sultán Mohamed lI tuvo que pedir una tregua a los cristianos. JAIME SALAZAR ACHA lOS CABALLEROS DE SAN JUAN Y LAS DISTINTAS ETAPAS DE SU ACTUACIÓN NAVAL EN LA EDAD MEDIA En septiembre de 1440, el sultán mameluco Jakmak az Zabir, mandó a la isla de Rodas una flota egipcia de dieciocho galeras, a la que rechazó la flota sanjuanista, compuesta por sólo ocho obligándole a refugiarse en Alejandría. Pero en julio de 1444, el mismo Sultán, en un ataque anfibio, desembarcaba en la isla de Rodas con un ejército de 18.000 hombres y durante cuarenta días ponía en peligro la continuidad de la Orden con grandes pérdidas de los sanjuanistas83. Al final, se acordaba una tregua, con el reembarque de los invasores y el intercambio de prisioneros. Un año después, sin embargo, cuatro galeras de la orden, mandadas por el futuro gran maestre fray Pedro Ramón de Zacosta, hostigaron de tal modo la costa de Anatolia que el sultán Mohamed II tuvo que pedir una tregua a los cristianos. CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 25-40 Ciertamente, desde la caída del imperio de oriente, la pérdida de Rodas estaba más que cantada, pues la fuerza de los caballeros se mostraba impotente a la larga para frenar el inmenso poderío otomano, que no sólo avanzaba por los Balcanes, sino que también se extendía por Siria y Palestina, amenazando el sultanato egipcio. Por ello, el gran maestre Jean de Lastic escribía, el 20 de enero de 1454, esta carta a los priores y bailíos de su Orden, que refleja crudamente la situación: “Luego que se perdió Constantinopla, -decía el gran maestre- la mayor parte de los príncipes cristianos orientales, se le han hecho tributarios excepto nosotros. Y, últimamente, esta crudelísima víbora -se refiere al sultán-, rompiendo el juramento que nos había hecho, nos envió a pedir por un embajador suyo dos mil ducados al año de presente y estamos resueltos de no venir en ello, por donde con razón podernos aguardar que rompa con nosotros la tregua. Y sucediendo así, como lo tenemos por cierto, estamos en grande peligro por la vecindad y poder que tiene que no sabemos a dónde volvernos: de suerte que si del sumo pontífice y príncipes cristianos no somos favorecidos, quedaremos como humildes corderos en la boca del sangriento lobo. De los príncipes de Levante es cosa incierta aguardar socorro, estando ellos en el mismo peligro. Aguardarle de los señores de Occidente es cosa larga y casi imposible. Fiemos pues en nosotros mismos el socorro, por lo cual por las presentes os exhortamos y en virtud de santa obediencia os mandarnos que vengáis personalmente a Rodas con los comendadores, caballeros y religiosos de vuestro priorato con las armas y vituallas necesarias para dar a vuestra Religión El Gran Maestre Jean de Lastic escribía el 20 de enero de 1454 esta carta a los priores y bailíos de su Orden, que refleja crudamente la situación: “Luego que se perdió Constantinopla, la mayor parte de los príncipes cristianos orientales, se le han hecho tributarios excepto nosotros. Y, últimamente, esta crudelísima víbora (el Sultán), rompiendo el juramento que nos había hecho, nos envió a pedir por un embajador suyo dos mil ducados al año de presente y estamos resueltos de no venir en ello, por donde con razón podemos aguardar que rompa con nosotros la tregua. Y sucediendo así, como lo tenemos por cierto, estamos en grande peligro por la vecindad y poder que tiene que no sabemos a dónde volvernos: de suerte que si del Sumo Pontífice y Príncipes Cristianos no somos favorecidos, quedaremos como humildes corderos en la boca del sangriento lobo. De los príncipes de Levante es cosa incierta aguardar socorro, estando ellos en el mismo peligro. Aguardarle de los señores de Occidente es cosa larga y casi imposible. Fiemos pues en nosotros mismos el socorro, por lo cual por las presentes os exhortamos y en virtud de santa obediencia os mandamos que vengáis personalmente a Rodas con los comendadores, caballeros y religiosos de vuestro priorato con las armas y vituallas necesarias para dar a vuestra Reli- 258 NICOLLE, D.: Knight Hospitaller… (2), op. 82 NICOLLE, D., Knight Hospitaller… (2), cit., pp. 44. op. cit., pp. 44. 83 Jaime SALAZAR y ACHA, “Los caballeros de San Juan y las distintas etapas de su actuación naval en la Edad Media” en La Orden de Malta la mar y la Armada (III). XLII Jornadas de Historia Marítima. Madrid, 2011, p. 36. el socorro que estáis obligados, porque, después de su fundación, no se ha visto en mayor peligro. En cuando a nosotros, estamos resueltos de morir como verdaderos soldados de Christo Señor Nuestro, antes de sujetarnos a tan pérfido bárbaro”. gión el socorro que estáis obligados, porque, después de su fundación, no se ha visto en mayor peligro. En cuando a nosotros, estamos resueltos de morir como verdaderos soldados de Christo Señor Nuestro, antes de sujetarnos a tan pérfido bárbaro”84. Para prevenir un ataque, Lastic nombró, por aquellos días, capitán general del mar, el 1 de abril de 1455, al prior de Castilla fray Gonzalo de Quiroga, por tener fama de gran soldado y marinero, quien salió el mes siguiente con las galeras y bajeles hacia la isla de Langó para preparar sus castillo y presidios. Para prevenir un ataque, nombró Lastic el 1 de abril de 1455 como Capitán General del Mar, al prior de Castilla fray Gonzalo de Quiroga, por tener fama de gran soldado y marinero, quien salió el mes siguiente con las galeras y bajeles hacia la isla de Langó para preparar sus castillo y presidios. RAFAEL PÉREZ PEÑA LA SOBERANA ORDEN DE MALTA A TRAVÉS DE DIEZ SIGLOS DE HISTORIA Y SU RELACIÓN CON LA ACCIÓN HUMANITARIA TESIS DOCTORAL UNIVERSIDAD DE MÁLAGA 2009 En 1456, las islas menores del archipiélago de Rodas son atacadas por los turcos. Amenazados por el poderío turco293, como punta de lanza de la presencia cristiana en el Mediterráneo oriental, los Caballeros de Rodas hicieron frente a los diversos ataques En 1456, las islas menores del archipiélago de Rodas son atacadas por los turcos. Amenazados por el poderío turco85, como punta de lanza de la presencia cristiana en el Mediterráneo oriental, los Caballeros de Rodas hicieron frente a los diversos ataques perpetrados contra sus dominios por los perpetrados contra sus dominios por los musulmanes durante294, 1469295 y en musulmanes en 146986, rechazándolos con 1480296, rechazándolos siempre con éxito. éxito. JAIME SALAZAR ACHA lOS CABALLEROS DE SAN JUAN Y LAS DISTINTAS ETAPAS DE SU ACTUACIÓN NAVAL EN LA EDAD MEDIA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 25-40 Ese mismo año 1479, los turcos se apoderan de la isla de Leucade, cerca de Corfú, y el gran maestre D' Aubusson hace un llamamiento desesperado para ayudar a la defensa, al que sólo acudió el rey católico con abastecimiento de armas y pertrechos de guerra, transportados en la nao Santa Marta, una flotilla de galeras y fustas comandadas por el comendador Carmeni. El 21 de mayo de 1480, una flota de 160 barcos, con más cien mil turcos, desembarcan en la isla, En 1479, los turcos se apoderan de la isla de Leucade, cerca de Corfú, y el gran Maestre D'Aubusson, hace un llamamiento desesperado para ayudar a la defensa, al que sólo acudió el Rey Fernando el Católico87 con abastecimiento de armas y pertrechos de guerra, transportados en la nao “Santa María” y una flotilla de galeras y fustas comandadas por el comendador Carmeni. El 21 de mayo de 148088, una flota de 160 barcos, con más cien mil turcos, desembarca en la isla, 293 IMBER, C.: El Imperio Otomano. 13001650. op. cit., p. 124. 294 Segundo sitio de Rodas. En agosto de ese año los egipcios desembarcan en la isla de Rodas un contingente de más de veinte mil hombres. Los egipcios cercan Rodas logrando dañar seriamente las murallas, tras seis semanas de bombardeos. Tras una salida sorpresa de los sitiados las fuerzas egipcias son rechazadas. En 1445, los Caballeros firman un nuevo tratado de paz con Egipto. PLAVIDIS, V.: Rhodes 1306-1522, a Story. op. cit., s/n. PÉREZ PEÑA, R.: La Soberana Orden… op. cit., p. 50. Se dice que este sitio inspiró al autor de Tirant lo Blanc, MARTORELL. Este autor describe como los 84 Jaime SALAZAR y ACHA, “Los caballeros de San Juan y las distintas etapas de su actuación naval en la Edad Media” en La Orden de Malta la mar y la Armada (III). XLII Jornadas de Historia Marítima. Madrid, 2011, p. 36. 85 C. IMBER, El Imperio Otomano. 13001650, Barcelona, 2004, p. 124. 86 Segundo sitio de Rodas. En agosto de ese año los egipcios desembarcan en la isla de Rodas un contingente de más de veinte mil hombres. Los egipcios cercan Rodas logrando dañar seriamente las murallas, tras seis semanas de bombardeos. Tras una salida sorpresa de los sitiados las fuerzas egipcias son rechazadas. En 1445, los Caballeros firman un nuevo tratado de paz con Egipto. V. PLAVIDIS, Rhodes 1306-1522, a Story, Rodas, 1999. R. PÉREZ PEÑA, La Soberana Orden… op. cit., p. 50. Se dice que este sitio inspiró al autor de Tirant lo Blanc, MARTORELL. soldados dormían con sus armaduras y estaban listos para la batalla al amanecer, enarbolando sus hachas de 87 Fernando SUÁREZ BILBAO, “La Orden de San Juan de Jerusalén en la defensa de Rodas, un bastión en el Mediterráneo”, Actas del I Simposio histórico de la Orden de San Juan en España, Toledo, 2003, pp. 259262. 296 Cuarto sitio de Rodas. A pesar de haber previsto el ataque turco, “llamando a Convento” a todos los Caballeros residentes en Ultramar, por carta de 20 de julio de 1479, y haber firmado sendos tratados de paz con el Soldan de Egipto (1478) y con el rey de Túnez (1479), en abril de 1480, por vía terrestre el grueso del ejército turco, más de cien mil hombres, se congrega en la Bahía de Physkos, en Marmaris, para cruzar el canal hacia la isla de Rodas. Al mismo tiempo, la flota turca atravesaba los Dardanelos dirigiéndose hacia el mismo lugar. La flota transportaba las fuerzas especiales: jenízaros, ingenieros, zapadores, artilleros y toda la maquinaria bélica. El general en jefe era Misac Pasha. Ante ellos tenían a doscientos cincuenta caballeros, unos trescientos cincuenta sargentos, mil combatientes extranjeros y mercenarios y dos mil quinientos civiles rodios armados. El resto forma parte de la Historia…. SIRE afirma que si se hubiese perdido Rodas en 1480, los turcos habrían sido dueños de Italia doce meses más tarde, y ello en base a las conquistas que se habían conseguido de forma ininterrumpida por los turcos, Moldavia, Grecia, Serbia, Bosnia, Albania, Negroponte, sin olvidar que dos años antes, como colofón, habían conseguido que, luego de una incursión a Frioul, Venecia les pagase tributo. Respecto a la relación entre turcos y hospitalarios en la época de Rodas, ver: KOLLIAS, E.: The Knights of Rhodes. Atenas, 1988, pp. 46-59. CAOURSIN G.: El sitio de Rodas. Biblioteca Nacional de Francia, Ms. Lat, 6067. Facsimil. Valencia, 2006. También 88 E. KOLLIAS, The Knights of Rhodes, Atenas, 1988, pp. 46-59. G. CAOURSIN, El sitio de Rodas, Biblioteca Nacional de Francia, Ms. Lat, 6067. Facsimil, Valencia, PECCHIOLI, A.: Storia dei Cavalieri di Malta. Roma 1978, pp. 24-28 y GOODMAN, A.: Rodas, 1522: El mayor asedio de la historia. Barcelona, 2005. PÉREZ PEÑA, R.: La Soberana Orden…, pp. 51-53. PLAVIDIS, V.: Rhodes 1306-1522, a Story. op. cit., s/n. SIRE, H.J.A.: of The Knights Malta, op. cit., pp. 51 y ss. 2006. También A. PECCHIOLI, Storia dei Cavalieri di Malta, Roma, 1978, pp. 24-28 y A. GOODMAN, Rodas, 1522: El mayor asedio de la historia, Barcelona, 2005. R. PÉREZ PEÑA, La soberana Orden de Malta. La historia, Vol. I, Málaga, 2005, pp. 51-53. V. PLAVIDIS, Rhodes 1306-1522, a Story. op. cit., s/n. H.J. A. SIRE, of The Knights Malta, op. cit., pp. 51 y ss. produciéndose el primer gran sitio de Rodas, produciéndose el primer gran sitio de Rodas, que estuvo a punto de culminar con éxito. que estuvo a punto de culminar con éxito89. A fines del siglo XV, la común amenaza de los turcos hizo que se sellara la relación entre los reinos peninsulares y la Religión. Por un lado Fernando el Católico, por decreto de 1 de agosto de 1480, situó bajo la protección de la Monarquía todas las encomiendas de la Orden desde San Pedro de Rodas hasta la última de sus encomiendas occidentales. Por su parte Isabel ordenaba a los caballeros y freires de la orden que acudieran sin dilación a en socorro de la ciudad de Rodas90. Un ejemplo destacado del socorro hispano fue el de las dos naos procedentes de Valencia que con pertrechos y provisiones pudieron entrar en el gran puerto rompiendo el cerco enemigo, desmoralizaron a los sitiadores que abandonaron el cerco, dejando en él más de 9.000 muertos. Fue suficiente la noticia de que se estaba preparando una gran flota socorro castellano-aragonesa para el rescate de Rodas como para que se aprestasen a abandonar la isla91, después de casi tres meses de asedio y con grandes pérdidas. Fernando se granjeo así la condición de guardián del Mediterráneo frente a Berbería. JOSÉ CERVERA PERY LA ORDEN DE MALTA Y LA ARMADA; UNA VINCULACIÓN HISTÓRICA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 9-18 La flota de la Orden se limitó al servicio logístico y las tripulaciones de a bordo combatieron en la defensa del puerto fortificado de Rodas. Bajo el mando del ilustre Gran Maestre Pedro de Abussón, francés, que primero había sido capitán de la galera, los sanjuanistas acertaron a romper el gran asedio turco llegando al máximo de la importancia política y militar en Rodas que seguía constituyendo el baluarte avanzado de la civilización cristiana europea. La flota de la Orden se limitó al servicio logístico y las tripulaciones de a bordo combatieron en la defensa del puerto fortificado de Rodas. Ignoramos el total de las pérdidas cristianas, pero sí sabemos que murieron en el combate 231 caballeros, es decir, casi la mitad de los defensores sanjuanistas92. Bajo el mando del ilustre Gran Maestre Pedro D’aubussón, francés, que primero había sido capitán de la galera, los sanjuanistas lograron finalmente romper el gran asedio turco. El gran maestre fray Pedro D’aubusson fue nombrado cardenal por el pontífice por sus méritos en la defensa de Rodas. 89 Joaquín SANZ DE BREMOND, “Ayuda naval a Rodas en 1480”, en Actas del I Simposio histórico de la Orden de San Juan en España, Toledo, 2003, pp. 263-266. 90 Antonio DE LA TORRE, “Fernando el Católico y los Caballeros de Rodas” en Hidalguía, 1 (1953), pp. 169-172. Luis SUAREZ FERNANDEZ, Política internacional de Isabel la Católica, Valladolid 1965, I, nº 100, pp. 484-485. 91 Fernando SUÁREZ BILBAO, “La Orden de San Juan de Jerusalén en la defensa de Rodas, un bastión en el Mediterráneo”, en Actas del I Simposio histórico de la Orden de San Juan en España, Toledo, 2003, p. 261. Algún autor especifica incluso el origen territorial del socorro aunque este tuvo un carácter internacional en Joaquín SANZ DE BREMOND, “Ayuda naval valenciana a Rodas en 1480” en Actas del I Simposio histórico de la Orden de San Juan en España, Toledo, 2003, pp. 263-265. 92 Jaime SALAZAR y ACHA, “Los caballeros de San Juan y las distintas etapas de su actuación naval en la Edad Media” en La Orden de Malta la mar y la Armada (III). XLII Jornadas de Historia Marítima. Madrid, 2011, p. 37. JAIME SALAZAR ACHA lOS CABALLEROS DE SAN JUAN Y LAS DISTINTAS ETAPAS DE SU ACTUACIÓN NAVAL EN LA EDAD MEDIA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 25-40 No obstante, durante los siguientes años, sin que el peligro turco hubiera desaparecido, se producen diversos acontecimientos bélicos favorables a la Orden. En 1503, antes de la elección del gran maestre d' Amboise, fue elegido capitán general de las galeras el bailía de Caspe don Francisco Zapata, «sin perjuicio del Almirante» -dice Punes-, y se nombraron capitanes de las galeras a fray Paulo de Cola, de la Petronila; a fray Marco de Ventimiglia, de la Victoria, y a fray Álvaro de Sarria, de la Catarineta. Estas tres galeras, con dos galeotas, una palandria, una nave y un galeón, y tripuladas por 300 caballeros, pusieron en fuga a 16 galeotas turcas, apresando a 11, aunque con pérdida accidental de una galera y la muerte de ocho caballeros. En 1503, el gran Maestre d'Amboise, no tardo en actuar: fue elegido Capitán General de las Galeras el bailío de Caspe don Francisco Zapata, sin perjuicio del Almirante -dice Funesy se nombraron capitanes de las galeras a fray Paulo de Cola de “La Petronila”; a fray Marco de Ventimiglia, de “La Victoria”, y a fray Álvaro de Sarria de “La Catarineta”93. Estas tres galeras, con dos galeotas, una palandria, una nave y un galeón, tripuladas por trescientos caballeros, pusieron en fuga a dieciséis galeotas turcas, apresando a once, a costa de la pérdida de una galera y la muerte de ocho caballeros. JOSÉ CERVERA PERY LA ORDEN DE MALTA Y LA ARMADA; UNA VINCULACIÓN HISTÓRICA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 9-18 Los años siguientes se caracterizaron por el aumento continuo de los es fuerzos defensivos de la fortaleza rodense y también de su flota. Además de las galeras, las fustas Además de las galeras, las fustas y las otras y las otras naves encontramos, por primera naves encontramos, por primera vez, un vez, un documento con el nombre de la documento con el nombre de la famosa gran famosa gran carraca de Rodas, la "San Juan", que representa un nuevo e importante tipo de barca a vela de la Orden. En 1507 la carraca al mando del capitán fray Giacomo de Gastineau captura en aguas de Creta la potente nave egipcia Mogarbina, que después será rebautizada con el nombre de la gran nave de Rodas "Santa María". carraca de Rodas, la “San Juan”, que representa un nuevo e importante tipo de barco a vela de la Orden. En 1507 la carraca al mando del capitán fray Giacomo de Gastineau captura en aguas de Creta la potente nave egipcia “Mogarbina”, que después será rebautizada con el nombre de la gran nave de Rodas “Santa María”, que será durante mucho tiempo la nave más grande del Mediterráneo. Era este buque de siete velas, cuarenta cañones, siete cubiertas, con una tripulación de ochocientos hombres y estaba forrada de plomo para evitar el fuego enemigo94. La flota de la Orden conseguirá una importante victoria en 1510. Una escuadra de galeras y otra a vela al mando del capitán fray Filipo de Villiers de L'Isle Adam, después Gran Maestre de 1521 a 1524, sorprende, bate y destruye la gran flota logística y militar turco-egipcia en el golfo de Laiazzo (Alejandría) mientras cargaba gran cantidad de madera para la construcción de una flota musulmana en el mar Rojo dedicada a combatir a los portugueses en el Océano Indico. La flota de la Orden conseguirá una importante victoria en 1510. Una escuadra de galeras y otra a vela al mando del capitán fray Filipo de Villiers de L'Isle Adam, después Gran Maestre de 1521 a 1524, sorprende, bate y destruye la gran flota logística y militar turco-egipcia en el golfo de Laiazzo (Alejandría) mientras cargaba gran cantidad de madera para la construcción de una flota musulmana en el mar Rojo dedicada a combatir a los portugueses en el Océano Indico95. El aumento de la actividad marítima hizo necesaria la creación formal de una estructura legal, material y personal de la nueva marina de la Orden formulada en su estatuto del capítulo general de 5 de noviembre de 1330. El primer almirante y en la práctica primer ministro de marina de la Orden fue su primer comandante de la flota, capitán de galeras, fray Fulco de Villaret, francés, que después devendrá en Gran Maestre. Ya en esas fechas los musulmanes Ya en esas fechas los musulmanes han han tomado Chipre y desalojado a los tomado Chipre y desalojado a los miembros miembros de la Orden. de la Orden de su antigua base naval96. 