To Cardinal Blase J. Cupich Archbishop of Chicago Dear Brother, Please convey to the people of Chicago that they have been on my mind and in my prayers. I know that many families have lost loved ones to violence. I am close to them, I share in their grief, and pray that they may experience healing and reconciliation through God's grace. I assure you of my support for the commitment you and many other local leaders are making to promote nonviolence as a way of life and a path to peace in Chicago. You are marking that effort by inviting people of goodwill to walk for peace on Good Friday in areas afflicted by violence. As I make my own Way of the Cross in Rome that day, I will accompany you in prayer, as well as all those who walk with you and who have suffered violence in the city. Sadly, as you have told me, people of different ethnic, economic, and social backgrounds suffer discrimination, indifference, injustice, and violence today. We must reject this exclusion and isolation, and not think of any group as "others," but rather as our own brothers and sisters. This openness of heart and mind must be taught and nurtured in the homes and in schools. Walking the path of peace is not always easy, but it is the only authentic response to violence. As Dr. Martin Luther King Jr. said, humanity "must evolve for all human conflict a method which rejects revenge, aggression and retaliation. The foundation of such a method is love". I urge all people, especially young men and women, to respond to Dr. King's prophetic words and know that a culture of nonviolence is not an unattainable dream, but a path that has produced decisive results. The consistent practice of nonviolence has broken barriers, bound wounds, healed nations—and it can heal Chicago. I pray that the people of your beautiful city never lose hope, that they work together to become builders of peace, showing future generations the true power of love. I ask you to pray for me too. From the Vatican, 4 April 2017 tS8§^- A1 Cardenal Blase J. Cupich Arzobispo de Chicago Querido Hermano: Per favor transmita a! pueblo de Chicago que los he tenido en mi mente y en mis oraciones. Estoy enterado de que muchas de sus famiiias han perdido seres queridos a causa de la violencia. Quiero decirles que estoy cerca de ellos, que comparto su dolor y ruego a Dios para que a traves de su gracia puedan vivir y experimentar la sanacion y la reconciliacion. Quiero asegurarle que el compromiso que usted y muchos otros lideres locales estan teniendo para promover la no violencia como una forma de vida y un camino para la paz cuenta con todo mi apoyo. Se que estan senalando ese esfuerzo con una invitacion a todas las personas de buena voluntad, para caminar por la paz el Viemes Santo en aquellas zonas afectadas por la violencia. Ese di'a, mientras realice mi propio Via Crucis en Roma, acompanare con mi oracion a todos aquelios que caminen con usted y a todas las personas que han sido victimas de la violencia. Lamentablemente, como usted me dijo, personas de diverso origen etnico, social y economico hoy son victimas de discriminacion, indiferencia, injusticia y violencia. Debemos rechazar esa exclusion y ese aislamiento y dejar de pensar en cualquier grupo como los "otros"; mejor pensemos en ellos como nuestros propios hermanos y hermanas. Esta apertura, de corazon y de mente, debe ser cultivada y nutrida en los hogares y en las escuelas. Andar el camino de la paz no siempre es facil, pero es la unica respuesta autentica a la violencia. Como afirmo el Dr. Martin Luther King Jr., la humanidad "debe hacer evolucionar un metodo para todos los conflictos humanos, que rechace la venganza, la agresion y la venganza. El fundamento de ese metodo es el amor". Invito a todas las personas, especialmente a los hombres y mujeres jovenes, a dar respuesta a las profeticas palabras del Dr. King, y a que sepan que una cultura de la no violencia no es un sueno inalcanzable, sino un camino que ha producido resultados decisivos. La practica constante de la no violencia ha roto barreras, ha reparado heridas, ha sanado a naciones, y puede curar a Chicago. Pido a nuestro Senor que el pueblo de su hermosa ciudad nunca pierda la esperanza, que trabajen unidos para convertirse en constructores de paz, mostrando a las generaciones venideras el verdadero poder del amor. Tambien le pido que rece por mi. Vaticano,4 de abril de 2017 - -i- V V';-:}v?".i^;.:.';: o- ••::.' .- -L" -f ::.y-P fr> V -r,; . •: - .;: c- i:-. J-y':' .;ii-jrv?.: ;. :v • :;; in. . .:■ '. ' 'OJt. • '-;V- ■Ti; - i:; : Ti- :;■ "JS: •T . ■ -:'-r' L: - •■V -- . ^ c ;:;;,^.;.-yiAS AU8