93 Frey Juan Agustín de FUNES, Crónica de la Ilustrísima Milicia Sagrada Religión de San Juan Bautista de Jerusalén, Zaragoza, 1639. 94 José CERVERA PERY, “La orden de Malta y la Armada: una vinculación histórica”, en Cuadernos monográficos del Instituto de Historia y Cultura Naval, 23 (1994), Madrid, p. 15 95 José CERVERA PERY, “La orden de Malta y la Armada: una vinculación histórica”, op. cit., p. 15. 96 José CERVERA PERY, “La orden de Malta y la Armada: una vinculación histórica”, op. cit., p. 13 JAIME SALAZAR ACHA lOS CABALLEROS DE SAN JUAN Y LAS DISTINTAS ETAPAS DE SU ACTUACIÓN NAVAL EN LA EDAD MEDIA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 25-40 De resultas de esta insularidad, los caballeros sanjuanistas, plenamente adaptados a combatir en el mar, se mantuvieron durante muchos años como verdaderos árbitros de la guerra naval en oriente, porque, como nos dice un autor de aquellos días, «fortificándose allí esta sacra Religión y, armando galeras, bajeles y otras fustas, no solamente tuvo los mares de Oriente limpios de corsarios, dando libre y seguro pasaje a los peregrinos cristianos que iban a Jerusalén con salvoconducto, sino que puso miedo con su armada a los sarracenos y turcos, que con el felicísimo curso de sus victorias, por muchos años habían infestado todos aquellos mares». Sin embargo, hay que subrayar, que la flota sanjuanista nunca fue demasiado numerosa, pues, aunque la Orden acudió, cuando se vio precisada a ello, al arrendamiento de galeras pisanas y genovesas, su fuerza permanente no pasó de estar compuesta por una o dos carracas, seis IV. LA FLOTA DE “LA RELIGIÓN” Era descrita de la siguiente manera por un autor de aquellos días, “fortificándose allí esta sacra Religión y, armando galeras, bajeles y otras fustas, no solamente tuvo los mares de Oriente limpios de corsarios, dando libre y seguro pasaje a los peregrinos cristianos que iban a Jerusalén con salvoconducto, sino que puso miedo con su armada a los sarracenos y turcos, que con el felicísimo curso de sus victorias, por muchos años habían infestado todos aquellos mares”. Sin embargo, hay que subrayar, que la flota sanjuanista nunca fue demasiado numerosa, pues, aunque la Orden acudió, cuando se vio precisada a ello, al arrendamiento de galeras pisanas y genovesas, su fuerza permanente no pasó de galeras y algunas naves auxiliares menores: estar compuesta por una o dos carracas, seis galeotas, fustas, bergantines y jabeques galeras y algunas naves auxiliares menores: galeotas, fustas, bergantines y jabeques. La carraca, antecesora del galeón, era la nave de guerra de los siglos XIV y XV. Se trataba de un gran buque con cuantiosa artillería, compuesta por lombardas gruesas y numerosos falconetes. Poseía tres o cuatro palos y dos castillos, uno a proa y otro a popa, desde donde los arcabuceros y ballesteros hostígaban al buque enemigo antes de iniciar el abordaje. La carraca era el buque más poderoso del Mediterráneo en el combate naval; pero era poco veloz y con dificultad de maniobra, lo que hacía necesaria la compañía de otras naves más ligeras. La carraca era el buque más poderoso del Mediterráneo en el combate naval; pero era poco veloz y con dificultad de maniobra, lo que hacía necesaria la compañía de otras naves más ligeras. La carraca, antecesora del galeón, era la nave de guerra de los siglos XIV y XV. Se trataba de un gran buque con cuantiosa artillería, compuesta por lombardas gruesas y numerosos falconetes y esmeriles97. Poseía tres o cuatro palos (mayor, trinquete y mesana y e veces contramesana) y dos castillos, uno a proa y otro a popa que facilitaba la defensa, desde los parapetos y batallolas los arcabuceros y ballesteros hostigaban al buque enemigo antes de iniciar el abordaje. En sus cofas se situaban los tiradores para dominar desde ahí las gavias de los enemigos. La carraca era el buque más poderoso del Mediterráneo en el combate naval, pero era poco veloz y con dificultad de maniobra, lo que hacía necesaria la compañía de otras naves más ligeras98. En Malta llego a contar con dos buques de este tipo y en el ataque a Coron, en Morea, en 1532 sirvió de apoyo artillero mientras las galeras desembarcaban las tropas, y lo mismo hizo en la Goleta años después. Su sucesor fue el galeón, con líneas más marineras y mayor artillería al establecer la apertura de portas, más eslora y con velas cuadradas en el trinquete y mayor, y latina en la mesana, de acuerdo a lo aprendido en la navegación Atlántica en el siglo XVI. 97 Jaime SALAZAR y ACHA, “Los caballeros de San Juan y las distintas etapas de su actuación naval en la Edad Media” en La Orden de Malta la mar y la Armada (III). XLII Jornadas de Historia Marítima. Madrid, 2011, p. 31. 98 Hugo O´DONNELL DUQUE DE ESTRADA, “La Soberana Orden de Malta y el mar”, en Actas del I Simposio histórico de la Orden de San Juan en España, Toledo, 2003, p. 239. La nao era en realidad un mercante armado sin más peculiaridad que contar con portas en el casco, se impulsaba solo por velas y era destinada al transporte de tropa. A fines del XVII se incorporó el navío, con doble puente99. Lo más destacado era su potencia de fuego con más de sesenta cañones en dos cubiertas, siendo la inferior donde estaban los de mayor calibre, para abrir vías de agua en el buque enemigo. Contaba con tres palos cruzados y bauprés100. El puerto de Cartagena recibió con frecuencia al “San Zacarias” y al “San Antonio”, navíos de la Religión que venían a avituallarse. JAIME SALAZAR ACHA lOS CABALLEROS DE SAN JUAN Y LAS DISTINTAS ETAPAS DE SU ACTUACIÓN NAVAL EN LA EDAD MEDIA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 25-40 Pero sin duda, las galeras, de línea elegante, de gran ligereza y pintadas de rojo eran las naves prototípicas de la Orden. Medían aproximadamente cincuenta metros de eslora, siete de manga y dos de calado, y estaban provistas a proa de un espolón, que consistía en una viga forrada de hierro o de bronce, sobresaliente en siete u ocho metros, y con punta en forma de animal salvaje, que, al chocar contra la nave enemiga y abrir brecha en su costado, podía ocasionar su hundimiento. Las galeras estaban armadas de piezas de artillería, principalmente a proa y popa, pero su táctica principal residía en el abordaje, ya que se Pero sin duda, las galeras, de línea elegante, de gran ligereza y pintadas de rojo eran las naves prototípicas de la Orden. Medían aproximadamente cincuenta metros de eslora, siete de manga y dos de calado, y estaban provistas a proa de un espolón, que consistía en una viga forrada de hierro o de bronce, sobresaliente en siete u ocho metros, y con punta en forma de animal salvaje, que, al chocar contra la nave enemiga y abrir brecha en su costado, podía ocasionar su hundimiento. Las galeras estaban armadas de piezas de artillería, principalmente a proa y popa, pero su táctica principal residía en el abordaje, ya que se buscaba preferentemente la captura de la nave enemiga más que su hundimiento. Estaban movidas por 25 o 30 remos por banda, de 10 metros de largo cada uno, que eran movidos por más de cien galeotes que podían llegar en momentos de necesidad a los doscientos. Estaban también provistas de dos mástiles, con velas latinas, que se arriaban durante el combate para no entorpecer el abordaje de los combatientes. Pese a su rapidez y a su operatividad de combate, su funcionamiento estaba limitado; sin embargo, en los meses de buen tiempo, de abril a noviembre, y aunque su medio natural era el Mediterráneo, buscaba preferentemente la captura de la nave enemiga más que su hundimiento101. Estaban movidas por veinticinco o treinta remos por banda, de diez metros de largo cada uno, que eran movidos por más de cien galeotes que podían llegar en momentos de necesidad a los doscientos. La gente de remo de las galeras se reclutaba entre hombres libres habitantes del Dodecaneso que suscribían el “servitius marinae”102 o por estipendio e incluso con la contratación de mercenarios. Estaban también provistas de dos mástiles, con velas latinas, que se arriaban durante el combate para no entorpecer el abordaje de los combatientes. Pese a su rapidez y a su operatividad de combate, su funcionamiento estaba limitado, sin embargo, a los meses de buen tiempo, de abril a noviembre, y aunque su medio natural era el Medi- 99 Ricardo CEREZO MARTINEZ, Años cruciales en la historia del Mediterráneo (1570-1574), Madrid 1971. 100 Hugo O´DONNELL DUQUE DE ESTRADA, “La Soberana Orden de Malta y el mar”, en Actas del I Simposio histórico de la Orden de San Juan en España, Toledo, 2003, p. 240. 101 Francisco Felipe OLESA MUÑIDO, La galera en la navegación y el combate, Madrid, 1971, p. 35. 102 Frey Juan Agustín de FUNES, Crónica de la Ilustrísima Milicia Sagrada Religión de San Juan Bautista de Jerusalén, Zaragoza, 1639. también fueron utilizadas en el Cantábrico y terráneo, también fueron utilizadas en el en el Atlántico, aunque en menor medida Cantábrico y en el Atlántico, aunque en menor medida. La galeota era una galera pequeña, de menos de veinte remos, que por su escaso calado podía entrar en las zonas de poca profundidad. La galeota era una galera pequeña, de menos de veinte remos, que por su escaso calado podía entrar en las zonas de poca profundidad. Se utilizaba para aviso y para corso103. Más rápida y maniobrera que ésta Más rápida y maniobrera que ésta era la era la fusta, que llevaba una sola pieza de fusta, que llevaba una sola pieza de artillería, artillería, lo mismo que el bergantín, mucho lo mismo que el bergantín, mucho más más rápido, pero peor armado. rápido, pero peor armado. Más rápida y maniobrera que ésta era la fusta, que llevaba una sola pieza de artillería, lo mismo que el bergantín, mucho más rápido, pero peor armado. La fusta tenía dos remos por banco y tres palos de vela latina, era abierta sin bodega, y aunque era muy rápida tan solo tenía una pieza de artillería. El bergantín, por su parte, era muy rápido pero apenas se podía usar con mal tiempo. Era el barco de vigilancia por excelencia, el guardacostas de las islas. Eran hombres libres los que atendían los remos. La fragata, a diferencia de la anterior, disponía de remos movidos por un solo hombre en vez de tres. Y finalmente el jabeque, heredero también de la galera en el siglo XVIII, era un barco de pequeño tamaño con tres palos, sin remos y con artillería por las bandas104. Todos los caballeros, desde entonces, tenían la obligación de servir en aquella fuerza marítima en períodos de seis meses. Lo que en el lenguaje de la época se denominaba como el servicio de las “Caravanas de la Orden”. Cada nave solía llevar a unos treinta caballeros -aunque en casos de necesidad su número podía ser doblado- que se ocupaban de su gobierno y, especialmente, de las Todos los caballeros, desde entonces, tenían la obligación de servir en aquella fuerza marítima en períodos de seis meses. Lo que en el lenguaje de la época se denominaba como el “servicio de las caravanas” de la Orden. En la primera mitad del siglo XIV, la propia Orden se encargaba de formar en sus galeras a quienes luego ostentarían el mando naval en los otros escenarios bélicos del Mediterráneo105. Cada nave solía llevar a unos treinta caballeros -aunque en casos de necesidad su número podía ser dobladoque se ocupaban de su gobierno y, operaciones militares de desembarco y abordaje. Había siempre un capellán, uno o más cirujanos, distintos operarios carpinteros, calafatadores- y un maestro armero. especialmente, de las operaciones militares, de desembarco y abordaje. Había siempre un capellán, uno o más cirujanos, distintos operarios (carpinteros, calafateadores...) y un maestro armero. La marinería, reclutada preferentemente en los puertos del Egeo, se ocupaba del manejo del barco, especialmente del velamen y de la maniobra, y no solía sobrepasar la docena de hombres. La «chusma», La marinería, reclutada preferentemente en los puertos del Egeo, se ocupaba del manejo del barco, especialmente del velamen y de la maniobra, y no solía sobrepasar la docena de hombres. La chusma, 103 Jaime SALAZAR y ACHA, “Los caballeros de San Juan y las distintas etapas de su actuación naval en la Edad Media” en La Orden de Malta la mar y la Armada (III). XLII Jornadas de Historia Marítima. Madrid, 2011, p. 31. 104 Hugo O´DONNELL DUQUE DE ESTRADA, “La Soberana Orden de Malta y el mar”, en Actas del I Simposio histórico de la Orden de San Juan en España, Toledo, 2003, p. 240. 105 Carlos de AYALA MARTINEZ, “La Orden de San Juan y las monarquías peninsulares durante la Edad Media”, en Actas del primer simposio histórico de la Orden de San Juan en España, Madrid Toledo 1990, Toledo, 2003, pp.29-44. palabra que ha pasado a tener en nuestros tiempos un uso claramente despectivo, estaba compuesta por los remeros que, aunque fueron en principio hombres libres, sujetos a una soldada, con el tiempo se fue convirtiendo, cada vez más, en hombres forzados, ya fuera por motivos penales o por ser prisioneros de guerra. En los momentos de combate a los forzados cristianos se les solían quitar los grilletes para que colaboraran en la lucha y poder así hacer méritos para su libertad. A veces, sin embargo, eran los caballeros, ya prisioneros, los que acababan su vida encadenados a los bancos de las galeras turcas, esperando su palabra que ha pasado a tener en nuestros tiempos un uso claramente despectivo, estaba compuesta por los remeros que, aunque fueron en principio hombres libres, sujetos a una soldada, con el tiempo se fue convirtiendo, cada vez más, en hombres forzados, ya fuera por motivos penales o por ser prisioneros de guerra. En los momentos de combate a los forzados cristianos se les solían quitar los grilletes para que colaboraran en la lucha y poder así hacer méritos para su libertad. A veces, sin embargo, eran los caballeros, ya prisioneros, los que acababan su vida encadenados a los rescate por parte de la Orden, o un combate bancos de las galeras turcas, esperando su favorable que los condujera a la libertad. rescate por parte de la Orden, o un combate favorable que los condujera a la libertad. RAFAEL PÉREZ PEÑA LA SOBERANA ORDEN DE MALTA A TRAVÉS DE DIEZ SIGLOS DE HISTORIA Y SU RELACIÓN CON LA ACCIÓN HUMANITARIA TESIS DOCTORAL UNIVERSIDAD DE MÁLAGA 2009 En 1453, Mahomet II (1451-1481) conquista Constantinopla297 y toda Europa aterrorizada vuelve la mirada hacia oriente donde, en pocos años, el sultán turco ocupa Grecia, parte de Albania, las colonias genovesas de Crimea, somete Serbia e impone tributo a muchas naciones (Valaquia, Bosnia, Tracia, Macedonia). A comienzos del siglo XVI el sultán turco Selim I (1512-1520) toma Egipto, Siria y Palestina, y obtiene el vasallaje del pirata berberisco Barbarroja. El Convento de Rodas está rodeado. La lucha en el Mediterráneo se convierte en una lucha de bloques, en la que participaran todos los países ribereños300. V. LA PRIMERA GRAN DERROTA DE LA RELIGIÓN En 1453, Mahomet II (1451-1481) conquista Constantinopla106 y toda Europa aterrorizada vuelve la mirada hacia oriente donde, en pocos años, el sultán turco ocupa Grecia, parte de Albania, las colonias genovesas de Crimea, somete Serbia e impone tributo a muchas naciones (Valaquia, Bosnia, Tracia, Macedonia). A comienzos del siglo XVI el sultán turco Selim I (1512-1520) toma Egipto, Siria y Palestina, y obtiene el vasallaje del pirata berberisco Barbarroja. El Convento de Rodas está rodeado107. JAIME SALAZAR ACHA lOS CABALLEROS DE SAN JUAN Y LAS DISTINTAS ETAPAS DE SU ACTUACIÓN NAVAL EN LA EDAD MEDIA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 25-40 Pero, consecuentemente, no podía dejar a sus espaldas un enclave tan peligroso y tan cercano a su capital como la isla de Rodas. Por ese motivo, se va a producir, en junio de 1522, el llamado Gran Sitio que pondrá fin a Por ese motivo, se va a producir en junio de los doscientos años de la Orden en Rodas. 1522 el llamado Gran Sitio que pondrá fin a Durante seis meses 600 caballeros, 4.500 los doscientos años de la Orden en Rodas. soldados y la población griega, se defendieron heroicamente del inmenso ejército, de 400 navíos y 100 .000 hombres, mandado personalmente por el sultán, en el que sabemos que, sólo su guardia personal constaba de 18.000 jenízaros. Conocemos igualmente que la flota sanjuanista constaba, por entonces, de la carraca Santo María y de las galeras San Juan, Santa Catalina, San Miguel y Santa Ana, además de una fusta, dos bergantines y otros bajeles menores. Durante meses 600 Caballeros, 4.500 soldados y la población griega, se defendieron heroicamente del inmenso ejército de 400 navíos y 100.000 hombres, mandado personalmente por el sultán, en el que sabemos que, sólo su guardia personal, constaba de 18.000 jenízaros. Finalmente para dar el golpe definitivo, en una operación anfibia extraordinaria atacó Rodas en enero 1523 con una flota de 400 navíos y un ejército de 200.000 hombres. Conocemos igualmente que la flota sanjuanista constaba por entonces de la carraca “Santa María” y de las galeras “San Juan”, “Santa Catalina”, “San Miguel” y “Santa Ana”, además de una fusta, dos bergantines y otros bajeles menores. RAFAEL PÉREZ PEÑA LA SOBERANA ORDEN DE MALTA A TRAVÉS DE DIEZ SIGLOS DE HISTORIA Y SU RELACIÓN CON LA ACCIÓN HUMANITARIA TESIS DOCTORAL UNIVERSIDAD DE MÁLAGA 2009 Pues bien, esta es la situación en la que se encuentra el mundo conocido cuando, en enero de 1523, tras una épica defensa de más de seis meses, los hospitalarios, abandonados por el resto de la Cristiandad y solos frente al imperio 290 Respecto de la caída de Constantinopla, así como la organización del imperio turco, ver WALTARI, M.: El sitio de Constantinopla, Barcelona, 1994. También ver RUNCIMAN, S.: La caída de Constantinopla, 1452. Barcelona, 2006. Del mismo modo ver IMBER, C.: El Imperio Otomano. 1300-1650. Barcelona, 2004. 300 HEERS, J.: Les Barbaresques. La course et la guerre en Méditerranée XIVe e XVIe siècle, París, 2001. Se trata de un libro importante Tras una épica defensa de más de seis meses, los hospitalarios, abandonados por el resto de la Cristiandad y solos frente al Imperio 106 S. RUNCIMAN, La Constantinopla, Madrid, 2006. caída de 107 J. HEERS, Les Barbaresques. La course et la guerre en Méditerranée XIVe e XVIe sobre toda esta problemática en el siècle, París, 2001, especialmente pp. 67Mediterráneo, especialmente pp. 67-107. 107. otomano315, luego de infligir noventa mil bajas al enemigo316, capitulan con honores ante el poderío militar del sultán Solimán el Magnífico (1521-1566), compuesto de doscientos mil hombres y setecientos barcos317. Los Hospitalarios dejaron Rodas, la posición cristiana más avanzada hacia Oriente, la ciudad posiblemente mejor fortificada de toda la Cristiandad320, la de las once puertas y tres kilómetros de murallas, una fría y oscura noche, con una flota de cincuenta naves, luego de morir varios centenares de caballeros sanjuanistas, cuatro mil rodios, y más de treinta mil turcos, habiéndose rendido el día 24 de diciembre, luego que los embajadores hospitalarios, el catalán frey Ramón Marquet y el mallorquín frey Llop Desbach, obtuvieran una capitulación honrosa Otomano108, luego de infligir noventa mil bajas al enemigo, capitulan con honores ante el poderío militar del sultán Solimán el Magnífico (1521-1566)109. El Gran Maestre Villiers de L’Isle Adams, olvidado del Papa y de los Príncipes cristianos, presionado por el pueblo con el Metropolita Clemente a la cabeza110, y se rindió el día 24 de diciembre, luego que los embajadores hospitalarios, el catalán frey Ramón Marquet y el mallorquín frey Llop Desbach, obtuvieran una capitulación honrosa. En realidad Rodas sucumbió después de cinco asedios consecutivos en 1440, 1444, 1469, 1480 y este de 1522, lo que puso de manifiesto la capacidad defensiva que había alcanzado la Religión111. En una gélida noche del 1 de enero de 1523, con la cima de la montaña Cariane cubierta de nieve y un mar oscuro, una sola trompeta sonó y entonces, ante los amenazantes sitiadores turcos, los hospitalarios abandonaron la ciudad en orden de parada, armados, desplegadas las banderas y al ritmo de tambores. Así embarcaron en cincuenta naves, ciento ochenta caballeros heridos, acompañados de cuatro mil rodios. En la madrugada más triste, la flota de la Religión de San En una gélida noche del 1 de enero de 1523, con la cima de la montaña Cariane cubierta de nieve y un mar oscuro, una sola trompeta sonó y entonces, los hospitalarios abandonaron la ciudad en orden de parada, armados, desplegadas las banderas y al ritmo de tambores112. En la madrugada más triste, la flota de la Religión de San Juan, con una flota de cincuenta velas, donde embarcaron cinco mil habitantes de la ciudad, puso rumbo a Candia. La carraca Juan puso rumbo a Candia. La Santa María, nave del Gran Maestre, en lugar del pabellón de la Orden, enarbolaba una bandera de la Santísima Virgen con su hijo muerto en brazos, en la que se leía: “Tu eres mi último recurso en la aflicción”. La isla de Rodas -la perla cristiana del Mediterráneo oriental-, baluarte avanzado de la Cristiandad, se había perdido, abandonada de todos. Carlos V diría: “No hay cosa bien perdida sino Rodas”321. “Santa María”, nave del Gran Maestre, en lugar del pabellón de la Orden, la nave iba cubierta de crespones negros y enarbolaba una bandera de la Santísima Virgen con su hijo muerto en brazos, en la que se leía: “Tu eres mi último recurso en la aflicción”. La seguían las galeras, “Santa Catalina” y “San Juan”, el galeón “San Buenaventura”, la barcaza “La Perla” y una pequeña galera llamada “Siciliana”. Acompañaban al Gran Maestre unos 180 caballeros heridos, pues más de 420 habían muerto en el combate, el Metropolitano, las principales reliquias de la Orden, el archivo y 4.000 habitantes cristianos de la isla, en cincuenta embarcaciones menores113. 315 … FERNÁNDEZ ÁLVAREZ, M.: El duque de hierro. Fernando Álvarez de Toledo, III duquede Alba, op. cit., p. 74. PAU ARRIAGA, A.: La Soberana Orden de Malta…, op. cit., p. 132. 317 BRADFORD, E.: Storia dei cavalieri di Malta, op. cit., p. 111. 318 GOODMAN, A.: Rodas, 1522: El mayor asedio de la historia, op. cit., pp. 509 y ss. PÉREZ PEÑA, R.: La Soberana Orden… op. cit., pp. 54-57. PLAVIDIS, V.: Rhodes 13061522, a Story, op. cit., s/n. 108 M. FERNÁNDEZ ÁLVAREZ, El duque de hierro. Fernando Álvarez de Toledo, III duque de Alba, Madrid, 2007, p. 74. A. PAU ARRIAGA, La Soberana Orden de Malta…, op. cit., p. 132. 109 E. BRADFORD, Storia dei cavalieri di Malta, op. cit., p. 111 110 A. GOODMAN, Rodas, 1522: El mayor asedio de la historia, op. cit., pp. 509 y ss. R. PÉREZ PEÑA, La Soberana Orden… op. cit., pp. 54-57. V. PLAVIDIS, Rhodes 1306-1522, a Story, op. cit., s/n. 111 Hugo O’DONNELL, “La Orden de Malta Milicia y servicio” en Revista de Historia militar, año XLIV, Madrid, 2000, p. 91. 112 Hugo O’DONNELL, “La cesión de Malta a los Caballeros de San Juan (1530)” en Revista de las Ordenes militares nº 1, (2001), pp. 107-128 y p. 109. 113 Jaime SALAZAR y ACHA, “Los caballeros de San Juan y las distintas etapas de su actuación naval en la Edad Media” en La Orden de Malta la mar y la Armada (III). XLII Jornadas de Historia Marítima. Madrid, 2011, p. 38. Los Hospitalarios dejaron Rodas, la posición cristiana más avanzada hacia Oriente, la ciudad posiblemente mejor fortificada de toda la Cristiandad320, la de las once puertas y tres kilómetros de murallas, una fría y oscura noche, con una… Al llegar a Mesina, supieron el triste destino de las naves fletadas por diversos priores, para socorrer Rodas322. La punta de lanza de la Cristiandad en territorio turco, se había perdido a manos del sultán Solimán323. Desde entonces la Orden, sin territorio pero con su propia soberanía universalmente reconocida, con su Convento y la flota, estableció su residencia en exilio sucesivamente en Candía (enero, 1523), en la isla de Creta, en Messina (Mayo, 1523), en Baia (julio, 1523), en Civitavechia (julio, 1523), en Viterbo (1524), donde el Papa Clemente VII les cedió como residencia y donde estuvieron hasta que se declaró la peste, muriendo gran número de caballeros, por lo que de nuevo fijaron su residencia temporal en Corneto, para luego instalarse en Niza (1527) y un año y medio después en Siracusa324. Diversos Caballeros de la Orden reflejan en esta época, lo que durante el siglo XVIII se generalizaría como una academia naval internacional con sede en Malta, como frey Antonio Pigafetta que acompañó, como cronista, a Magallanes y Elcano en el primer viaje de circunvalación de la Tierra, siendo uno de los pocos supervivientes de la expedición445. Más tarde dedicaría la historia de su épico viaje al Gran Maestre, en 1524. Los Hospitalarios dejaron Rodas, la posición cristiana más avanzada hacia Oriente, la ciudad posiblemente mejor fortificada de toda la Cristiandad, la de las once puertas y tres kilómetros de murallas. Desde entonces la Orden, sin territorio pero con su propia soberanía universalmente reconocida, con su Convento y la flota, estableció su residencia en el exilio sucesivamente en Candía (enero, 1523), en la isla de Creta, el 7 de febrero zarparon hacia Galipoli, legando finalmente a Messina el 30 de abril de ese mismo año, la peste les obligo a abandonar la ciudad y dirigirse a Baia (julio, 1523) primero y finalmente a Civitavechia ese mismo mes. Un año después recalaron en Viterbo (1524), donde el Papa Clemente VII, que había sido anteriormente prior de Capua de la Orden de San Juan114, les cedió como residencia y donde estuvieron hasta que se declaró la peste, muriendo gran número de caballeros, por lo que de nuevo fijaron su residencia temporal en Corneto, para luego instalarse en Niza (1527) y un año y medio después en Siracusa115. A pesar de todo hubo actuaciones señeras de los miembros de la Orden en aquellos días, como la de frey Antonio Pigafetta que acompañó, como cronista, a Magallanes y Elcano en el primer viaje de circunvalación de la Tierra, siendo uno de los pocos supervivientes de la expedición. Más tarde dedicaría la historia de su épico viaje al Gran Maestre, en 1524. VI. MALTA La Orden piensa en nuevos asentamientos aún sin dejar el sueño de recobrar Rodas y, a este efecto, el Gran Maestre y el Papa Clemente VII contemplan varias posibilidades: la pequeña isla de Citerea, al sur del Peloponeso, perteneciente a Venecia; la isla de Elba, junto a las costas de Toscana; y la isla de Mallorca cuya cesión soberana no ve con buenos ojos el Emperador. Por fin se decide su establecimiento en la isla de Malta116, que tiene la ventaja de poseer una extraordinaria situa114 Hugo O’DONNELL, “La cesión de Malta a los Caballeros de San Juan (1530)” en Revista de las Ordenes militares, nº 1, (2001), p. 111. 115 P. de BOISSAT, Histoire des chevaliers de l´Ordre de l`Hôpital de S. Jean de Hiérusalem, t. I, París, 1612, in-4º, pp. 451468, 476, 488, 490-491. M. PIERREN-DON, op. cit., vol. I, p. XXV. 116 L. HERITE, Essai sur l`Ordre des Hospitaliers de Saint-Jean de Jerusalem et de son Gouvernement Civil et Militaire a Malte au commencement du XVIII siécle, París, 1912, p. 10. ción estratégica en las principales rutas mediterráneas y es de soberanía española, como parte de la Corona de Aragón –reino de Sicilia-, desde hace tres siglos117. Ese día el emperador Carlos V346, en su calidad de rey de Nápoles y Sicilia, con gran visión estratégica y agradecido al Gran Maestre por haber ayudado a lograr la reconciliación con Francisco I, mediante la Paz de las Damas, ya comentada, hace donación347 a la Orden en feudo soberano, Carlos V118, en su calidad de rey de Nápoles y Sicilia, con gran visión estratégica y agradecido al Gran Maestre por haber ayudado a lograr la reconciliación con Francisco I, mediante la Paz de las Damas, hace donación119 a la Orden en feudo soberano, las islas de Malta, Gozo y Comino las islas de Malta, Gozo y Comino así como Trípoli en Berbería. Todo ello mediante carta de cesión, promulgada el 24 de marzo en Castel Franco de Emilia, (Bolonia), donde estaba para ser coronado emperador por el Papa348, en el año décimo de su imperio y vigésimo séptimo de su reinado en Castilla y León349. Ésta sería su transcripción: “y a fin de que el muy venerable Gran Maestre de la Orden y nuestros muy amados hijos (...) de dicha Orden, que, desde la pérdida de Rodas, de donde fueron arrojados por la violencia (...), puedan encontrar una residencia fija, luego de haber estado errantes durante muchos años, y para que puedan celebrar en paz las funciones de su Religión (...), hemos voluntariamente resuelto darle un lugar donde puedan encontrar una residencia fija (...) por autoridad real (...) tanto por Nos como por nuestros sucesores y herederos en nuestros Reinos, hemos cedido a perpetuidad y voluntariamente dado al dicho reverendísimo Gran Maestre de la citada Orden, y a la dicha Religión de San Juan de Jerusalén, como feudo noble, libre y franco, los castillos, plazas e islas de Trípoli, Malta y Gozo, con todos sus territorios y jurisdicciones, alta y media justicia, y todos los derechos de propiedad, señorío y poder de hacer ejecutar la soberana justicia y derecho de vida y muerte (...). Con la condición, sin embargo, de que en lo futuro los conservarán como feudo nuestro en calidad de Rey de las Dos Sicilias y de nuestros sucesores en dicho reino bajo feudo solamente de un alcotán o halcón350, que se ha de presentar cada año, en la fiesta de Todos los santos, en manos del virrey, en señal de verdadero reconocimiento del feudo y quedando por ello, libres y exentos de todo otro servicio de guerra y de aquellas cosas que los vasallos deben a sus señores. Con la condición también de que en cada cambio de reinado estarán obligados a enviar embajadores al sucesor para pedirle y recibir de él así como Trípoli en Berbería. Todo ello mediante carta de cesión, promulgada el 24 de marzo en Castel Franco de Emilia, (Bolonia) de 1523, donde estaba para ser coronado emperador por el Papa120, en el año décimo de su imperio: “y a fin de que el muy venerable Gran Maestre de la Orden y nuestros muy amados hijos (...) de dicha Orden, que, desde la pérdida de Rodas, de donde fueron arrojados por la violencia (...), puedan encontrar una residencia fija, luego de haber estado errantes durante muchos años, y para que puedan celebrar en paz las funciones de su Religión (...), hemos voluntariamente resuelto darle un lugar donde puedan encontrar una residencia fija (...) por autoridad real (...) tanto por Nos como por nuestros sucesores y herederos en nuestros Reinos, hemos cedido a perpetuidad y voluntariamente dado al dicho reverendísimo Gran Maestre de la citada Orden, y a la dicha Religión de San Juan de Jerusalén, como feudo noble, libre y franco, los castillos, plazas e islas de Trípoli, Malta y Gozo, con todos sus territorios y jurisdicciones, alta y media justicia, y todos los derechos de propiedad, señorío y poder de hacer ejecutar la soberana justicia y derecho de vida y muerte (...). Con la condición, sin embargo, de que en lo futuro los conservarán como feudo nuestro en calidad de Rey de las Dos Sicilias y de nuestros sucesores en dicho reino bajo feudo solamente de un alcotán o halcón, que se ha de presentar cada año, en la fiesta de Todos los santos, en manos del virrey, en señal de verdadero reconocimiento del feudo y quedando por ello, libres y exentos de todo otro servicio de guerra y de aquellas cosas que los vasallos deben a sus señores. Con la condición también de que en cada cambio de reinado estarán obligados a enviar embajadores al sucesor para pedirle y recibir de él la investi- 332 Sobre el período intermedio entre la pérdida de Rodas y el Gran Cerco de Malta 117 H. J. A. SIRE, op. cit., pp. 63-68. de 1565, ver SIRE, H.J.A.: op. cit., pp. 63-68. 346 COY COTONAT, A.: Historia de la Ínclita y Soberana Orden, op. cit., pp. 126-133. 118 A. COY COTONAT, Historia de la Ínclita y Soberana Orden, op. cit., pp. 126347 Expediente 9. Legajo: 8.039. Sección de 133. Ordenes Militares. Archivo Histórico 119 Expediente 9. Legajo: 8.039. Sección Nacional. de Ordenes Militares. Archivo Histórico 348… CAVANILLAS DE BLAS, A.: El médico de Nacional Flandes. Barcelona, 2003, pp. 75-79. 120 A. CAVANILLAS DE BLAS, El médico de Flandes, Barcelona, 2003, pp. 75-79. la investidura de dichas islas, según es uso y costumbre en tales casos”. El emperador sigue imponiendo una serie de condiciones y dice: Que todos los artículos precedentes serán convertidos en leyes y estatutos perpetuos de la dicha Orden en la forma acostumbrada, con la aprobación y confirmación del Papa y de la Santa Sede (...). dura de dichas islas, según es uso y costumbre en tales casos”… Que todos los artículos precedentes serán convertidos en leyes y estatutos perpetuos de la dicha Orden en la forma acostumbrada, con la aprobación y confirmación del Papa y de la Santa Sede (...)”121. A pesar de la generosidad del Emperador, los Caballeros no aceptaron prestar juramento de fidelidad a Carlos I, que habría supuesto un vínculo de obediencia militar, con la inevitable pérdida de la neutralidad. Finalmente, los Caballeros se comprometieron a no combatir contra el “Alto Dominio”, pero en realidad no supuso una heteroimposición, sino una explicitación de la autolimitación que ya habían asumido con el cuarto voto de no luchar contra los reyes cristianos351. A pesar de la generosidad del Emperador, los Caballeros no aceptaron prestar juramento de fidelidad a Carlos I, que habría supuesto un vínculo de obediencia militar, con la inevitable pérdida de la neutralidad. Finalmente, los Caballeros se comprometieron solo a no combatir contra el “Alto Dominio”, lo que ya estaba recogido en el cuarto voto de la Orden, de no luchar contra los reyes cristianos122. El territorio fue aceptado “in pheudum perpetuum, nobile, liberum et francum” con “mero et mixto Imperio (...) ac gladii potestate in hominibus et foeminis” (como feudo perpetuo, noble, libre y exento de impuestos, con potestad sobre hombres y mujeres). Incluso teniendo en cuenta el sistema feudal de la época, la Orden gozó de El territorio fue aceptado “in pheudum perpetuum, nobile, liberum et francum” con “mero et mixto Imperio (...) ac gladii potestate in hominibus et foeminis”123. una especial situación al no tener que soportar tampoco tributos352. El deber de tributar fue substituido, en efecto, por la entrega “unius Accipitris seu Falchonis” el día de Todos los santos. En realidad, el vínculo de vasallaje no era más intenso que el que unía, por ejemplo, al Reino de Nápoles con el Papa. La única limitación efectiva, pero obviamente consecuente con el vínculo de feudalidad, era la imposibilidad para la Orden de “transferre seu alienare” (transferir o enajenar) los territorios recibidos. Pero, precisamente esta cláusula demuestra que desde el origen la Orden fue considerada capaz de adquirir soberanía sobre territorios diversos, con la consecuencia de no perderla por la pérdida del territorio singular. Otra de las condiciones del Emperador354 expresadas era que el nombramiento de Almirante siguiese recayendo en un caballero de la Lengua de Italia y en cuanto al nombramiento de los obispos de Malta… El Papa Clemente VII (1523-1534), que había sido caballero profeso y Prior de Capua, aprobó la cesión (infeudación), por bula de 25 de abril. Como contraprestación, tal y como se ha expuesto, la Orden adquirió la obligación de mantener una perpetua neutralidad en las guerras entre países cristianos. El acuerdo incluía el tratte, o sea el compromiso, de Sicilia de aprovisionar a los Caballeros de trigo siciliano libre de impuestos355. El deber de tributar, propio de un feudo, fue substituido, por la entrega “unius Accipitris seu Falchonis” el día de Todos los santos124, el famoso halcón maltes. La única limitación efectiva, pero obviamente consecuente con el vínculo de feudalidad, era la imposibilidad para la Orden de “transferre seu alienare” (transferir o enajenar) los territorios recibidos. Pero, precisamente esta cláusula demuestra que desde el origen la Orden fue considerada capaz de adquirir soberanía sobre territorios diversos, con la consecuencia de no perderla por la pérdida del territorio singular. Otra de las condiciones del Emperador expresadas era que el nombramiento de Almirante siguiese recayendo en un caballero de la Lengua de Italia125. El Papa Clemente VII (1523-1534), que había sido caballero profeso y Prior de Capua, aprobó la cesión (infeudación), por bula de 25 de abril. El acuerdo incluía el tratte, o sea el compromiso, de Sicilia de aprovisionar a los Caballeros de trigo siciliano libre de impuestos126. 121 Para más detalles ver Hugo O’DONNELL, “La cesión de Malta a los Caballeros de San Juan (1530)” en Revista de las Ordenes militares nº 1, (2001) pp. 107128. p. 117 y ss. 122 Sobre la concesión de Malta, ver V. 351 Sobre la concesión de Malta, ver MALLIA-MILANES, “La donazione di Malta da MALLIA-MILANES, V.: “La donazione di Malta parte di Carlo V all´Ordinesi San Giovanni”, da parte di Carlo V all´Ordinesi San en Sardegna, Spana e Stati italiani nell´etá di Giovanni”, en Sardegna, Spana e Stati italiani nell´etá di Carlo V. Congreso Internacional celebrado en Cerdeña en diciembre de 2000. Roma, 2001, pp. 137-148. (como feudo perpetuo, noble, libre y exento de impuestos, con potestad sobre hombres y mujeres). 352 PIERREDON, M.: op cit., vol. I, pp. XXVIXXVIII. 354… CAVANILLAS DE BLAS, A.: El médico de Flandes, op. cit., pp. 123-124. 355 COY COTONAT, A.: Historia de la Ínclita y Soberana Orden, op. cit., pp. 133. Luego de arduas negociaciones -de las que no estuvieron exentas las realizadas por el Gran Maestre en orden a conseguir la Paz de Cambray o de las Damas, entre franceses y españoles, lo que motivó el agradecimiento del Emperador341- el 18 de julio de 1529, la Orden abandona Niza y Villefranche, después de dos años de residencia, ante la inminencia de la definitiva y favorable decisión del Emperador, respecto de la cesión de Malta. En efecto, ya frey Antonio Bosio había transmitido al Gran Maestre la anhelada noticia de la definitiva concesión a la Orden de San Juan del archipiélago maltés, sin la condición previa del juramento de fidelidad. Además, el Emperador, que conocía las dificultades económicas por las que atravesaba la Orden en aquellos días, donó la suma de veinticinco mil escudos de oro para atender a las necesidades más urgentes En julio, la totalidad de la flota hospitalaria puso rumbo a Malta; estaba compuesta de quince navíos (dos de ellos recientemente construidos en Villefranche), cinco galeras, las dos grandes carracas “Santa María” y Carlo V. Congreso Internacional celebrado en Cerdeña en diciembre de 2000, Roma, 2001, pp. 137-148. 123 como feudo perpetuo, noble, libre y exento de impuestos, con potestad sobre hombres y mujeres… 124 M. PIERREDON, op cit., vol. I, pp. XXVI-XXVIII. 125 A. CAVANILLAS DE BLAS, El médico de Flandes, op. cit., pp. 123-124. 126 A. COY COTONAT, Historia de la Ínclita y Soberana Orden, op. cit., pp. 133. El 18 de julio de 1529, la Orden abandona Niza y Villefranche con rumbo a Malta. En efecto, ya frey Antonio Bosio había transmitido al Gran Maestre la anhelada noticia de la definitiva concesión a la Orden de San Juan del archipiélago maltés, sin la condición previa del juramento de fidelidad. Además, el Emperador, que conocía las dificultades económicas por las que atravesaba la Orden en aquellos días, donó la suma de veinticinco mil escudos de oro para atender a las necesidades más urgentes. La flota hospitalaria estaba compuesta de quince navíos (dos de ellos recientemente construidos en Villefranche), cinco galeras, las dos grandes carracas “Santa María” y “Santa Ana”, un galeón, la nave llamada “Marieta”, otra nave contratada, tres navíos “Santa Ana”, un galeón, la nave llamada “Marieta”, otra nave contratada, tres navíos armados y dos bergantines. Conducían al Gran Maestre y al Convento, a caballeros, soldados, marineros, y a la población griega de Rodas que había seguido a la Orden en su exilio para no caer bajo la dominación turca. Además embarcaron setecientos combatientes enrolados en Niza. En total, unos cuatro mil hombres aptos para el combate. A causa de algunas tormentas desencadenadas por la llegada prematura del mal tiempo, la flota no pudo reunirse en Trapani hasta el 10 de agosto. El día 26 de agosto de 1529, se hizo a la mar rumbo al archipiélago maltés, al que rodeó en misión de reconocimiento con vistas a la inmediata ocupación; nadie puso pie en tierra y, después de este viaje, la flota fondeó en Siracusa en espera de la autorización imperial, la cual se demoró hasta el 24 de marzo de 1530345. El Gran Maestre frey Felipe Villiers de L'Isle Adam (1521-1534) pudo por fin pisar como soberano la tierra de Malta, en la madrugada del miércoles 26 de octubre de 1530. Le seguían el Convento, los Caballeros y los fieles rodios que habían acompañado a la orden en su errante navegar durante ocho largos años. La flota de la Orden, dos carracas, cinco galeras, dos bergantines y seis naves de menor tonelaje, fondeó en el puerto del Burgo, con tres mil hombres de tropa sin contar a los Caballeros. El primer halcón que los caballeros dieron al Virrey de Sicilia, el día de Todos los Santos, en señal de reconocimiento de la donación feudal de la isla, simbolizó el momento en que la Orden de San Juan se hizo Malta. armados y dos bergantines. Conducían al Gran Maestre y al Convento, a caballeros, soldados, marineros, y a la población griega de Rodas que había seguido a la Orden en su exilio para no caer bajo la dominación turca. Además embarcaron setecientos combatientes enrolados en Niza. En total, unos cuatro mil hombres aptos para el combate. A causa de algunas tormentas desencadenadas por la llegada prematura del mal tiempo, la flota no pudo reunirse en Trapani hasta el 10 de agosto. El día 26 de agosto de 1529, se hizo a la mar rumbo al archipiélago maltés, al que rodeó en misión de reconocimiento con vistas a la inmediata ocupación; nadie puso pie en tierra y, después de este viaje, la flota fondeó en Siracusa en espera de la autorización imperial, la cual se demoró hasta el 24 de marzo de 1530127. El Gran Maestre frey Felipe Villiers de L'Isle Adam (1521-1534) pudo por fin pisar como soberano la tierra de Malta, en la madrugada del miércoles 26 de octubre de 1530. Le seguían el Convento, los Caballeros y los fieles rodios que habían acompañado a la orden en su errante navegar durante ocho largos años. La flota de la Orden, fondeó en el puerto del Burgo, con tres mil hombres de tropa sin contar a los Caballeros. El primer halcón que los caballeros dieron al Virrey de Sicilia, el día de Todos los Santos de 1530, en señal de reconocimiento de la donación feudal de la isla, simbolizó el momento en que la Orden de San Juan se hizo Orden de Malta128. 127 A. PAU ARRIAGA, La Soberana Orden 345 PAU ARRIAGA, A.: op. cit., pp. 139-142. de Malta. Un milenio de fidelidad, Madrid, 1996, pp. 139-142. 128 A. SPAGNOLETTI y P. GARCÍA 365 SPAGNOLETTI, A. y GARCÍA MARTÍN, P.: MARTÍN, “Cuando San Juan se hizo Malta”. “Cuando San Juan se hizo Malta”. Seminario Seminario Internacional para el estudio de Internacional para el estudio de las Ordenes las Ordenes Militares, Bari, 2002. Militares. Bari, 2002. La capital de la isla estaba en el fortificado reducto de Notabile, en el centro de Malta, pero los Caballeros escogieron como necesaria base de sus operaciones el amplio puerto en el este, donde el pequeño puerto pesquero de Birgu estaba situado en un promontorio. El convento al inicio del dominio melitense fue establecido en el Borgo de San Lorenzo. El Gran Maestre rápidamente fortificó este pueblo y rehabilitó el fuerte de Sant Ángelo que sería su residencia. No obstante los trabajos fueron provisionales, pues todavía se pensaba en un pronto retorno a Rodas. El área más importante de la isla era desde luego el puerto, e inmediatamente se ordenó que las defensas de San Ángelo, que guardaban la cara sur del puerto y la ciudad de Birgu, fuesen fortalecido, así como las murallas de la vieja ciudad de Medina359. La capital de la isla estaba en el fortificado reducto de Notabile, en el centro de Malta, pero los Caballeros escogieron como necesaria base de sus operaciones el amplio puerto en el este, donde el pequeño puerto pesquero de Birgu estaba situado en un promontorio. El Gran Maestre rápidamente fortificó este pueblo y rehabilitó el fuerte de Sant Ángelo que sería su residencia. No obstante los trabajos fueron provisionales, pues todavía se pensaba en un pronto retorno a Rodas. El área más importante de la isla era desde luego el puerto, e inmediatamente se ordenó que las defensas de San Ángelo, que guardaban la cara sur del puerto y la ciudad de Birgu, fuesen fortalecido, así como las murallas de la vieja ciudad de Medina129. Bajo el Gran Maestre Juan de Homedes y Coscon, (1536-1553), de nación aragonesa se produjo la consolidación del dominio maltes preparándose para lo que había de venir, pero al mismo tiempo la Orden sufrió el primero de sus graves quebrantos, la perdida de Trípoli en agosto de 1551. Homedes se sintió traicionado por el embajador francés Aramon encargado de la ayuda a la asediada Trípoli y en su lugar entrego la plaza a las tropas de Dragut. A este fracaso se sumó el desastre de Zoara, cerca de Trípoli en 1552, lo que pretendía ser una operación de castigo contra el pirata Dragut se convirtió en un desastre en el que perecieron ochenta y nueve caballeroso y gentes de armas. Homedes falleció unos meses después en septiembre de 1553130. Durante todo el siglo XVI el sueño de los Durante todo el siglo XVI el sueño de los Caballeros será el volver a su mundo Caballeros será el volver a su mundo talasocrático del Dodecaneso, libres de talasocrático del Dodecaneso, libres de comprometidos vínculos feudales. Para ello comprometidos vínculos feudales. Para ello mantiene una fuerza naval que, en espera de la gran ocasión, cada vez más lejana, colabora con toda potencia cristiana en cualquier acción contra infieles. El período comprendido entre el siglo XVI y parte del XVII será, al menos desde el punto de vista militar, el Siglo de Oro de la Orden360. Los innumerables episodios bélicos a lo largo y ancho de los mares que bañaban desde las islas del Egeo hasta el Levante español, mostraron al mundo el valor -no exento de unas dosis de fanatismo- de los sanjuanistas361. mantiene una fuerza naval que, en espera de la gran ocasión, cada vez más lejana, colabora con toda potencia cristiana en cualquier acción contra infieles. El período comprendido entre el siglo XVI y parte del XVII será, al menos desde el punto de vista militar, el Siglo de Oro de la Orden. Los innumerables episodios bélicos a lo largo y ancho de los mares que bañaban desde las islas del Egeo hasta el Levante español, mostraron al mundo el valor de los sanjuanistas131. JOSÉ CERVERA PERY LA ORDEN DE MALTA Y LA ARMADA; UNA VINCULACIÓN HISTÓRICA CUADERNOS DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL 63, 2011, PÁGS. 9-18 Son los tiempos de los grandes capitanes de Son los tiempos de los grandes capitanes de la Orden: la Orden: 129 E. BRADFORD, Storia dei cavalieri di 356… GARCÍA MARTÍN, P.: “Melita Moderna: Malta, op. cit., p. 121. P. GARCÍA MARTÍN, De como caballeros, peregrinos y viajeros “Melita Moderna: De como caballeros, mudaron el paisaje de Malta. Archivo peregrinos y viajeros mudaron el paisaje de Hispalense, 2003-2004, Sevilla, p. 42. Malta. Archivo Hispalense, Sevilla, 2003357 BRADFORD, E.: Storia dei cavalieri di 2004, p. 42. Malta, op. cit., p. 121. 130 H. SIRE, “El gran Maestre Juan de Homedes (1536-1553)” en Actas del I Simposio histórico de la Orden de San Juan en España, Toledo, 2003, pp. 527-530. 361 En el archivo de la Orden en Malta, se conservan los informes que los comendadores de la Orden hacían cada año sobre la escuadra sanjuanista. Nos hablan de continuas operaciones navales, acciones anfibias, correrías por las costas de Berbería y de Sicilia, de navegaciones por el Levante, de los frecuentes abastecimientos de agua fresca y embreado de las galeras en secretas bahías del Egeo, de gloriosas victorias y tristes derrotas. En definitiva, las increíbles aventuras de los Caballeros, de sus 131 Legajos: 8.036 a 8.044. Sección de tripulaciones y sus barcos. Legajos: 8.036 a Órdenes Militares. Archivo Histórico 8.044. Sección de Ordenes Militares. Archivo Nacional. Histórico Nacional. Madrid. Preianni de Bidoux, Bernardo Salviatti, Aurelio Bhotigella, Naturin de Lescaut, Juan de La Valette, Leone Strozzi, después almirante de una flota francesa, George Schilling elegido después por el emperador primer príncipe sanjuanista de Alemania. El marco de colaboración de la Orden de San Juan en las acciones navales hispanas es pues convincente y mantiene una constante de continuidad. Desde su base logística de Malta, cedida a los caballeros de la Orden por Carlos V en 1530 y que les permite gran amplitud de movimientos, acuden en 1532 a la empresa de Corón, toma parte en 1535 en la conquista de Túnez y La Goleta; forma parte de la Liga Santa contra los turcos, y participa en las campañas de Doria en Levante en 1537 y 1538; se cubre de gloria en la desdichada expedición de Argel en 1541 y colabora en la conquista de Mehedía (llamada también África) en 1550. En las dos expediciones al Peñón de Vélez de la Gomera en 1563 y 1564 figuran las galeras de la Religión que años después —en 1571— se inmortalizarán en la batalla de Lepanto y en las campañas de la Liga bajo el mando de Don Juan de Austria. Siguen colaborando con los buques españoles en todas las jornadas a Levante y Berbería y acuden anualmente a los puertos de Sicilia para emprender el crucero contra los infieles y regresar a Malta con abundantes presas, y numerosos esclavos que acrecientan el tesoro de la Orden y suministran ágiles veleros para las galeras. RAFAEL PÉREZ PEÑA Preianni de Bidoux, Bernardo Salviatti, Aurelio Bhotigella, Naturin de Lescaut, Juan de La Valette, Leone Strozzi, después almirante de la flota francesa, George Schilling elegido después por el emperador primer príncipe sanjuanista de Alemania. El marco de colaboración de la Orden de San Juan en las acciones navales hispanas es pues convincente y mantiene una constante de continuidad. Desde su base logística de Malta, acuden en 1532 a la empresa de Corón, toma parte en 1535 en la conquista de Túnez con una flota imperial y La Goleta; forma parte de la Liga Santa contra los turcos, y participa en las campañas de Doria en Levante en 1537 y 1538; se cubre de gloria en la desdichada expedición de Argel en 1541 y colabora en la conquista de Mehedía (llamada también África) en 1550. En las dos expediciones al Peñón de Vélez de la Gomera en 1563 y 1564 figuran las galeras de la Religión que años después, en 1571, se inmortalizarán en la batalla de Lepanto y en las campañas de la Liga bajo el mando de Don Juan de Austria. Siguen colaborando con los buques españoles en todas las jornadas a Levante y Berbería y acuden anualmente a los puertos de Sicilia para emprender el crucero contra los infieles y regresar a Malta con abundantes presas, y numerosos esclavos que acrecientan el tesoro de la Orden y suministran remeros para las galeras132. LA SOBERANA ORDEN DE MALTA A TRAVÉS DE DIEZ SIGLOS DE HISTORIA Y SU RELACIÓN CON LA ACCIÓN HUMANITARIA TESIS DOCTORAL UNIVERSIDAD DE MÁLAGA 2009 Existían tres maneras de entrar en la Orden; a título de Mayoría, de Minoría o de Paje376. La edad mínima para entrar en Mayoría, era de quince años cumplidos377 y sin límite de edad378. Los Caballeros de Mayoría podían participar en las cuatro caravanas y pronunciar sus votos en el tiempo y la edad que les conviniese. En las caravanas no se admitían caballeros con más de cincuenta años379. Por otra parte, entre 376 CÓDIGO DE ROHAN: op. cit. Título II, art. XVI, XVIII, XIX y XX, de los Estatutos, pp. 4749. 377 CÓDIGO DE ROHAN: op. cit. Título I, art. XVI de los Estatutos, p. 47; y Almanaque de la Orden de Malta, para el año de 1769. 378 CÓDIGO DE ROHAN: op. cit. Título II, art. XVI de los Estatutos, p. 47; y Almanaque de la Orden de Malta, para el año de 1769. 379 CÓDIGO DE ROHAN: op. cit. Título XII, Dell Ufficio defratelli, art. 16 de las Ordenanzas Capitulares, p. 313; y Almanaque de la Orden de Malta, para el año de 1769. Existían tres maneras de entrar en la Orden; a título de Mayoría, de Minoría o de Paje133. La edad mínima para entrar en Mayoría, era de quince años cumplidos134 y sin límite de edad135. Los Caballeros de Mayoría podían participar en las cuatro caravanas y pronunciar sus votos en el tiempo y la edad que les conviniese. En las caravanas no se admitían caballeros con más de cincuenta años136. Por otra parte, entre 132 José CERVERA PERY, “La orden de Malta y la Armada: una vinculación histórica”, en Cuadernos monográficos del Instituto de Historia y Cultura Naval, 23 (1994), Madrid, p. 10. 133 Fra Emanuele DE ROHAN, Codice del Sacro Militare Ordine Gerosolimitano, (CODIGO DE ROHAN), Malta, 1782. Título II, art. XVI, XVIII, XIX y XX, de los Estatutos, pp. 47-49. 134 CÓDIGO DE ROHAN: op. cit. Título I, art. XVI de los Estatutos, p. 47; y Almanaque de la Orden de Malta, para el año de 1769. 135 CÓDIGO DE ROHAN: op. cit. Título II, art. XVI de los Estatutos, p. 47; y Almanaque de la Orden de Malta, para el año de 1769. 136 CÓDIGO DE ROHAN: op. cit. Título XII, Dell Ufficio defratelli, art. 16 de las Ordenanzas Capitulares, p. 313; y Almanaque de la Orden de Malta, para el año de 1769. las cualidades que se pedían a los aspirantes las cualidades que se pedían a los aspirantes se encontraba su participación en tres se encontraba su participación en tres caravanas completas, entendiendo por tal caravanas completas, entendiendo por tal concepto las campañas marítimas que se concepto las campañas marítimas que se realizaban anualmente, entre los meses de realizaban anualmente, entre los meses de marzo y septiembre, en las galeras de la marzo y septiembre, en las galeras de la Orden137. Orden. En cualquier caso, en sus distintas concepciones, la caravana representaba un importante factor de socialización y homogeneidad entre los caballeros provenientes de todos los países de la Europa católica362. Después de doce meses de noviciado, los Después de doce meses de noviciado, los Caballeros tomaban los simples votos y Caballeros tomaban los simples votos y participaban en sus Caravanas (tres en el XVI participaban en sus Caravanas (tres en el XVI y XVIII, cuatro en el XVII). Este requisito era y XVIII, cuatro en el XVII). Este requisito era imprescindible para acceder a una imprescindible para acceder a una encomienda. Estas Caravanas eran encomienda. Estas Caravanas eran expediciones navales de al menos seis expediciones navales de al menos seis meses, y cada galera -pintada de negro la meses, y cada galera -pintada de negro la capitana y de rojo las demásllevaba entre capitana y de rojo las demás- llevaba entre veinte y treinta caravanisti, quienes con su veinte y treinta caravanisti, quienes con su joven ardor y la rivalidad de las distintas joven ardor y la rivalidad de las distintas nacionalidades, eran una garantía contra nacionalidades, eran una garantía contra una excesiva precaución. una excesiva precaución. Todos los Caballeros estaban obligados a Todos los Caballeros estaban obligados a residir en Malta durante un lustro, en el residir en Malta durante un lustro, en el curso del cual participaban en las caravanas curso del cual participaban en las caravanas o expediciones navales que contrarrestaban o expediciones navales que contrarrestaban los movimientos de la flota adversaria, los movimientos de la flota adversaria, interceptaban navíos otomanos o interceptaban navíos otomanos o berberiscos y saqueaban objetivos costeros berberiscos y saqueaban objetivos costeros en manos del enemigo138. en manos del enemigo. Era en tales empresas en las que se alentaba el espíritu de comunidad y solidaridad de los malteses, al tiempo que se templaba su valor. Lo que no quita para que algunos de estos hechos de armas se dedicasen a la caza de algunas naves cristianas, en particular las mercantes de grano, con lo que la actividad bélica de los hospitalarios, en estos casos, no difería mucho de la de los piratas berberiscos a los que combatían. Por otra parte, entre las cualidades que se pedían a los aspirantes se encontraba su participación en tres caravanas completas, entendiendo por tal concepto las campañas marítimas que se realizaban anualmente, entre los meses de marzo y septiembre, en las galeras de la Orden. En cualquier caso, en sus distintas concepciones, la caravana representaba un importante factor de socialización y homogeneidad entre los caballeros provenientes de todos los países de la Europa católica362. Para ello permanecían en La Valletta sirviendo en las distintas administraciones dependientes de la Orden y, principalmente -si podía pecuniariamente permitírselo-, conseguir el mando de una galera, para obtener los méritos necesarios para lograr la Llegar a obtener el mando de una nave era encomienda deseada. Llegar a obtener el el más prestigioso de todos los méritos139. mando de una nave era el más prestigioso de todos los méritos389. Estas Caravanas eran expediciones navales de al menos seis meses, y cada galera pintada de negro la capitana y de rojo las demás- llevaba entre veinte y treinta caravanisti, quienes con su joven ardor y la rivalidad de las distintas nacionalidades, eran una garantía contra una excesiva precaución. Los gastos de mantenimiento de una galera de la Orden, rozaban los veinte mil scudi al año en el XVII, y treinta mil en el XVIII, eran sufragados en gran parte por el propio caballero que ostentaba el mando de capitán388. Esto se explicaba, porque una capitanía daba un derecho preferencial para obtener una encomienda. Por ello, utilizando la ambición de sus miembros, la Orden era capaz de mantener una flota por una fracción de su real coste. Luego de sus Caravanas, el caballero podía tomar sus votos solemnes a la edad de veintiún años. Desde que el novicio llegaba a Malta, su entrenamiento incluía conferencias sobre el arte y la ciencia de la guerra, fortificaciones, artillería, armamento y municiones. La instrucción practica incluía tiro al blanco, lucha y combate cuerpo a cuerpo con daga de hoja serrada. Semanalmente estaba obligado a tres horas de escaramuza con Los gastos de mantenimiento de una galera de la Orden, rozaban los veinte mil “scudi” al año en el XVII, y treinta mil en el XVIII, eran sufragados en gran parte por el propio caballero que ostentaba el mando de capitán. Esto se explicaba, porque una capitanía daba un derecho preferencial para obtener una encomienda. Por ello, utilizando la ambición de sus miembros, la Orden era capaz de mantener una flota por una fracción de su real coste. armadura completa. En un combate real prescindirían de la mayor parte de la armadura, que en la era del arcabuz resultaba de poca utilidad. Las tácticas de combate marítimo se enseñaban en tierra y se pulían en las caravanas, esos largos períodos de navegación que los caballeros estaban obligados a cumplir a bordo de las galeras de la Orden, atacando y asediando las embarcaciones enemigas390. Las tácticas de combate marítimo se enseñaban en tierra y se pulían en las caravanas, esos largos períodos de navegación que los caballeros estaban obligados a cumplir a bordo de las galeras de la Orden, atacando y asediando las embarcaciones enemigas140. La navegación en las galeras de San Juan fue La navegación en las galeras de San Juan fue siempre una excelente escuela para la siempre una excelente escuela para la formación práctica de marinos. Para formación práctica de marinos. Para completarla con una instrucción completarla con una instrucción 362 PAU ARRIAGA, A.: op. cit., pp. 71-88. Lo que no quita para que algunos de estos hechos de armas se dedicasen a la caza de algunas naves cristianas, en particular las mercantes de grano, con lo que la actividad bélica de los hospitalarios, en estos casos, no difería mucho de la de los piratas berberiscos a los que combatían. 389 SIRE, H.J.A.: of The Knights Malta, op. cit., p. 92-83. teórica y científica se fundó en La Valletta en 1765, una Escuela Superior de Náutica por orden del Gran Maestre de origen portugués Pinto de Fonseca. Veinticuatro años más tarde el Gran Maestre Rohan-Polduc amplió la formación teórica con la creación en la Universidad de Malta de una cátedra de matemáticas superiores y de navegación. El alto prestigio que alcanzaron los marinos de la Orden y la resonancia de sus éxitos militares en el mediterráneo, movieron a las distintas potencias de la época a enviar a 137 A. PAU ARRIAGA, op. cit., pp. 71-88. 138 Lo que no quita para que algunos de estos hechos de armas se dedicasen a la caza de algunas naves cristianas, en particular las mercantes de grano, con lo que la actividad bélica de los hospitalarios, en estos casos, no difería mucho de la de los piratas berberiscos a los que combatían. 139 H. J. A. SIRE, The Knights Malta, Londres, 1997, p. 92-83. 140 D. BALL, El Otomano, Barcelona, 2005, pp. 526-527. teórica y científica se fundó en La Valletta en 1765, una Escuela Superior de Náutica por orden del Gran Maestre de origen portugués Pinto de Fonseca. Veinticuatro años más tarde el Gran Maestre RohanPolduc amplió la formación teórica con la creación en la Universidad de Malta de una cátedra de matemáticas superiores y de navegación. El alto prestigio que alcanzaron los marinos de la Orden y la resonancia de sus éxitos militares en el mediterráneo, movieron a las distintas potencias de la época a enviar a Malta a sus mejores marinos para completar su formación. Malta a sus mejores marinos para completar su formación. Malta, como lo había sido Rodas en su época, se convirtió para la Orden en el escenario de un gran capítulo de su historia. Fue ésta la segunda fase naval de los Caballeros, esta vez continuando la Cruzada en el Mediterráneo Occidental. La Orden de San Juan, durante su estancia en Malta, se preocupó de estabilizar las vías de comercio naval en el Mediterráneo central, e impuso una cierta forma legislativa y un cierto orden en un mar que hasta esos momentos había estado privado de cualquier ley406. Malta ocupaba una posición estratégica entre el mundo cristiano y el mundo musulmán408, la cual permitía a la Orden detener el flujo del Islam hacia el corazón del Cristianismo409. Debido a ésto, la Orden se volvió objeto de odio violento para los musulmanes -sobre todo después de que Venecia firmara un tratado de paz con los turcos, el 20 de octubre de 1540410, y que al año siguiente el rey de Francia, Francisco I, enviara en mayo un emisario a la Sublime Puerta, para concertar una alianza con el sultán Solimán411-, y Malta tuvo que sufrir numerosos ataques otomanos, especialmente en 1547412, 1551413, 1565414 y 1644, los cuales fueron rechazados con éxito. Valdría la pena recordar una de las batalla más famosa a la que los Caballeros de Malta se hayan enfrentado en su historia: El Gran Sitio de Malta de 1565, emplazado del 18 de mayo, al 8 de septiembre de aquel año. La Orden de San Juan, durante su estancia en Malta, se preocupó de estabilizar las vías de comercio naval en el Mediterráneo central, e impuso una cierta forma legislativa y un cierto orden en un mar que hasta esos momentos había estado privado de cualquier ley141. Malta tuvo que sufrir numerosos ataques otomanos, especialmente en 1547, 1551, 1565 y 1644, los cuales fueron rechazados con éxito. El más famoso fue el Gran Sitio de Malta de 1565, emplazado del 18 de mayo, al 8 de septiembre de aquel año. Los turcos, alarmados por el renacer de la Orden, no van a hacerse esperar. En los primeros meses de 1564 las noticias que En los primeros meses de 1564 las noticias llegan de Constantinopla indican que que llegan de Constantinopla indican que Solimán Sha142, está a punto de lanzar su Solimán Sha, Sombra de Dios en la Tierra, armada en una grandiosa empresa. Padishah del mar Negro y el mar Blanco, refugio de todos los pueblos del mundo, sultán de sultanes y rey de reyes, el legislador, el magnífico, el emperador de los otomanos415, está a punto de lanzar su armada en una grandiosa empresa. El viejo Sultán posee un imperio inmenso, pero tiene ahora un proyecto que realizar, conquistar Roma, la capital de la Cristiandad. Un sueño que lo obsesiona hace tiempo. Y entre la manzana roja -como llaman los turcos a Roma-y su cimitarra, se encuentra únicamente la isla de los Caballeros: una base desde la cual los hospitalarios pueden hacer salir sus naves para cumplir veloces y mortíferas incursiones. Una armada que tuviere por objetivo Italia no podría dejar a su espalda aquella base, sin correr el riesgo de ver cortados sus suministros. El viejo Sultán posee un imperio inmenso, pero tiene ahora un proyecto que realizar, conquistar Roma, la capital de la Cristiandad. Un sueño que lo obsesiona hace tiempo. Y entre la “manzana roja” -como llaman los turcos a Roma-y su cimitarra, se encuentra únicamente la isla de los Caballeros: una base desde la cual los hospitalarios pueden hacer salir sus naves para cumplir veloces y mortíferas incursiones. Una armada que tuviere por objetivo Italia no podría dejar a su espalda aquella base, sin correr el riesgo de ver cortados sus suministros. En la primavera de 1565 tendrá lugar el llamado Gran Sitio: 500 Caballeros y 5.000 soldados han de resistir durante 114 interminables días un ejército turco de 45.000 hombres, la mayor Armada desde la antigüedad, y consiguen demostrar que el La mayor armada desde la Antigüedad, con heroísmo y la fe de los monjes-guerreros las mejores tropas del mundo moderno a pueden vencer al temido Sultán de bordo, los jenízaros416, había sido enviada Constantinopla, Sopor Solimán Sha a la conquista de Malta. Si los turcos triunfaban, Europa quedaría expuesta a una oleada de terror islámico. Sicilia sería para ellos un fruto maduro. La reconquista musulmana de Granada no sería impensable. 141 E. BRADFORD, Storia dei cavalieri di Malta, op. cit., p. 129. 406 BRADFORD, E.: Storia dei cavalieri di Malta, op. cit., p. 129. 415 Se le llamó el Magnífico en Occidente por el esplendor y opulencia de su corte, además de por su fama personal de generoso. En Oriente en cambio se le conoce por el Kanuni, el Legislador, por recopilar, organizar y codificar la legislación civil y administrativa por la que habría de regirse a partir de aquel momento todos sus súbditos, 142 I. HERVAS JAVEGA, “Solimán el fuesen musulmanes, cristianos o judíos. Magnífico”. Historia y Vida, nº 457, pp. 7077. HERVAS JAVEGA, I.: “Solimán el Magnífico”. Historia y Vida, nº 457, pp. 70-77. limán el Magnífico. Si los turcos triunfaban, Europa quedaría expuesta a una oleada de terror islámico. La propia Roma temblaría. Pero por muy importantes que fueran esas victorias estratégicas, la ambición más apasionada de Solimán era exterminar a los Caballeros de San Juan, “esa singular banda de monjes, piratas, sanadores y guerreros” que algunos llamaban caballeros del Mar y otros hospitalarios, y que desde hacía tiempo se conocía como la Religión. La propia Roma temblaría. Pero por muy importantes que fueran esas victorias estratégicas, la ambición más apasionada de Solimán era exterminar a los Caballeros de San Juan, “esa singular banda de monjes, piratas, sanadores y guerreros” que algunos llamaban caballeros del Mar y otros hospitalarios, y que en época de la Inquisición tenían la osadía de hacerse llamar la Religión. Al mando del ejército del Gran Turco estaba Mustafá Pachá que ya había derrotado a los Al mando del ejército del Gran Turco estaba caballeros en su juventud, y en un bastión Mustafá Pachá que ya había derrotado a los infinitamente más fuerte que ése, durante el caballeros en una ocasión, y en un bastión famoso asedio de Rodas, en 1521. infinitamente más fuerte que ése, durante el famoso asedio de Rodas, en 1521. Desde entonces, Solimán, que pese a sus muchos logros colocaba su sagrado deber de conquistar el mundo para el Islam en el centro de su política, había tomado Belgrado, Buda, Bagdad y Tabriz. Había Veinticinco islas venecianas y todos los aplastado Hungría, Siria, Egipto, Irán, Irak, puertos del norte de África se habían Transilvania y los Balcanes. Veinticinco islas rendido a los corsarios de Solimán. Sólo el venecianas y todos los puertos del norte de invierno lo había hecho retroceder ante las África se habían rendido a sus corsarios. Sus puertas de Viena (1532). buques de guerra habían vencido a la Liga Santa enPréveza. Sólo el invierno lo había hecho retroceder ante las puertas de Viena (1532). Incapaces de llegar a un acuerdo, permanentemente divididos por intereses y Incapaces de llegar a un acuerdo, celos de varios géneros, las potencias permanentemente divididos por intereses y cristianas no escuchan las exhortaciones del celos de varios géneros, las potencias Papa Pío IV (1560-1565) que expresa muchas cristianas no escuchan las exhortaciones del veces su preocupación ante el inminente Papa Pío IV (1560-1565) que expresa muchas peligro143. veces su preocupación ante el inminente peligro417. No obstante ello, también era cierto que algunos pensaban que ésta era una posibilidad de oro para el Papa de poner a los Caballeros de San Juan bajo control papal. Muchos lo habían intentado y habían fracasado. Dos siglos antes, el propio Papa Clemente V había conspirado para el brutal exterminio de los templarios, pero los hospitalarios eran demasiado fuertes, lejanos y amados para que una solución tan cruda funcionara. La invasión creaba una ocasión única. Si el bastión de la Religión quedaba destruido, sus vastas posesiones a lo largo y ancho de Europa caerían en manos de monarcas y príncipes locales, sobre todo en Francia e Italia. También es cierto que si el bastión de la Religión quedaba destruido, sus vastas posesiones a lo largo y ancho de Europa caerían en manos de monarcas y príncipes locales, sobre todo en Francia e Italia144. El 19 de enero de 1565, el Gran Maestre La Valletta (1557-1568) recibe un despacho de El 19 de enero de 1565, el Gran Maestre La sus espías145 con el anuncio de que la Valletta (1557-1568) recibe un despacho de expedición contra la isla y estaba decidida sus espías418 con el anuncio de que la para primavera. expedición sería contra la isla y estaba decidida para primavera419. Desde el muro del castillo del Santo Ángel podía verse la compleja geografía del que Desde el muro del castillo del Santo Ángel sería el campo de batalla. Rodeadas por los podía verse la compleja geografía del que promontorios circundantes, tres lenguas de sería el campo de batalla. Rodeadas por los tierra triangulares formaban los límites del promontorios circundantes, tres lenguas de Gran Puerto. Santo Ángel se erguía en el tierra triangulares formaban los límites del extremo de la primera península, Gran Puerto, el hogar de los caballeros del dominando el Borgo, la ciudad principal, Mar. Sant’Ángelo se erguía en el extremo de donde se la primera península, dominando el Borgo, la ciudad principal, donde se 143 M. FERNÁNDEZ ÁLVAREZ, op. cit., p. 294-310. 417… FERNÁNDEZ ÁLVAREZ, M.: op. cit., p. 294-310. El 19 de enero de 1565, el Gran Maestre La Valletta (1557-1568) recibe un despacho de sus espías418 con el anuncio de que la expedición sería contra la isla y estaba 144 Se sabe que por diversas razones -en decidida para primavera419. La hora tan el caso de España, porque la influencia de las esperada había llegado. Sabe que por Lenguas francesas dentro de la Orden es diversas razones -en el caso de España, preocupante al ser Francia el enemigo, en el porque la influencia de las Lenguas francesas caso francés por su interés en las posesiones dentro de la Orden es preocupante al ser de la Orden, y en el caso veneciano por ser la Francia el enemigo, en el casofrancés por su Orden el rival cristiano en el dominio del interés en las posesiones de la Orden, y en el Mediterráneo oriental entre las que el caso veneciano por ser la Orden el rival interés de las posesiones hospitalarias no es cristiano en el dominio del Mediterráneo ajeno, una vez mas no recibirá ayuda y que oriental- entre las que el interés de las podrá contar sólo con sus caballeros y los posesiones hospitalarias no es ajeno, una habitantes de Malta. F. BALBI DI vez mas no recibirá ayuda y que podrá CORREGGIO, Diario del Gran Asedio de contar sólo con sus caballeros y los Malta 1565. Alcalá de Henares, 1567, Madrid habitantes de Malta. 2007, p. 38. 419BALBI DI CORREGGIO, F.: The siege of 145 E. GARCÍA HERNÁN, “Espionaje en la Malta. London 1965, op. cit., p. 38. batalla de Lepanto”. Historia y Vida, nº 332, 418 GARCÍA HERNÁN, E.: “Espionaje en la pp. 8-41. batalla de Lepanto”. Historia, nº 332, pp. 841. apretujaban los albergues de los caballeros, la Sagrada Enfermería, la iglesia conventual de San Lorenzo, las casas de los lugareños, los principales muelles y almacenes, y toda la agitada parafernalia de una pequeña metrópoli. El Borgo quedaba aislado y protegido del resto de la isla por una gigantesca muralla curva, un muro defensivo erizado de bastiones y abarrotado de Caballeros y soldados realizando ejercicios. Mirando a través de la Ensenada de las Galeras, hacia la segunda lengua de tierra, la Ísola, se hubiesen podido ver las aspas de una docena de molinos de viento girando con extraña e incongruente tranquilidad. Cuadradas alineaciones de soldados girarían en perfecta formación, con el sol resplandeciendo en los morriones, y más allá, esclavos sarracenos desnudos, encadenados por parejas, se esforzarían bajo el silbato del capataz, izando bloques de arenisca a la contramuralla de San Miguel, la fortaleza que aislaba la segunda península del resto de la isla. Cuando el asedio comenzara, la única comunicación entre la Ísola y el Borgo sería el frágil puente de barcazas a través de la ensenada de las Galeras. Al norte, a una media milla del otro lado del Gran Puerto, en la punta orientada al mar de la tercera península, se erguía el fuerte de San Telmo. Era el bastión más aislado de todos y, una vez iniciado el asedio, sólo sería accesible por mar. Toda la isla bullía con los preparativos. Rezos; ejercicios militares; obras de excavación y atrincheramiento; afilado de las armas; recogidas de las cosechas, salazón apretujaban los albergues de los caballeros, la Sagrada Enfermería, la iglesia conventual de San Lorenzo, las casas de los lugareños, los principales muelles y almacenes, y toda la agitada parafernalia de una pequeña metrópoli. El Borgo quedaba aislado y protegido del resto de la isla por una gigantesca muralla curva, un muro defensivo erizado de bastiones y abarrotado de Caballeros y soldados. Mirando a través de la Ensenada de las Galeras, hacia la segunda lengua de tierra, la Ísola, se hubiesen podido ver las aspas de una docena de molinos de viento girando con extraña e incongruente tranquilidad. Cuadradas alineaciones de soldados girarían en perfecta formación, con el sol resplandeciendo en los morriones, y más allá, esclavos sarracenos, encadenados por parejas, se esforzarían bajo el silbato del capataz, izando bloques de arenisca a la contramuralla de San Miguel, la fortaleza que aislaba la segunda península del resto de la isla. Cuando el asedio comenzara, la única comunicación entre la Ísola y el Borgo sería el frágil puente de barcazas a través de la ensenada de las Galeras. Al norte, a una media milla del otro lado del Gran Puerto, en la punta orientada al mar de la tercera península, se erguía el fuerte de San Telmo146. Era el bastión más aislado de todos y, una vez iniciado el asedio, sólo sería accesible por mar. Toda la isla bullía con los preparativos. Rezos; ejercicios militares; obras de excavación y atrincheramiento; afilado de las armas; recogidas de las cosechas, salazón y almacenamiento. y almacenamiento. Los sargentos increpaban a los arcabuceros y los martillos de los armeros no paraban de resonar. En las iglesias repicaban las campanas, se hacían novenas y todos rezaban a San Juan. Ocho de cada diez defensores eran campesinos armados la mayoría con petos de cuero, corazas corta y lanzas improvisadas. Aun así, enfrentados a la elección entre esclavitud y muerte, los sufridos malteses no habían vacilado. Un ambiente de férrea voluntad de resistencia dominaba la ciudad420. En la mañana del 18 de mayo, disparos de cañón desde el fuerte de San Telmo anuncian el arribo de la flota otomana a la isla. Comienza lo que posteriormente se llamaría el Gran Sitio de Malta421. En esta ocasión, las fuerzas otomanas, compuestas de trescientas setenta y tres naves y aproximadamente cuarenta mil guerreros422 -cuatro mil 420 WILLOCKS, T.: La Orden. Barcelona, 2008, pp. 29-30. 421PICKLES T.: Malta 1565. London, 1998. También ELLUL J.: 1565 Il Grande Assedio di Malta. Malta, 1992. Ver también BRADFORD, E.: The Great Siege, Malta 1565. Hertfordshire, 1961. Del mismo modo, BALL, D.: El Otomano. Barcelona, 2005, pp. 579752 y WILLOCKS, T.: La Orden. Barcelona, 2008. 422 CROCKER, H.E.: History of the Fortifications of Malta. Malta, 1920, in-8º, pp. 31 y 32. Ocho de cada diez defensores eran campesinos armados la mayoría con petos de cuero, corazas corta y lanzas improvisadas. Aun así, enfrentados a la elección entre esclavitud y muerte, los sufridos malteses no habían vacilado. Un ambiente de férrea voluntad de resistencia dominaba la ciudad147. En la mañana del 18 de mayo, disparos de cañón desde el fuerte de San Telmo anuncian el arribo de la flota otomana a la isla148. En esta ocasión, las fuerzas otomanas, compuestas de trescientas setenta y tres naves y aproximadamente cuarenta mil guerreros149 -cuatro mil 146 F. BALBI DI CORREGGIO, Diario del Gran Asedio de Malta 1565. Alcalá de Henares, 1567. Madrid, 2007, pp.79-82. 147 T. WILLOCKS, La Orden, Barcelona, 2008, pp. 29-30. 148 T. PICKLES, Malta 1565, London, 1998. También J. ELLUL, 1565 Il Grande Assedio di Malta, Malta, 1992. Ver también E. BRADFORD, The Great Siege, Malta 1565, Hertfordshire, 1961. Del mismo modo, D. BALL, El Otomano, Barcelona, 2005, pp. 579752 y T. WILLOCKS, La Orden. Barcelona, 2008. 149 H. E. CROCKER, History of the Fortifications of Malta, Malta, 1920, pp. 31 y 32. quinientos de los cuales eran los terribles Jenízaros150se enfrentaron a la ferrea quinientos de los cuales eran los terribles resistencia, encabezada por el Gran Maestre Jenízaros423- fueron derrotados ante la frey Giovanni de La Valletta (1557-1568), de heroica resistencia, encabezada por el Gran Maestre frey Giovanni de La Valletta (15571568), de quinientos Caballeros y mil ochocientos soldados. La resistencia fue a todas luces heroica. Durante cuatro interminables meses hospitalarios y malteses resisten el ataque frontal de la primera potencia militar de la época. El primer ataque a la fortaleza de San Telmo, ubicada en el vértice de la península de Sceberras -donde se emplazará a partir de 1568 la nueva capital de Malta, La Vallettatendrá lugar el 27 de mayo de 1565, culminándose con su caída el 23 de junio. Tras una heroica resistencia, agravada por los continuos bombardeos de la potente artillería turca que consigue demoler algunos paños de la muralla, mueren combatiendo todos los defensores malteses. Los últimos supervivientes, entre el humo de los incendios, presentarán una postrera resistencia a la puerta de la capilla, donde serán inmolados. La defensa fue numantina. Ningún defensor se salvó, incluyendo a los oficiales y miembros de una compañía de los tercios españoles424. Tras un mes de sitio, San Telmo sucumbió, constituyendo un nuevo objetivo turco las fortalezas de San Miguel (Senglea) y Santo Ángel (Birgu). Las tropas turcas consiguen sitiar San Miguel por vía terrestre, ya que por mar les era imposible gracias a la larga cadena de metal que frey La Valletta mandó colocar entre San Telmo y la bahía de Kalkara, amenazándolo con potente artillería. La petición de refuerzos por parte del Gran Maestre al Virrey de Sicilia tuvo como resultado el envío de un escuadrón de cuatro galeras bajo el mando de Melchor de Robles, llegando a Malta el 5 de julio. Este piccolo soccorro (como así se le llamó) estaba formado por setecientos hombres. Luego de desembarcar en la parte oeste de la isla, varios días después consiguen destruir el campamento turco de Marsa, reencontrándose posteriormente con sus quinientos Caballeros y mil ochocientos soldados. Durante cuatro interminables meses hospitalarios y malteses resisten el ataque frontal de la primera potencia militar de la época151. El primer ataque a la fortaleza de San Telmo, ubicada en el vértice de la península de Sceberras -donde se emplazará a partir de 1568 la nueva capital de Malta, La Vallettatendrá lugar el 27 de mayo de 1565, culminándose con su caída el 23 de junio. Tras una heroica resistencia, agravada por los continuos bombardeos de la potente artillería turca que consigue demoler algunos paños de la muralla, mueren combatiendo todos los defensores malteses. Los últimos supervivientes, entre el humo de los incendios, presentarán una postrera resistencia a la puerta de la capilla, donde serán inmolados. La defensa fue numantina. Ningún defensor se salvó, incluyendo a los oficiales y miembros de una compañía de los tercios españoles152. Tras un mes de sitio, San Telmo sucumbió, constituyendo un nuevo objetivo turco las fortalezas de San Miguel (Senglea) y Santo Ángel (Birgu). Las tropas turcas consiguen sitiar San Miguel por vía terrestre, ya que por mar les era imposible gracias a la larga cadena de metal que frey La Valletta mandó colocar entre San Telmo y la bahía de Kalkara, amenazándolo con potente artillería. La petición de refuerzos por parte del Gran Maestre al Virrey de Sicilia, Garcia de Toledo, que había sido encargado por Felipe II de enviar ayuda a Malta, tuvo como resultado el envío de un escuadrón de cuatro galeras bajo el mando de Melchor de Robles, arribando a Malta el 5 de julio. Este piccolo soccorro (como así se le llamó) estaba formado por setecientos hombres. Luego de desembarcar en la parte oeste de la isla, varios días después consiguen destruir el campamento turco de Marsa, reencontrándose posteriormente con sus camaradas de Birgu. La reacción del general camaradas de Birgu. La reacción del general turco Mustafá ante la entrada del refuerzo, no se hizo esperar, ordenando de inmediato disparar con las baterías situadas frente a San Miguel y Santo Ángel. Ante esta situación los turco Mustafá ante la entrada del refuerzo, no se hizo esperar, ordenando de inmediato disparar con las baterías situadas frente a San Miguel y Santo Ángel. Ante esta situación los si- 150 En este sentido ver C. IMBER, El 423… En este sentido ver IMBER, C.: El Imperio otomano, 1360-1650, op. cit., pp. Imperio otomano, 1360-1650, op. cit., pp. 269 y ss. 269 y ss. 151 Francisco BALBI DE CORREGIO, Diario del Gran asedio de Malta 1565, Alcalá de Henares, 1567, ed. Madrid 2007 152 T. PICKLES, Malta 1565, Londres, 424 El seguimiento de esta fase del combate 1988, pp. 37-45. puede ser visto en PICKLES, T.: Malta 1565. Londres, 1988, pp. 37-45. sitiados se defienden con los escasos medios a su alcance. Tras un eventual ataque al puesto de Castilla, acaecido el 9 de julio, el 15 del mismo mes, los turcos toman la determinación de llevar a cabo un definitivo ataque, terrestre y marítimo, contra San Miguel, pero ante la inaccesible defensa presentada por los sanjuanistas, junto a las tropas de Melchor de Robles, tuvieron que desistir de su empeño, tras grandes pérdidas. Más tarde, el 29 de julio, el puesto de Castilla recibe un fortísimo ataque general, que tras una fiera resistencia, en la que el propio Gran Maestre es herido, los otomanos son obligados a retornar a su campamento. Al fin, auxiliados in extremis por los tercios425 españoles enviados por orden de Felipe II de España (1556-1598), el 7 de septiembre, al mando del virrey de Sicilia426 García de Toledo427, consiguen levantar el cerco y hacer huir a los turcos428. tiados se defienden con los escasos medios a su alcance. Tras un eventual ataque al puesto de Castilla, acaecido el 9 de julio, el 15 del mismo mes, los turcos toman la determinación de llevar a cabo un definitivo ataque, terrestre y marítimo, contra San Miguel, pero ante la inaccesible defensa presentada por los sanjuanistas, junto a las tropas de Melchor de Robles, tuvieron que desistir de su empeño, tras grandes pérdidas. Más tarde, el 29 de julio, el puesto de Castilla recibe un fortísimo ataque general, que tras una fiera resistencia, en la que el propio Gran Maestre es herido, los otomanos son obligados a retornar a su campamento. Al fin, auxiliados in extremis por los tercios españoles enviados por orden de Felipe II de España, el 7 de septiembre, al mando del virrey de Sicilia García de Toledo153, en lo que se ha conocido como “Gran Socorro” integrado por sesenta galeras, que desembarco en la ensenada de Melecha unos nueve mil hombres en una operación sin precedentes y para la que se utilizaron unos barcones construidos al efecto, consiguen levantar el cerco y hacer huir a los turcos154. El apoyo de la monarquía española fue al fin decisivo155. Han muerto 260 Caballeros y 8.000 soldados y paisanos y la ciudad está prácticamente arrasada. Pero la destrucción de buques, atarazanas y almacenes supuso una crisis de recursos de la que la Orden no se recuperó en mucho tiempo156. Los caballeros de Malta al tomar posesión de la isla disponían de una flota de cinco galeras, dos carracas, un galeón, dos naos y 425… Para saber más sobre el origen y desarrollo de los tercios españoles, ver BELENGUER, E.: El imperio de Carlos V, op. cit., capítulo: el ejército, pp. 137-141. 427… ver la obra de GUTIÉRREZ MEDINA, D.: La actitud de la monarquía hispana ante el sitio de Malta de 1565, memoria de investigación dirigida por el profesor D. Pedro Gracia Martín y leída en el Dpto. de Hª Moderna de la UAM, en septiembre de 2000, pp. 77-79, en PÉREZ CABRERIZO, S.: “El Gran sitio de Malta de 1565, a través de los frescos de Mateo Pérez Dáleccio”. Archivo Hispalense, 261-266…, op. cit., 471-491. 428… SIRE, H.J.A.: The Knights of..., op. cit., p. 71. Para una descripción del cerco, ver en PICKLES, T.: Malta 1565. op. cit. 153 E. BELENGUER, El imperio de Carlos V, op. cit., capítulo: el ejército, pp. 137-141. Ver también S. PÉREZ CABRERIZO, “El Gran sitio de Malta de 1565, a través de los frescos de Mateo Pérez Dáleccio”. Archivo Hispalense, op. cit., pp. 471-491. 154 H. J. A. SIRE, The Knights of..., op. cit., p. 71. Para una descripción del cerco, ver en T. PICKLES, Malta 1565. op. cit. Vicente MANGLANO BALDOVI, “Algunos errores sobre el socorro a Malta en 1565” en Actas del I Simposio histórico de la Orden de San Juan en España, Toledo, 2003, p. 247 155 Sobre el apoyo de los tercios españoles en la defensa de Malta hay una cierta controversia en la historiografía, en especial británica, ver Quintin ALDEA VAQUERO “introducción” en Francisco BALBI DE CORREGIO, Diario del Gran asedio de Malta 1565, Alcalá de Henares, 1567, ed. Madrid, 2007, pp. 13-21, y Vicente MANGLANO BALDOVI, “Algunos errores sobre el socorro a Malta en 1565” en Actas del I Simposio histórico de la Orden de San Juan en España, Toledo, 2003, pp. 247-255. En todo caso la estrecha relación entre Felipe II y los caballeros de la Orden se recoge en Jurien de la GRAVIERE, Les chevaliers de Malte etla marine de Philippe II, Paris, 1887, t. II p. 201 156 Hugo O´DONNELL DUQUE DE ESTRADA, “La Soberana Orden de Malta y el mar”, en Actas del I Simposio histórico de la Orden de San Juan en España, Toledo, 2003, p. 238. tres mercantes armados, con más de cuatro mil hombres de armas, y desde 1565 apenas podrán mantener seis galeras y una nave que puede ser carraca o galeón, y unos quinientos caballeros157. influyó de forma determinante, también, que el principal arsenal de Constantinopla volara por los aires, pocos meses después del cerco, sin que se encontrase prueba alguna de responsabilidad en los espías del Gran Maestre, salvo la oportunidad del suceso, en un momento en que se preparaba la flota turca para un nuevo ataque, a la ahora derruida y prácticamente indefensa Malta. Solimán (1494-1566) sobreviviría sólo un año a la derrota de Malta, pues muere en el cerco de Szigetvar (Hungría), el 5-6 de septiembre de 1566430. La Orden de San Juan también tomó parte en la famosa batalla de Lepanto (1571)436, que terminó definitivamente con las incursiones otomanas en el Mediterráneo Occidental. Tres galeras maltesas437 -situadas en el extremo derecho del cuerpo central de la Unos meses después del cerco el principal arsenal de Constantinopla voló por los aires, de lo que no se encontró prueba alguna de responsabilidad en los espías del Gran Maestre, en un momento en que se preparaba la flota turca para un nuevo ataque, a la ahora derruida y prácticamente indefensa Malta. Solimán (1494-1566) sobreviviría sólo un año a la derrota de Malta, pues muere en el cerco de Szigetvar (Hungría), el 5-6 de septiembre de 1566158. La auténtica lucha por el control del Mediterráneo, en la que las naves de la Orden tienen asignado primordial papel de protagonismo, se centra en los inicios del último tercio del siglo XVI en Felipe II, hijo y sucesor de Carlos V y Selim II, sucesor de Solimán el Magnífico159. La Orden de San Juan también tomó parte en la famosa batalla de Lepanto (1571)160, que terminó definitivamente con las incursiones otomanas en el Mediterráneo Occidental. Tres galeras maltesas situadas en el extremo derecho del cuerpo central de la flota cristiana161tomaron parte en la gran flota cristiana438- tomaron parte en la gran batalla, al mando del Prior Giustanini439, que es dado por muerto y abandonado por los turcos cuando, al tratar de impedir el avance del renegado almirante turco Uluch Ali hacia el cuerpo central de la armada cristiana-en franca inferioridad numérica-, éstos aniquilan a toda la tripulación de la capitana de Malta, con excepción de tres caballeros que quedan gravemente heridos, uno de ellos Giustanini. La desarbolada nave insignia maltesa sería 431 BRADFORD, E.: Storia dei Cavalieri di Malta, op. cit., p. 166. W.H. PRESCOT, en su History of the Reign of Philip II, comenta: “El ejército de Solimán, durante su largo y glorioso reinado, no conoció ningún desastre mayor que el del asedio de Malta. Prescindiendo del costo de los preparativos navales, la pérdida de vidas humanas fue enorme…”431. 429 KONSTAM A.: Lepanto 1571. Oxford 2003. 436 CARRERO BLANCO, L.: Lepanto. op. cit., pp. 163-164. También ver la obra de ESLAVA GALAN, J.: Grandes batallas de la historia de España, Barcelona, 1995, pp.129-155. Al igual que la magnífica obra del almirante Carrero, respecto de los prolegómenos, acción y desenlace de la batalla, ver el completísimo trabajo, de KONSTAM, A.: Lepanto, 1571, Oxford, 2003. 438 El Papa Pío V (1559-1565) antes de la batalla escribió un motu propio en el que concedía el lugar principal en la escuadra que se formase a la capitana de Malta. A pesar de este reconocimiento la capitana de batalla, al mando del Prior Giustanini162, que es dado por muerto al tratar de impedir el avance del almirante turco Uluch Ali. La desarbolada nave insignia maltesa sería re157 Hugo O´DONNELL DUQUE DE ESTRADA, “La Soberana Orden de Malta y el mar”, op. cit., p. 238. 158 E. BRADFORD, Storia dei Cavalieri di Malta, op. cit., p. 166. W.H. PRESCOT, en su History of the Reign of Philip II, comenta: “El ejército de Solimán, durante su largo y glorioso reinado, no conoció ningún desastre mayor que el del asedio de Malta. Prescindiendo del costo de los preparativos navales, la pérdida de vidas humanas fue enorme…” 159 José CERVERA PERY, “La orden de Malta y la Armada: una vinculación histórica”, en Cuadernos monográficos del Instituto de Historia y Cultura Naval, 23 (1994), Madrid, p. 10. 160 A. KONSTAM, Lepanto 1571, Oxford, 2003. Al igual que la magnífica obra del almirante Carrero, respecto de los prolegómenos, acción y desenlace de la batalla, ver también L. CARRERO BLANCO, Lepanto. pp. 32 a 39. y pp. 163-164. También ver la obra de J. ESLAVA GALAN, Grandes batallas de la historia de España, Barcelona, 1995, pp.129-155. Malta ocupó el último puesto del lado derecho del centro de la armada, al mando de seis galeras. Expediente 10.Legajo 8.036. Sección Órdenes Militares. Archivo Histórico Nacional, Madrid. 439… MORENES y MARIATEGUI, C.: “La Orden de Malta, entre el Gran Sitio y Lepanto”. La Orden de Malta, la Mar y la Armada, Madrid, 2000, pp. 126-128. remolcada por la de Uluch Ali como trofeo. Aunque la capitana de San Juan es recuperada al terminar la batalla, no ocurre lo mismo con su estandarte que sería llevado como único trofeo del desastre turco a Constantinopla, enarbolada en el mástil del renegado calabrés Uluch. Por más de dos siglos después de Lepanto441, las galeras de “la Religión” nombre con que también era conocida la Orden de San Juan continuaron recorriendo los mares. 161 Expediente 10. Legajo 8.036. Sección Órdenes Militares. Archivo Histórico Nacional, Madrid. 162 C. MORENES y MARIATEGUI, “La Orden de Malta, entre el Gran Sitio y Lepanto” en La Orden de Malta, la Mar y la Armada, Madrid, 2000, pp. 126-128. La importancia de la Religión en la batalla de Lepanto en Angel NEGRON COLOMER, “Recapitulación histórica sobre la batalla de Lepanto” en Actas del I Simposio histórico de la Orden de San Juan en España, Toledo, 2003, pp. 271-274. molcada por la de Uluch Ali como trofeo. Por más de dos siglos después de Lepanto163, las galeras de “la Religión” continuaron recorriendo los mares164. La vida de la Orden en Malta, desde entonces, transcurrió hasta fines del XVIII como la de una verdadera potencia naval y comercial, conforme el poder otomano fue perdiendo agresividad. Es la época de los grandes maestres mallorquines, los hermanos Cotoner, y de su sucesor el gran Maestre Despuig. Todo ello aumentó el comercio y la riqueza de la Isla, de la Orden y de los caballeros y el fasto y la vida cortesana, pero también fue debilitando el espíritu religioso y caballeresco que habían distinguido a la Orden. La marina de la Orden se volvió una de las La marina de la Orden se volvió una de las más potentes del Mediterráneo443. más potentes del Mediterráneo165. Siempre estaba ocupada en la defensa de la Europa cristiana, contra el Imperio Otomano y los piratas berberiscos que navegaban por la zona. La Orden de Malta, se convirtió, por así decirlo, en una academia naval internacional donde los hijos de la nobleza europea que ingresaban a la Orden -y también los que no lo hacían- se adiestraban por un período llamado “caravana” contra del Islam, para pasar posteriormente al servicio de sus respectivas naciones444. La experiencia de siglos haciendo la guerra en el mar sin interrupción, inspiró la construcción en Malta de renombradas galeras por ser las más rápidas, las más fuertes y mejor armadas del Mediterráneo. La Orden de Malta, se convirtió, por así decirlo, en una academia naval internacional donde los hijos de la nobleza europea que ingresaban a la Orden -y también los que no lo hacíanse adiestraban por un período llamado “caravana” contra del Islam, para pasar posteriormente al servicio de sus respectivas naciones166. La experiencia de siglos haciendo la guerra en el mar sin interrupción, inspiró la construcción en Malta de renombradas galeras por ser las más rápidas, las más fuertes y mejor armadas del Mediterráneo. En el siglo XVI, la prioridad de la capitana de Malta de ir tras la capitana del Papa en las juntas de armadas cristianas, fue discutida permanentemente y repetidamente confirmada por los reyes de la Cristiandad. La posición de batalla en las armadas aliadas, que con frecuencia situaban a la capitana de Malta a la derecha del estandarte, respondía a este antiguo privilegio. Cuando las naves maltesas no En el siglo XVI, la prioridad de la capitana de Malta de ir tras la capitana del Papa en las juntas de armadas cristianas, fue discutida permanentemente y repetidamente confirmada por los reyes de la Cristiandad. La posición de batalla en las armadas aliadas, que con frecuencia situaban a la capitana de Malta a la derecha del estandarte, respondía a este antiguo privilegio. Cuando las naves maltesas no re- 441 KONSTAM, A.: Lepanto 1571, Oxford, 2003. En relación con la batalla de Lepanto, ver también el artículo de GARCÍA HERNÁN, E.: “Espionaje en la batalla de Lepanto”. Historia, nº 332, pp. 8-41. 163 A. KONSTAM, Lepanto 1571, Oxford, 2003. En relación con la batalla de Lepanto, ver también el artículo de E. GARCÍA HERNÁN, “Espionaje en la batalla de Lepanto”. Historia, nº 332, pp. 8-41. 164 Hugo O´DONNELL DUQUE DE ESTRADA, “La Soberana Orden de Malta y el mar”, Actas del I Simposio histórico de la Orden de San Juan en España, Toledo, 2003, pp. 237-245. 165 En el archivo de la Orden de Malta de la Biblioteca Nacional de Malta se encuentra abundante información sobre la organización de las galeras, bajo diversos títulos como “Ordinazioni pel buen gobernó” o “Instruzioni date ai capitani e generali di galere”. Ver también Jaime SALVA, La Orden de Malta y acciones navales españolas contra turcos y berberiscos, Madrid, 1944. 443… En el archivo de la Orden de Malta de la Biblioteca Nacional de Malta se encuentra abundante información sobre la organización de las galeras, bajo diversos títulos como “Ordinazioni pel buen gobernó” o “Instruzioni date ai capitani e generali di galere”. 444 Como breve elenco de célebres marinos españoles que se formaron en la Orden de Malta, verla obra DE LA VEGA BLASCO, A.: “Los marinos de la Orden de Malta en este museo”. La Orden de Malta, la mar y la armada, X Jornadas de Historia Marítima, mayo, 1994, op. cit., pp. 43-63. 166 A. DE LA VEGA BLASCO, “Los marinos de la Orden de Malta en este museo”. La Orden de Malta, la mar y la armada, X Jornadas de Historia Marítima, mayo, 1994, pp. 43-63. recibían los honores que les correspondían abandonaban la formación aliada. En el mar el capitán general de galeras mandaba la flota desde la nave capitana, barco que portaba el estandarte, que solía ser una galera de mayor tamaño que las demás y estaba pintada de negro, en contraste con el resto que iban pintadas de rojo. La segunda galera en rango se denominaba Patrona, el resto de las galeras se denominaban galeras comunes y eran comandadas por capitanes de galeras elegidos por períodos de dos años. cibían los honores que les correspondían abandonaban la formación aliada. En el mar el Capitán General de galeras mandaba la flota desde la nave capitana, barco que portaba el estandarte, que solía ser una galera de mayor tamaño que las demás y estaba pintada de negro, en contraste con el resto que iban pintadas de rojo. La segunda galera en rango se denominaba Patrona, el resto de las galeras se denominaban galeras comunes y eran comandadas por capitanes de galeras elegidos por períodos de dos años. Del siglo XVII en adelante, se renuncia también a volver a Rodas, aceptando Malta como sede definitiva y el corsarismo como objetivo último y forma relevante de ingresos. Desde mediados del siglo XVII, se renuncia definitivamente a volver a Rodas, aceptando Malta como sede definitiva y el corsarismo como objetivo último y forma relevante de ingresos. Y en el siglo XVIII muchos oficiales de Francia y España se hacían caballeros profesos para adquirir la formación necesaria en la escuela corsaria, “corriendo caravanas”, en que se convirtió la Orden, una formación superior a la de las academias de guardiamarinas de las monarquías. Desde mediados de siglo hay marinería reclutada en Malta con permiso del Gran Maestre, y en 1794 se dieron instrucciones al navío “soberano” para ir a la isla a llevar nueva recluta. Como compensación España intervino en la construcción de navíos de guerra para la Orden, enviando personal especializado como el ingeniero Pedro Boyes en 1752167. Al estar Malta en la encrucijada de las dos rutas más frecuentadas de la época: Gibraltar-Suez y Genova-Túnez, serán sus puertos los que determinen su fortuna, tal como se apuntó anteriormente. En relación con este tema es necesario mencionar dos instituciones relacionadas con el tráfico marítimo que tuvieron gran importancia en la época de Malta: la Cámara de Comercio y el Consulado del Mar. El Gran Maestre Láscaris-Castellar (1636-1675) dictó diversos decretos para regular el comercio marítimo, normas análogas fueron adoptadas en 1682 y recogidas en las Pragmáticas del Gran Maestre Caraffa y en el Código del Gran Mestre Vilhena de 1723. En 1754, el Gran Maestre español Ximenéz de Tejada fundó la Cámara de Comercio de Malta454. El Consulado del Mar455, fundado en 1797, estaba formado por cuatro comerciantes conocedores del tráfico marítimo, denominados “cónsules”, y decidía en las cuestiones de fletes, deterioro de mercancías, seguros, paga de tripulaciones, etc. Un “Juez del Consulado”, resolvía, como instancia superior, las cuestiones litigiosas suscitadas en el tráfico marítimo456. En relación con este tema es necesario mencionar dos instituciones relacionadas con el tráfico marítimo que tuvieron gran importancia en la época de Malta: la Cámara de Comercio y el Consulado del Mar. El Gran Maestre Láscaris-Castellar (1636-1675) dictó diversos decretos para regular el comercio marítimo, normas análogas fueron adoptadas en 1682 y recogidas en las Pragmáticas del Gran Maestre Caraffa y en el Código del Gran Maestre Vilhena de 1723. El Consulado del Mar168, fundado en 1797, estaba formado por cuatro comerciantes conocedores del tráfico marítimo, denominados “cónsules”, y decidía en las cuestiones de fletes, deterioro de mercancías, seguros, paga de tripulaciones, etc. Un “Juez del Consulado”, resolvía, como instancia superior, las cuestiones litigiosas suscitadas en el tráfico marítimo169. 167 Hugo O´DONNELL DUQUE DE ESTRADA, “La Soberana Orden de Malta y el mar”, en Actas del I Simposio histórico de la Orden de San Juan en España, Toledo, 2003, pp. 237-245. 455 En relación con este tema, ver la obra de 168 En relación con este tema, ver la obra VILARIÑO PINTOS, E.: Las funciones de E. VILARIÑO PINTOS, Las funciones consulares en cuestión de navegación consulares en cuestión de navegación marítima, Madrid, 1993, pp. 23-25. marítima, Madrid, 1993, pp. 23-25. 456 PAU ARRIAGA, P.: op. cit., p. 82. 169 P. PAU ARRIAGA, op. cit., p. 82. Año tras año, las galeras de San Juan, cruzaron sin interrupción las aguas del Mediterráneo, protegiendo y defendiendo de las armadas turcas y los corsarios Año tras año, las galeras de San Juan, cruzaron sin interrupción las aguas del Mediterráneo, protegiendo y defendiendo de las armadas turcas y los corsarios berberiscos, tanto las costas cristianas del sur de Europa, como el comercio marítimo. Este modus vivendi colectivo, se justifica como permanente cruzada, pero detrás de esa bandera que sigue reclutando idealistas, subyace la realidad, cada vez más patente, que obliga por una parte, a continuar y perfeccionar el sistema de presas marítimas como fuente de ingresos necesaria para un poder productivo autosuficiente457 y, de otra, a manifestarse como útiles y precisos ante las potencias cristianas -España y las soberanías de Italia ya exclusivamentecomo policía de los mares occidentales. Para ambos cometidos en que puede resumirse su razón de ser, la Orden cuenta y mantiene la más moderna, aguerrida y temible flota de guerra, con su apéndice irregular de corsarios, a cuyo sostenimiento, junto con el del sistema defensivo de su puerto-base, se dedica el esfuerzo económico principal. Malta, en la época del auge corsario se convirtió en el mayor mercado de esclavos para galeras, una autentica Argel cristiana458. La relativa abundancia de esclavos permitía la selección de los más aptos como galeotes, destinándose los demás a servir en el Hospital, en las construcciones y en las casas y haciendas de particulares, así como su cesión a otras potencias459. El segundo puesto no lo ocupa ya claramente la vocación hospitalaria por mucho que los grandes maestres atiendan a engrandecer y dotar la Sacra Enfermería y los albergues locales, más con carácter testimonial que efectivo, sino el mantenimiento económico de sus miembros conforme al status correspondiente a su condición social461. Ilusiones juveniles aparte, la aspiración de la mayoría de los caravanistas es la de cumplir sus condiciones de embarque en las tres o cuatro campañas estivales para tener opción a las encomiendas que han de garantizarles su futuro462. El caso de Nicolás Cotoner - berberiscos, tanto las costas cristianas del sur de Europa, como el comercio marítimo. Este modus vivendi colectivo, se justifica como permanente cruzada, pero detrás de esa bandera que sigue reclutando idealistas, subyace la realidad, cada vez más patente, que obliga por una parte, a continuar y perfeccionar el sistema de presas marítimas como fuente de ingresos necesaria para un poder productivo autosuficiente y, de otra, a manifestarse como útiles y precisos ante las potencias cristianas como policía de los mares occidentales. Para ambos cometidos en que puede resumirse su razón de ser, la Orden cuenta y mantiene la más moderna, aguerrida y temible flota de guerra, con su apéndice irregular de corsarios, a cuyo sostenimiento, junto con el del sistema defensivo de su puerto-base, se dedica el esfuerzo económico principal. Malta, en la época del auge corsario se convirtió en el mayor mercado de esclavos para galeras, una autentica Argel cristiana170. La abundancia de esclavos permitía la selección de los más aptos como galeotes, destinándose los demás a servir en el Hospital, en las construcciones y en las casas y haciendas de particulares, así como su cesión a otras potencias171. Ilusiones juveniles aparte, la aspiración de la mayoría de los caravanistas es la de cumplir sus condiciones de embarque en las tres o cuatro campañas estivales para tener opción a las encomiendas que han de garantizarles su futuro172. El caso de Nicolás Cotoner (posteriormente 61 Gran Maestre) que cesa posteriormente 61 Gran Maestre- que cesa en su elevado y altamente remunerado cargo de castellán de Amposta para mandar una galera como mero capitán463, revela su alto espíritu, pero es excepcional. El mantenimiento de la fuerza naval constituye por lo tanto la “última ratio ordinis”. La flota de Malta tuvo una mayor importancia en la alianza cristiana, que se constituyó tras el sitio de Viena de 1683, empujando a las fuerzas turcas a los Balcanes y reconquistando el Peloponeso, por en su elevado y altamente remunerado cargo de castellán de Amposta para mandar una galera como mero capitán173, revela su alto espíritu, pero es excepcional. El mantenimiento de la fuerza naval constituye por lo tanto la “última ratio ordinis”. 458… CESPEDES y DE ARECHAGA, V.: “Reconocimiento del emperador en la ayuda naval prestada por la Orden de Malta”, op. cit., p. 69. 459 O´DONNELL, H.: “La marina rémica de la Religión (siglos XVII y XVIII)”, op. cit., pp. 178179. 462 SIRE, H.J.A.: The Knights of Malta, op. cit., pp. 92-93. 463… CESPEDES y DE ARECHAGA, V.: “Reconocimiento del emperador en la ayuda naval prestada por la Orden de Malta”, op. cit., p. 68. 170 V. CESPEDES y DE ARECHAGA, “Reconocimiento del emperador en la ayuda naval prestada por la Orden de Malta”, op. cit., p. 69. 171 Hugo O´DONNELL, “La marina rémica de la Religión (siglos XVII y XVIII)”,op. cit., pp. 178-179. 172 H. J. A. SIRE, The Knights of Malta, op. cit., pp. 92-93. 173 V. CESPEDES y DE ARECHAGA, “Reconocimiento del emperador en la ayuda naval prestada por la Orden de Malta”, op. cit., p. 68. medio de los ataques terrestres y marítimos de los aliados. Los artículos del Tratado de Carlowitz465 en 1699466, regularon el radio de acción de la armada de la Orden, limitándolo a las aguas del centro y Oeste del Mediterráneo, quedando excluidas las del Este467. dio de los ataques terrestres y marítimos de los aliados. Los artículos del Tratado de Carlowitz174 de 1699, regularon el radio de acción de la armada de la Orden, limitándolo a las aguas del centro y Oeste del Mediterráneo, quedando excluidas las del Este175. Entrado el siglo XVII acaba por suprimirse la costumbre de reunirse cada año con las flotas españolas para llevar a cabo una campaña común, siendo la actuación mucho más puntual e independiente. La escuadra de Malta ya no se considera “una escuadra más de las de Su Majestad Católica”, en su actuación contra infieles, pero renunciar a su Entrado el siglo XVII acabo por suprimirse la costumbre de reunirse cada año con las flotas españolas para llevar a cabo una campaña común, siendo la actuación mucho más puntual e independiente. La escuadra de Malta ya no se considera “una escuadra más de las de Su Majestad Católica”, en su actuación contra infieles, pero renunciar a su La flota de Malta tuvo una mayor importancia en la alianza cristiana que se constituyó tras el sitio de Viena de 1683, empujando a las fuerzas turcas a los Balcanes y reconquistando el Peloponeso, por me- actividad naval hubiese equivalido a negar su actividad naval hubiese equivalido a negar su razón de ser. razón de ser. Los ingresos ordinarios de la Orden responsiones, mortuorios, vacantes o espolio, y pasajes470- fueron, cada año, más y más importantes. Aunque la mayoría de estos provenían de las encomiendas diseminadas por toda Europa, el Gran Maestre percibía, además, el diez por ciento de los botines obtenidos de las operaciones de corso realizadas en el Mediterráneo, y la totalidad de las presas obtenidas por las naves equipadas por sus propios medios471. Malta es en esta época el principal centro corsario del Mediterráneo. Los Caballeros, luego de realizar las cuatros caravanas obligatorias, podían asociarse para botar y armar una galera a sus expensas, a fin de atacar naves musulmanas, con la que obtener esclavos, chusma para las galeras y mantener, con los beneficios obtenidos, un cómodo tren de vidaen las islas472. Los ingresos ordinarios de la Orden responsiones, mortuorios, vacantes o espolio, y pasajes176fueron, cada año, más y más importantes. Aunque la mayoría de estos provenían de las encomiendas diseminadas por toda Europa, el Gran Maestre percibía, además, el diez por ciento de los botines obtenidos de las operaciones de corso realizadas en el Mediterráneo, y la totalidad de las presas obtenidas por las naves equipadas por sus propios medios177. Malta es en esta época el principal centro corsario del Mediterráneo. Los Caballeros, luego de realizar las cuatros caravanas obligatorias, podían asociarse para botar y armar una galera a sus expensas, a fin de atacar naves musulmanas, con la que obtener esclavos, chusma para las galeras y mantener, con los beneficios obtenidos, un cómodo tren de vida en las islas178. Más tarde, ya en tiempo de Rodas1527, fue la primera potencia en ayudarse de buques hospitales en sus acciones navales, y de apoyo a fuerzas terrestres. Para dar respuesta a las necesidades sanitarias del personal embarcado, se constituyó un servicio de sanidad, encargado de la atención tanto de los caballeros como de la gente de cabo y de ese abigarrado conjunto de personas que formaban parte de la chusma: Buena boyas, forzados y esclavos. Por su carácter militar, todas sus galeras de guerra embarcaban cirujanos a bordo y a su vez, ellos estaban al mando de un médico Su eficacia como fuerza naval era mayor en cuanto que ya en tiempo de Rodas, fue la primera potencia en ayudarse de buques hospitales en sus acciones navales, y de apoyo a fuerzas terrestres. Para dar respuesta a las necesidades sanitarias del personal embarcado, se constituyó un servicio de sanidad, encargado de la atención tanto de los caballeros como de la gente de cabo y de ese abigarrado conjunto de personas que formaban parte de la chusma: buenas boyas, forzados y esclavos. Por su carácter militar, todas sus galeras de guerra embarcaban cirujanos a bordo y a su vez, ellos estaban al mando de un médico 465 PARRY, C.: Consolidated TreatySeries (C.T.S.), Cambridge, 2006, vol. 22, pp. 219246. 467 CESPEDES y DE ARECHAGA, V.: “Reconocimiento del emperador en la ayuda naval prestada por la Orden de Malta”, op. cit., p. 75. 174 C. PARRY, Consolidated TreatySeries (C.T.S.), Cambridge, 2006, vol. 22, pp. 219246. 175 V. CESPEDES y DE ARECHAGA, “Reconocimiento del emperador en la ayuda naval prestada por la Orden de Malta”, op. cit., p. 75. 470 PIERRENDON, M.: op. cit., vol. I, p. 14. 471 El comisario de Puertos, era el Caballero nombrado por el Gran Maestre para controlar y conocer los puertos en los cuales atracaban los barcos sobre todo para evitar la propagación de enfermedades y controlar las cargas. MAGAZ, J.A.: “Organización administrativa de la Orden de Malta en la Edad Moderna”, op. cit., p. 642. 472 GALIMARD FLAVIGNY, B.: op. cit., p. 70. 176 M. PIERRENDON, op. cit., vol. I, p. 14. que viajaba en la nave capitana de la flota de la Orden. El médico era el responsable último de la asistencia sanitaria y del control de lo que hoy denominaríamos “baja por enfermedad”. Antes de la salida de la escuadra, visitaba a los enfermos hospitalizados en la Sacra Enfermería, y los que eran atendidos en sus domicilios, para comprobar su estado y tomar una decisión acerca de la conveniencia de que se reincorporaran a su destino o permanecieran rebajados. Además verificaba el estado de las medicinas que se embarcaban en cada galera y de las cajas de instrumental de cada cirujano. Disponía de un esquife a fin de que pudiese efectuar una ronda por todas las galeras. El estado de los enfermos era reflejado en dos libros, donde se reflejaban sus datos y los tratamientos descritos. que viajaba en la nave capitana de la flota de la Orden. El médico era el responsable último de la asistencia sanitaria y del control de lo que hoy denominaríamos “baja por enfermedad”. Antes de la salida de la escuadra, visitaba a los enfermos hospitalizados en la Sacra Enfermería, y los que eran atendidos en sus domicilios, para comprobar su estado y tomar una decisión acerca de la conveniencia de que se reincorporaran a su destino o permanecieran rebajados. Además verificaba el estado de las medicinas que se embarcaban en cada galera y de las cajas de instrumental de cada cirujano. Disponía de un esquife a fin de que pudiese efectuar una ronda por todas las galeras. El estado de los enfermos era reflejado en dos libros, donde se reflejaban sus datos y los tratamientos descritos. A través de “Las Ordenaciones para el buen gobierno de los bajeles”, promulgada en 17091528, podemos conocer las cuidadosas normas de índole higiénica que habían sido establecidas. Todos los navíos contaban con una enfermería que se limpiaba todos los días y que era perfumada con pino. A los enfermos ingresados se les recogía la ropa para ser lavada, estando completamente prohibido que pudiera ser utilizada por el personal sano. Antes de repartirles la comida A través de “Las Ordenaciones para el buen gobierno de los bajeles”, promulgada en 1709179, podemos conocer las cuidadosas normas de índole higiénica que habían sido establecidas. Todos los navíos contaban con una enfermería que se limpiaba todos los días y que era perfumada con pino. A los enfermos ingresados se les recogía la ropa para ser lavada, estando completamente prohibido que pudiera ser utilizada por el personal sano. Antes de repartirles la comida 177 J. A. MAGAZ, “Organización administrativa de la Orden de Malta en la Edad Moderna”, op. cit., p. 642. 178 B. GALIMARD FLAVIGNY, op. cit., p. 70. era preciso lavar, cuidadosamente, las manos de los enfermos y, por otra parte, se ponía una especial atención en la aguada, de manera que nunca se debía hacer si no se encontraba agua en buenas condiciones1529. era preciso lavar, cuidadosamente, las manos de los enfermos y, por otra parte, se ponía una especial atención en la aguada, de manera que nunca se debía hacer si no se encontraba agua en buenas condiciones180. La última expedición de la Religión de San Juan contra los Estados berberiscos de África, tiene lugar el 6 de mayo de 1784. Un navío, dos fragatas y cuatro galeras, se unieron a las flotas españolas, portuguesa y siciliana en la guerra contra la regencia de Argel; más la paz entre España y Argel se concluyó en 1785. La Orden no atacaría más a los berberiscos, después de este momento534. Con la muerte del Gran Maestre Rohan, termina el gran período de gloria de la Orden de Malta, en tanto que orden militar. La última expedición de la Religión de San Juan contra los Estados berberiscos de África, tiene lugar el 6 de mayo de 1784. Un navío, dos fragatas y cuatro galeras, se unieron a las flotas españolas, portuguesa y siciliana en la guerra contra la regencia de Argel; más la paz entre España y Argel se concluyó en 1785. La Orden no atacaría más a los berberiscos, después de este momento181. Con la muerte del Gran Maestre Rohan, termina el gran período de gloria de la Orden de Malta, en tanto que orden militar. 1528 National Library of Malta. Archivo de la Orden de Malta. Ms. 1.761. 1529 La obsesión por las enfermedades venéreas quedan patentes en estas ordenaciones en las que se señalan los tratamientos adecuados para estos casos, aunque se prohíbe expresamente la unción mercurial a bordo de los buques, debiendo ser enviados los enfermos al hospital para que, en la sala dispuesta al efecto denominada “falanga”, recibieran este tratamiento. 534 BOISGELIN, L.: Ancient and Modern Malta, t. II, 2º, p. 11. MIEGE, D.: op. cit., t. II, p. 320, en PIERREDON, M.: op. cit., p. XXXI, vol. 1. 179 National Library of Malta. Archivo de la Orden de Malta. Ms. 1.761. 180 La obsesión por las enfermedades venéreas quedan patentes en estas ordenaciones en las que se señalan los tratamientos adecuados para estos casos, aunque se prohíbe expresamente la unción mercurial a bordo de los buques, debiendo ser enviados los enfermos al hospital para que, en la sala dispuesta al efecto denominada “falanga”, recibieran este tratamiento. 181 L. BOISGELIN, Ancient and Modern Malta, t. II, 2º, p. 11. D. MIEGE, op. cit., t. II, p. 320, en M. PIERREDON, op. cit., p. XXXI, vol. 1. La decadencia de la Orden era evidente, tanto es así que, cuando el general Bonaparte, rumbo a Egipto, llego en 1798 a Malta con una imponente armada y pide permiso para atracar para tomar agua, se El destino de la Orden se cumple en la mañana del 12 de junio de 1798665. A bordo del buque Orient666, una diputación de siete personas, tres sanjuanistas –el Ministro de España, frey Amat, el Bailío Frisari y el Comendador Bosredon-Ransijat667y cuatro miembros de la burguesía maltesa, sin instrucciones y sin poderes668, acompañados del caballero Felipe Amato, embajador de España, como mediador, tratan la capitulación con Bonaparte y se formaliza una Convención compuesta de ocho artículos redactados personalmente por Napoleón669. Al levantar la sesión, luego de algunas débiles protestas de los comisionados, contestadas enérgicamente por Napoleón, éste declaró que le parecía superfluo que el Gran Maestre sancionara el documento, al que él daba plena validez desde ese momento. Un documento en doble copia para poner fin a doscientos sesenta y ocho años de historia. Cuando los apesadumbrados y aturdidos delegados comunican las condiciones impuestas, estallan voces iracundas tachándolos de traidores. El Consejo de la Orden decidió no sancionar el documento con la esperanza de atenuar su valor, ante reclamaciones posteriores. La Orden por este acto, había cedido el archipiélago de Malta a una potencia extranjera, sin el consentimiento del rey de las Dos Sicilias, soberano de estas islas, que en base a la cesión realizada por Carlos V, debería de retornar a esta corona. apodera de la isla sin casi disparar un tiro182. El destino de la Orden se cumple en la mañana del 12 de junio de 1798. A bordo del buque Orient, una diputación de siete personas, tres sanjuanistas -frey Amat, el Bailío Frisari y el Comendador BosredonRansijat183y cuatro miembros de la burguesía maltesa, sin instrucciones y sin poderes184, acompañados del caballero Felipe Amato, embajador de España, como mediador, tratan la capitulación con Bonaparte y se formaliza una Convención compuesta de ocho artículos redactados personalmente por Napoleón185. La Orden por este acto, había cedido el archipiélago de Malta a una potencia extranjera, sin el consentimiento del rey de las Dos Sicilias, como se estipulaba en la cesión realizada por Carlos V. El 13 de junio, Napoleón entra oficialmente El 13 de junio, Napoleón entra oficialmente en La Valletta682 y, luego de premiar los en La Valletta186. servicios prestados al Tesorero de la Orden, el comendador Bosredon-Ransijat, nombrándolo miembro de la Comisión de Gobierno de Malta, con una renta de seis mil francos683, declara la confiscación de todos los bienes de la Orden, del Gran Maestre y de los diferentes caballeros684. albergues de los Desde el 14 al 18 de junio, Napoleón dictó diversos decretos. La bandera francesa se declaró única oficial en las islas, y se obligó a todos los habitantes a llevar la escarapela tricolor sobre el traje689. Ordenó la destrucción de todos los emblemas, símbolos, coronas y escudos de armas de la Orden, de los Grandes Maestres y de los dignatarios y Caballeros, tanto en los edificios públicos como en los de propiedad particular. A los Caballeros se les ordenó salir de la isla en el plazo de cuarenta y ocho horas690. A los sacerdotes y religiosos de todas las órdenes regulares, no malteses por nacimiento, les obligó a abandonar las islas en el plazo de diez días. Todos los cargos civiles y militares fueron sustituidos. A los Caballeros se les ordenó salir de la isla en el plazo de cuarenta y ocho horas187. A los sacerdotes y religiosos de todas las órdenes regulares, no malteses por nacimiento, les obligó a abandonar las islas en el plazo de diez días. Todos los cargos civiles y militares fueron sustituidos. El Gran Maestre, junto a unos pocos caballeros, sale de Malta, el 18 de junio a las dos de la mañana, a bordo de un mercante austriaco con rumbo a Trieste, escoltado por la fragata francesa Artémise693. El Gran Maestre, junto a unos pocos caballeros, sale de Malta, el 18 de junio a las dos de la mañana, a bordo de un mercante austriaco con rumbo a Trieste, escoltado por la fragata francesa Artémise188. El comportamiento de los franceses, no obstante, inducirá a los malteses a rebelarse permitiendo la intervención de las potencias europeas, siendo al fin los ingleses los que se adueñaran de la isla. Los ingleses habían ocupado Malta en 1801 y, aunque el Tratado de Amiens (1802)716 reconoció los derechos soberanos de la Orden sobre la isla, nunca le ha sido posible hacerlos valer. El comportamiento de los franceses inducirá a los malteses a rebelarse permitiendo la intervención de las potencias europeas, siendo al fin los ingleses los que se adueñaran de la isla. Los ingleses habían ocupado Malta en 1801 y, aunque el Tratado de Amiens (1802)189 reconoció los derechos soberanos de la Orden sobre la isla, y obligaba a su restitución, nunca se realizó. El 30 de mayo de 1814, con el Tratado de El 30 de mayo de 1814, con el Tratado de 182 Jaime SALAZAR ACHA, “Algunas reflexiones sobre la actual historiografía referente a la Orden de San Juan de Jerusalén”, en homenaje al profesor Bonifacio Palacios. Revista del Consejo de las Órdenes Militares, 4 (2007), pp. 207-228. 667 El embajador de España Felipe de Amat y el bailío Frisari, como acreditados diplomáticos tendrían que haber sido los miembros decisivos de la Delegación, pero como Frisari, ministro de Nápoles, no hablaba correctamente francés, permaneció en silencio durante las discusiones, siendo Amat en la práctica el árbitro de la negociación, asumiendo el propósito de servir a su país y, por encima de Malta, a sus aliados. SIRE, H.J.A.: The knights of Malta, op. cit., p. 239. 668 DOUBLET, O.: op. cit., pp. 202 y 221. 669 PIERRENDON, M.: op. cit., p. 161. 682 BEAUCHAMP, A. y D`ALLONVILLE, F.: Mémoire tirés des Papiers d´un Homme d´Etat, t. VI, París, 1832 pp. 71- 76. 690 Parece que esta decisión justifica la no implicación de la mayoría de los Caballeros franceses en la toma de Malta, pues solamente a tres de ellos Bosredon-Ransijat, Jean de Fay y Rouyer, Napoleón les exceptúa de tener que salir de la isla. SIRE, H.J.A.: The knights of Malta, op. cit., p. 239. 693 COY COTONAT, A.: Historia de la Ínclita…, op. cit., p. 204. 715PARRY, C.: Consolidated Treaty Series (C.T.S.), Cambridge, 2006, vol. 56, pp. 289305. París767, Europa entera sancionó la flagrante iniquidad del despojo del territorio de la Orden de San Juan, reconociendo la definitiva soberanía británica sobre el archipiélago de Malta. Rusia y, más tarde, el Reino de las Dos Sicilias y la propia Orden, formularon algunas inútiles protestas. No se les escuchó768. La esperanza de los sanjuanistas de volver a su antigua patria demostraron muy pronto ser vanas. Con el Tratado de París de 1815769, la esperanza de retornar a Malta se esfuma770. 183 H. J. A. SIRE, The knights of Malta, op. cit., p. 239. 184 O. DOUBLET, op. cit., pp. 202 y 221. 185 M. PIERRENDON, op. cit., p. 161. 186 A. BEAUCHAMP, y F. D`ALLONVILLE, Mémoire tirés des Papiers d´un Homme d´Etat, t. VI, París, 1832 pp. 71-76. 187 H. J. A. SIRE, The knights of Malta, op. cit., p. 239. 188 A. COY COTONAT, Historia de la Ínclita…, op. cit., p. 204. 189 C. PARRY, Consolidated Treaty Series (C.T.S.), Cambridge, 2006, vol. 56, pp. 289305. París, Europa entera sancionó la flagrante iniquidad del despojo del territorio de la Orden de San Juan, reconociendo la definitiva soberanía Británica sobre el archipiélago de Malta. Rusia y, más tarde, el Reino de las Dos Sicilias y la propia Orden, formularon algunas inútiles protestas. No se les escuchó190. La esperanza de los sanjuanistas de volver a su antigua patria muy pronto resultaron ser vanas191. Malta fue definitivamente asignada a Inglaterra. Con ello terminaba la potencia marítima de la Religión. 768 PAU ARRIAGA, A.: op. cit., pp. 207-208. 770 SIRE, H.J.A.: op. cit., p. 247 y ss. 190 208. 191 A. PAU ARRIAGA, op. cit., pp. 207H. J. A. SIRE, op. cit., p. 247 y ss.